POBRES EN ESPÍRITU
Mateo 5:3 “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos” ¿Tres veces dichosos los pobres? Ah… entonces hay que ser pobres para ser dichosos. Eso era lo que enseñaban en aquella iglesia en donde me convertí al Señor hace ya unos cuarenticinco años. Nuestro pastor nos decía que el oro, la plata y el dinero eran del Diablo. Y nosotros le creímos. Así que cuando alguien llegaba -como yo, recién convertido- con una cadena de oro al cuello, los diáconos se nos quedaban viendo como que llevábamos una serpiente enrollada. Paso seguido nos la pedían para echarla al infierno. Nunca supe si en realidad lo hacían o se quedaban con ella. Ahora que tengo otra perspectiva sobre el Evangelio de Cristo me doy cuenta que me engañaron. Como aquella historia de Juan. ¿La conocen? El pobre Juan se convierte a Cristo en una aldea de su ciudad y le dicen que es pecado reírse, porque la risa es del Diablo, que es...