NO CAUSEMOS DOLOR
Provocar dolor en las almas heridas por el dolor, es el placer de los amargados. Y todos hemos sido tocados por el dolor. Dolor en el alma. Dolor en el corazón, en los recuerdos, en el pasado angustioso de nuestras vidas. Dolor que nos causan las heridas de un episodio cruel que nos persigue a veces en una palabra, en una mirada o en un gesto. El dolor es parte de la vida. Porque el primer dolor que sufrimos es al nacer. Duele nacer porque nos están expulsando de nuestro nido. Aunque los amorosos brazos de nuestra madre nos acunaron con ternura y calor, ya en nuestras almas ha quedado grabado el dolor del rechazo, el dolor de no ser amados, el dolor de no tener a quien amar. La soledad es un producto del dolor. Por eso es que los solitarios son almas adoloridas que van por la vida sin un puerto a donde llegar, sin un lugar donde amarrar su nave y estacionarse bajo el calor de unos brazos que le amen, unos labios que le besen y unos ojos que le vean....