OBSERVANDO
1 Reyes, 10:5 “…asimismo la comida de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el estado y los vestidos de los que le servían…” ¿Que vio la reina de Saba cuando fue a visitar a Salomón? Bueno, vio muchas cosas. Dice la Biblia que se maravilló de su sabiduría, de su casa, de todo el oropel que abundaba en esos ambientes. Quedó deslumbrada ante aquella majestuosidad que se le presentaba ante sus ojos. Y estamos hablando de una reina, no de una plebeya. Era una mujer acostumbrada al lujo, a las cosas buenas de la vida. Una monarca que no era fácil de impresionar ante las riquezas que los demás pudieran mostrar. Ella era abundantemente rica como para dejarla con la boca abierta frente a otras personas. Pero sucedió. Lo que vio esta señora dueña de un imperio, fue algo que sí la dejó con la boca abierta. Y, como buena mujer que era, puso sus ojos y su atención en algo que para cualquier otra persona no hubiera sido importante. Un h...