Carlos Berges

El Señor ha enviado a sus discípulos a sanar enfermos, echar fuera demonios y dar de comer a los necesitados. Ha sido un largo trayecto en las aldeas de su comarca y los muchachos están contentos. Han trabajado duro y han visto el resultado de su labor. Llegan de regreso con Jesús y le cuentan todo lo que hicieron. Están felices al ver Su respaldo... Jesús no les aplaude. Sabe lo que ellos necesitan. Un descanso. ¿Descanso, Jesús? ¡Si hay mucho más que hacer! ¿Cómo nos dices que descansemos si hay muchos demonios que echar fuera todavía? ¿Tanta gente con hambre? ¿Tantos enfermos? ¿Por qué nos pides que vayamos a descansar si hay mucho trabajo por hacer? Pero Jesús no les pone atención. Descansen. Siéntense por un momento y dejen que sus fuerzas se repongan. Después veremos a donde más los envío. Por hoy... descansen... En un edificio de varias plantas, las gradas obligadamente tienen que tener recodos. En los recodos no hay gradas. Ese recodo se llama "descanso". Es un lu...

Alguien dijo que el carácter es lo que se es cuando se apagan las luces... Cuando ya no hay aplausos... Cuando la visita se ha ido de la casa y volvemos a quedar solos... Cuando se termina el día y la noche llega al cuarto... Cuando salimos del súper con la carretilla de víveres y los ponemos en el baúl... Cuando no hay policía en la esquina del semáforo... El carácter no es lo mismo que el temperamento. El temperamento tiene que ver con temperatura. Son reacciones epáticas. Y, como la temperatura, puede subir o bajar. Cuestión de situación...Son reacciones provocadas en nuestro interior que se disparan porque algo o alguien no hizo lo que queremos. El temperamento se va adquiriendo a traves del camino de la vida. El carácter se trae. Se bebe en la cuna. Se hereda de los padres. El carácter nos distingue de los demás seres vivos... Un perro puede ser temperamental, rabioso, odioso, agresivo, pero con una buena educación canina puede llegar a ser un perro de carácter... flemáti...

¡Cuanta falta nos hacen los buenos amigos...! Porque seamos francos... Tenemos muchos compañeros pero pocos amigos. La Biblia esta llena de ejemplos de amigos. Y de los buenos. De los que permanecieron. No fueron cometas sino estrellas. Los compañeros están por un momento. Solo mientras dura el instante. Pueden ser un par de años o un par de días. Luego se van. No nos dejan mucho de ellos. Nos dejan como nos encontraron. Son los compañeros de la juventud. Estuvieron a nuestro lado mientras la escuela nos unió. Luego se graduaron, se casaron y no los volvímos a ver... Quizá una que otra vez nos vemos en el súper acompañando a nuestras esposas pero luego desaparecerán así como llegaron. Los compañeros son los que están con nosotros en la jornada. Ocho o diez horas a lo sumo. Luego se van... Hasta la vista baby... Los amigos son otra cosa. Los amigos son estrellas. Comparten con nosotros su brillo, su luz y su presencia. Los amigos son los que aparecen en el hospital, en la funer...

Filantropía es la forma en que muchos, sin comprometerse con Dios, quieren aliviar la carga que llevan en sus corazones a causa de pecado. Normalmente son personas influyentes, con mucho poder financiero, con familias "modelo" fuera de los muros de sus casas... Son personas que van a sus ritos dominicales, que se pegan en el pecho y que cierran sus ojos dentro de las paredes de sus templos pero fuera de ellos los abren más de la cuenta... Filantropía es la sustitución del amor. El filántropo se rodea de otros como él. Pone su nombre en placas de bronce cuando hace algo bueno... por eso es un filántropo... El amor es otra cosa... No  necesita tomarse fotos cuando hace algo por alguien. No necesita aplausos ni placas de bronce ni periodistas a su alrededor. El amor piensa en los demás y se ve reflejado en la necesidad ajena. El amor se derrama sin pensar en quien. No piensa si lo merecen o no. No piensa si son pobres o ricos. El amor no pone condiciones. Te amo y ya... No...

A los evangélicos se nos hace un poco difícil creer que somos amados... Hay un pequeño resquicio por donde se nos escapa la fe en los demás... Por naturaleza somos desconfiados. La sociedad nos lo enseña desde la niñez: "Ten cuidado con tu primo, te puede hacer cosas malas". "No vayas a dejar que tu abuelo te abrace muy duro". "No vayas a dejar que tu profesor te toque..." Son solo algunas palabras que quedan grabadas en nuestra mente... Y ahora que somos evangélicos (no cristianos, eso es otra cosa), llegamos a la Iglesia y desde el púlpito nos dicen que nos saludemos y... se arma el lío... ¿Dejo que me abracen? Lo necesito pero tengo miedo... ¿Permito que me digan "te amo"? Lo deseo pero me da temor... ¿Sonrío como pide el pastor? Lo quisiera hacer pero desde niño me dijeron que tuviera cuidado... Y los evangélicos están en la Iglesia, cantan, silban, aplauden, oyen el mismo sermón... pero siguen aprisionados en sus jaulas doradas de la...