EL DESCANSO... (a veces no lo entendemos)
El Señor ha enviado a sus discípulos a sanar enfermos, echar fuera demonios y dar de comer a los necesitados. Ha sido un largo trayecto en las aldeas de su comarca y los muchachos están contentos. Han trabajado duro y han visto el resultado de su labor. Llegan de regreso con Jesús y le cuentan todo lo que hicieron. Están felices al ver Su respaldo... Jesús no les aplaude. Sabe lo que ellos necesitan. Un descanso. ¿Descanso, Jesús? ¡Si hay mucho más que hacer! ¿Cómo nos dices que descansemos si hay muchos demonios que echar fuera todavía? ¿Tanta gente con hambre? ¿Tantos enfermos? ¿Por qué nos pides que vayamos a descansar si hay mucho trabajo por hacer?
Pero Jesús no les pone atención. Descansen. Siéntense por un momento y dejen que sus fuerzas se repongan. Después veremos a donde más los envío. Por hoy... descansen...
En un edificio de varias plantas, las gradas obligadamente tienen que tener recodos. En los recodos no hay gradas. Ese recodo se llama "descanso". Es un lugar para dejar que las piernas se relajen por el esfuerzo de subir las gradas anteriores y sirve también para tomar aire por las gradas que faltan para terminar la subida y llegar al piso final...
En la vida que siempre es para arriba... también hay gradas. Y esas gradas también tienen sus descansos... Solo que esos descansos no nos gustan. Se llama DESEMPLEO. Usted lleva años trabajando para la empresa que lo contrató y empezó desde el primer piso... empezó a ascender, es decir, a subir gradas. Estuvo subiendo varios niveles, pero llega el momento de un recodo... Y, obligadamente, aunque usted no lo quiera, tiene que descansar. Le dan las gracias, lo mandan a su casa y allí está usted: estupefacto. Asustado. Angustiado. Llega el lunes y usted, mecánicamente se levanta temprano y se prepara mentalmente para seguir su rutina... pero de pronto un agudo dolor de estómago le recuerda algo: No tiene trabajo. Eso le seca la boca. Se le aturden los sentidos. Su zona de seguridad se le viene abajo y la depresión amenaza su día... A menos que usted comprenda algo: Dios puso un descanso en su escalera financiera. Dios puso, en su Edificio gradas y ahora usted está en un descanso. Tiene que tomar fuerzas para lo que falta. Aún faltan pisos que subir, así que descanse. Tómese unos minutos para apreciar su jardín. Para disfrutar su taza de café sin prisas. Para bañarse sin medir el tiempo. Para lavarse el cabello a profundidad...Para besar a su esposo y a sus hijos. Para ayudarles en sus tareas. Para cocinar algo delicioso. Para hacer el pastel que tanto prometió...
Las gradas de la vida tienen descansos. ¡Vamos! descanse y deje que el Verdadero Patrón de su vida que es Jesús se encargue de cancelar las cuentas y compromisos financieros que usted tenga... ¿Acaso no fue eso lo que hizo con sus muchachos cuando regresaron de sacar demonios y alimentar gente aquella vez? ¿Usted cree que los dejó sin alimentos? ¿Usted cree que los dejó sin sustento? Y, si es así... ¿por qué cree que lo hará con usted? Si usted ama a Dios, usted no está desempleado... está descansando... Disfrútelo.
Pero Jesús no les pone atención. Descansen. Siéntense por un momento y dejen que sus fuerzas se repongan. Después veremos a donde más los envío. Por hoy... descansen...
En un edificio de varias plantas, las gradas obligadamente tienen que tener recodos. En los recodos no hay gradas. Ese recodo se llama "descanso". Es un lugar para dejar que las piernas se relajen por el esfuerzo de subir las gradas anteriores y sirve también para tomar aire por las gradas que faltan para terminar la subida y llegar al piso final...
En la vida que siempre es para arriba... también hay gradas. Y esas gradas también tienen sus descansos... Solo que esos descansos no nos gustan. Se llama DESEMPLEO. Usted lleva años trabajando para la empresa que lo contrató y empezó desde el primer piso... empezó a ascender, es decir, a subir gradas. Estuvo subiendo varios niveles, pero llega el momento de un recodo... Y, obligadamente, aunque usted no lo quiera, tiene que descansar. Le dan las gracias, lo mandan a su casa y allí está usted: estupefacto. Asustado. Angustiado. Llega el lunes y usted, mecánicamente se levanta temprano y se prepara mentalmente para seguir su rutina... pero de pronto un agudo dolor de estómago le recuerda algo: No tiene trabajo. Eso le seca la boca. Se le aturden los sentidos. Su zona de seguridad se le viene abajo y la depresión amenaza su día... A menos que usted comprenda algo: Dios puso un descanso en su escalera financiera. Dios puso, en su Edificio gradas y ahora usted está en un descanso. Tiene que tomar fuerzas para lo que falta. Aún faltan pisos que subir, así que descanse. Tómese unos minutos para apreciar su jardín. Para disfrutar su taza de café sin prisas. Para bañarse sin medir el tiempo. Para lavarse el cabello a profundidad...Para besar a su esposo y a sus hijos. Para ayudarles en sus tareas. Para cocinar algo delicioso. Para hacer el pastel que tanto prometió...
Las gradas de la vida tienen descansos. ¡Vamos! descanse y deje que el Verdadero Patrón de su vida que es Jesús se encargue de cancelar las cuentas y compromisos financieros que usted tenga... ¿Acaso no fue eso lo que hizo con sus muchachos cuando regresaron de sacar demonios y alimentar gente aquella vez? ¿Usted cree que los dejó sin alimentos? ¿Usted cree que los dejó sin sustento? Y, si es así... ¿por qué cree que lo hará con usted? Si usted ama a Dios, usted no está desempleado... está descansando... Disfrútelo.
Muchas Gracias Pastor, estas palabras me ayudan a no desesperarme, sabe ya estaba llegando al punto de la decepción, creo que por esta razón hasta este día es que leí su blog, muchas gracias, Bendiciones, Att. Alex Valle.
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