EL CARÁCTER...
Alguien dijo que el carácter es lo que se es cuando se apagan las luces...
Cuando ya no hay aplausos...
Cuando la visita se ha ido de la casa y volvemos a quedar solos...
Cuando se termina el día y la noche llega al cuarto...
Cuando salimos del súper con la carretilla de víveres y los ponemos en el baúl...
Cuando no hay policía en la esquina del semáforo...
El carácter no es lo mismo que el temperamento. El temperamento tiene que ver con temperatura. Son reacciones epáticas. Y, como la temperatura, puede subir o bajar. Cuestión de situación...Son reacciones provocadas en nuestro interior que se disparan porque algo o alguien no hizo lo que queremos. El temperamento se va adquiriendo a traves del camino de la vida.
El carácter se trae. Se bebe en la cuna. Se hereda de los padres. El carácter nos distingue de los demás seres vivos... Un perro puede ser temperamental, rabioso, odioso, agresivo, pero con una buena educación canina puede llegar a ser un perro de carácter... flemático. Elegante. Educado. No necesita ladrar para darse a conocer.
Eso fue lo que vio Herodes en el Hombre que le pusieron a examinar en aquella ocasión. Herodes no vio un temperamental quejándose de sus acusadores. Lo que vio fue un Hombre de Carácter. Callado. Humilde. Franco. Un Hombre que veía a los ojos cuando hablaba y no un pusilánime escondido detrás de una máscara de enojo e ira...
Aquel Hombre fue presentado ante el pueblo como lo que era: Ecce Omme. E aquí el Hombre, dijo el que no era hombre. Y no lo fue porque se dejó manejar por el pueblo. En cambio el Hombre por excelencia no se dejó manejar por el temperamento. ¿Acaso no sabes, Pedro, que puedo pedir una legión de ángeles para que me defiendan...? fue su réplica cuando su discípulo lo quiso defender con una espada sin filo. Podría pedir pero no lo haré. Sé quien soy. Sé a qué he venido. Y sobre todo, sé a donde voy...
Eso es carácter. Es saber gobernar los instintos. Es saber poner en su justo lugar las emociones. Es saber lo que debo hacer en el momento apropiado. Es poner de rodillas mis deseos para vivir bajo el patrón Divino. El carácter me ayudará en momentos en que el temperamento me quiere dominar...
Herodes vio un Hombre de carácter... ¿qué clase de hombres ven los demás en nosotros...?
Cuando ya no hay aplausos...
Cuando la visita se ha ido de la casa y volvemos a quedar solos...
Cuando se termina el día y la noche llega al cuarto...
Cuando salimos del súper con la carretilla de víveres y los ponemos en el baúl...
Cuando no hay policía en la esquina del semáforo...
El carácter no es lo mismo que el temperamento. El temperamento tiene que ver con temperatura. Son reacciones epáticas. Y, como la temperatura, puede subir o bajar. Cuestión de situación...Son reacciones provocadas en nuestro interior que se disparan porque algo o alguien no hizo lo que queremos. El temperamento se va adquiriendo a traves del camino de la vida.
El carácter se trae. Se bebe en la cuna. Se hereda de los padres. El carácter nos distingue de los demás seres vivos... Un perro puede ser temperamental, rabioso, odioso, agresivo, pero con una buena educación canina puede llegar a ser un perro de carácter... flemático. Elegante. Educado. No necesita ladrar para darse a conocer.
Eso fue lo que vio Herodes en el Hombre que le pusieron a examinar en aquella ocasión. Herodes no vio un temperamental quejándose de sus acusadores. Lo que vio fue un Hombre de Carácter. Callado. Humilde. Franco. Un Hombre que veía a los ojos cuando hablaba y no un pusilánime escondido detrás de una máscara de enojo e ira...
Aquel Hombre fue presentado ante el pueblo como lo que era: Ecce Omme. E aquí el Hombre, dijo el que no era hombre. Y no lo fue porque se dejó manejar por el pueblo. En cambio el Hombre por excelencia no se dejó manejar por el temperamento. ¿Acaso no sabes, Pedro, que puedo pedir una legión de ángeles para que me defiendan...? fue su réplica cuando su discípulo lo quiso defender con una espada sin filo. Podría pedir pero no lo haré. Sé quien soy. Sé a qué he venido. Y sobre todo, sé a donde voy...
Eso es carácter. Es saber gobernar los instintos. Es saber poner en su justo lugar las emociones. Es saber lo que debo hacer en el momento apropiado. Es poner de rodillas mis deseos para vivir bajo el patrón Divino. El carácter me ayudará en momentos en que el temperamento me quiere dominar...
Herodes vio un Hombre de carácter... ¿qué clase de hombres ven los demás en nosotros...?
Comentarios
Publicar un comentario