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Mostrando entradas de noviembre, 2024

CARDOS Y ESPINOS

  Génesis 3:18 “Espinos y cardos te producirá…” Cómo quisiera que los jóvenes leyeran esto.  Sería un triunfo si realmente ellos comprendieran el celo y el amor con que el Señor nos pone a los adultos o viejos como quieran llamarnos, nos pone -decía-, en su camino para hacerles una seria advertencia sobre su futuro. Salomón, por ejemplo, se lamenta en su vejez cuando se dio cuenta que nunca tomó en serio al Señor que su padre David le había enseñado a honrar. Cuando se vio en una bancarrota moral, espiritual y familiar, supo la verdad amarga y dolorosa: Nunca se acordó de su Creador. Pensó, como muchos jóvenes cristianos de hoy, que la juventud es eterna y que los años pasan por gusto.  Es triste ver a señoritas que un día estuvieron en las salas cunas de alguna iglesia evangélica, recibiendo cuidados cariñosos de sus maestros o encargados del área de niños entregándoles la Palabra de Dios en figuras, dibujos y cánticos para llevarlos al conocimiento de que hay un D...

"VELAD..."

  Marcos 13:35-37 “Por tanto, velad, porque no sabéis cuando viene el señor de la casa, si al atardecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga de repente y os halle dormidos.   Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!” Yo no se si me voy a meter a camisón de once varas, como decimos en Guatemala. O sea a problemas con alguien. Pero no puedo callar ante lo que estamos viendo actualmente en la vida de muchos evangélicos. Y como gracias al Director de este medio que me permite publicar mis escritos, estoy convencido que escribo para evangélicos. Quizá haya uno que otro amigo del mundo que le guste leer como me sucedió a mi antes de llegar al conocimiento de Cristo. Era un devorador de libros y leía todo lo que caía en mis manos.  Pero lo que veo hoy en mi comunidad evangélica es algo distinto a lo que conocí hace unos cincuenta años atrás cuando llegué al conocimiento de la Verdad, o sea de Jesucristo. La Iglesia era algo tota...

LOS INVISIBLES

  Marcos 12:43-44  “Y llamando a sus discípulos, les dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más que todos los contribuyentes al tesoro;   porque todos ellos echaron de lo que les sobra, pero ella, de su pobreza echó todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir” Esta es una de las historias más bellas del Nuevo Testamento. Marcos tiene un estilo tan especial para capturar imágenes que solo las mentes más brillantes nos pudieron haber dejado para enseñarnos grandes lecciones.  Y, como los perfumes finos que vienen en frascos pequeños, así las historias que nos cuenta Marcos vienen en dosis pequeñas. Pequeñas pero profundas. Jesús está viendo cómo los asistentes al Templo echan sus ofrendas. Los ricos llevan sus heraldos con sus tambores y trompetas para anunciar que van a pasar a depositar su limosna para que los Sacerdotes y encargados del Culto a Dios se sostengan en sus necesidades. Han hecho sus cuentas y las monedas que les sobran de su ganan...

CUIDADO CON QUIEN HABLAS

Marcos 8:22-26  “Llegaron* a Betsaida, y le trajeron* un ciego y le rogaron* que lo tocara.   Tomando de la mano al ciego, lo sacó fuera de la aldea; y después de escupir en sus ojos y de poner las manos sobre él, le preguntó: ¿Ves algo?   Y levantando la vista, dijo: Veo a los hombres, pero los veo como árboles que caminan.   Entonces Jesús puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y lo veía todo con claridad.   Y lo envió a su casa diciendo: Ni aun en la aldea entres” La fe se pelea mis amigos. La fe hay que defenderla. Los milagros hay que cuidarlos con sumo interés. No se dan en los árboles ya que a veces hay que esperar mucho tiempo y entregar una buena parte de energía y esperanza para lograrlos. He conocido muchas personas que una vez recibieron un milagro de sanidad pero con el tiempo se olvidaron de dar gracias al Señor, de cuidar sus pensamientos e incluso, amistades, y el milagro se empezó a disolver como el agu...

ACUÉRDATE DE TU CREADOR

Eclesiastés 12:1  “Acuérdate, pues, de tu Creador en los días de tu juventud…” Cuando leemos la Biblia con nuestros viejos conceptos e ideas que nos enseñaron en el Instituto Teológico, muchos nos hemos quedado con el ABC del Evangelio. Y eso ha provocado que textos como el de Eclesiastés pasen de largo por nuestras vidas y nos dejen impertérritos ante la enseñanza que nos toca recibir a nosotros también. Sabemos que la Palabra de Dios es más aguda que espada de dos filos. Pero parece que muchos maestros y predicadores la utilizamos para que corte a los que están escuchando pero no permitimos que el otro “filo” nos corte a nosotros.  Claro, hay una explicación teológica: Se le enseña a un líder o maestro que nunca, nunca debe dar muestras de debilidad. Que debe esconder sus pasiones bajas, sus conductas negativas y mostrarse ante su público como alguien que no peca como los demás, que no necesita corrección por el hecho de haber cursado un par de años estudiando la Bibli...