DESEAR O NECESITAR

DESEAR O NECESITAR


Marcos 10:51 “Y dirigiéndose a él, Jesús le dijo: ¿Qué deseas que haga por ti? Y el ciego le respondió: Raboní, que recobre la vista”



Jesus es tan sabio -bueno, èl es Dios-, por lo tanto, escogió bien sus palabras cuando habló con las personas que le buscaron para que les hiciera un milagro o un favor. Jesùs es el Maestro por excelencia del lenguaje. Sabe usar las palabras adecuadas y nos dejó el desafío de buscar el significado de las mismas para enriquecernos y darnos una lección de cada una de ellas.


Es por eso que estudiar las Palabras que hablo Jesùs hay que hacerlo desde la perspectiva de èl y no de nosotros. De otra manera no encontraremos el significado profundo de sus expresiones.


Jesùs le pregunta al ciego Bartimeo algo que a simple vista parece obvio: Era ciego. Por lo tanto, ¿por qué preguntarle algo que salta a la vista? Aqui tiene que haber algo escondido que nos toca a nosotros escarbar para poder encontrar la Perla escondida.


¿Qué deseas? -le pregunta-. Primero tenemos que saber que desear y querer son sinónimos. En nuestro lenguaje, Jesùs le está preguntando al ciego: ¿Qué quieres que te haga? Y aquí es donde vamos a profundizar un poco en estos significados.


Querer y necesitar. 


Cuando nosotros queremos algo, estamos en posición de desearlo, de darle prioridad a algo que nos hace falta, es como decir: Me gustaría que esto sucediera” y voy a poner mi energía en logarlo, aunque no es necesario para vivir, pero lo quiero, lo deseo. Cuando usted quiere algo no es porque esté vacío de ese algo sino que lo quiere para estar completo, para ajustar lo que hace falta en su vida, es por eso que usted actúa para logarlo pero no se aferra a los resultados. Si sale bien, esta bien, si no sale bien, por lo menos lo intentó.  Es decir, usted tiene lo necesario pero si puede mejorar, tratemos de hacerlo. Eso no es conformismo, es aceptación. 


Pero necesitar es algo diferente. Si usted necesita que su pareja lo ame, usted está dando muestras que está vacío de amor. Y siendo cristiano, no es aceptable que usted esté vacío. Jesùs, se supone, llena todo su interior. Por lo tanto, si usted ya aceptó al Señor como su Dios y Señor, ya no tiene necesidad de otro amor, a menos que lo quiera. Pero no lo necesita para sentirse lleno. Ya lo está. 


Si usted necesita dinero, usted tiene un problema porque la ley de la física dice que cuanto màs necesitamos algo, màs se aleja de nosotros. Por eso es que muchos que necesitan llenarse de dinero nunca lo logran porque  están mostrando que hay un vacío en su interior que necesitan llenar con las cosas materiales. Si usted necesita amigos, aplica lo mismo: Usted está vacío de amistades y lo peor, esas posibles amistades se alejarán de usted porque usted se volverá una persona insoportable, egocéntrica, celosa y acaparadora de las personas a quienes necesita tener cerca. 


Es por eso que Jesùs le preguntò a Bartimeo: ¿Qué quieres, o qué deseas? No que necesitas. Porque sus necesidades básicas este ciego ya las tenía suplidas, pero si podía lograr tener la vista, estaría totalmente completo. 


Necesitar algo es vivir con una mochila al hombro que pesa demasiado porque nunca estamos completos. Es como decir: Si no consigo lo que necesito, estoy perdido, no valgo nada, no puedo ser feliz. Cuando necesitamos algo, estamos en una tensión constante porque nuestro bienestar depende del resultado y esa tensión, esa desesperación repele lo que necesitamos porque es cuando tomamos decisiones equivocadas, aceptamos menos de lo que merecemos, nos conformamos con migajas, nos aferramos a personas o cosas y situaciones que no nos convienen, porque tenemos miedo de quedarnos sin nada, y lo peor es que la necesidad se nota, la gente la percibe aunque no sean conscientes de ello.  


Cuando estamos necesitados de amor, las personas se alejan, las oportunidades se cierran, cuando estamos necesitados de validación perdemos poder porque la necesidad huele a carencia y nadie quiere asociarse con la carencia de nadie. Todos queremos estar cerca de la abundancia, de la plenitud y de la confianza, y esas cualidades solo existen en el querer, no en el necesitar. Entonces: ¿Como estamos?  Estamos necesitando o estamos deseando? 

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