DOS SOLES

 DOS SOLES


Génesis 28:11 "«Y llegó a cierto lugar y se quedó allí aquella noche, porque el sol se había puesto»


¡Que tal, mis amigos! 


Fíjense que en la vida de Jacob tenemos dos sucesos muy interesantes: Cuando sale huyendo de su tierra para irse a refugiar a la casa de su tío Labán, después del problema aquel de la lucha por la bendición con respecto a la primogenitura, dice la Escritura en Génesis 28:11 "«Y llegó a cierto lugar y se quedó allí aquella noche, porque el sol se había puesto». 


Sabemos que Jacob pasará aproximadamente 20 años en aquel lugar, en la casa de su tío potentado y rico en bienes y toda clase de ganados, en donde también encontró engaños, mentiras, traiciones, dolores por las noches de desvelo al cuidar rebaños ajenos. Fue una larga noche. El sol se puso cuando él abandonó su tierra. Se le puso por veinte años. Fueron veinte años de oscuridad, de tenebrosidad, noches de soledad y días de angustia.  Fueron años de trabajo duro sin ninguna recompensa. En su testimonio leemos que Labán no le pagaba su sueldo. Lo tenía como esclavo, como propiedad de su hacienda.  Fueron tiempos que a nadie le gustaría pasar. 


Y Dios, que allá en Peniel le había dicho que estaría con él y le acompañaría, no se ve por ningún lado. No vemos a Dios hablándole a su hijo que está siendo aplastado en el yunque del dolor. Jacob está en la fragua soportando el fuego de la prueba y Dios permanece callado. Solo observando lo que sucede en la vida de este hombre que hizo lo impensable con tal de conseguir la primogenitura.


Pero llegado el momento, años después, lo vemos regresando a su tierra con bendiciones, hijos, esposas y muchas, muchas riquezas y la Escritura nos dice otro detalle muy interesante: Génesis 32:31 "«Le salió el sol cuando pasó por Peniél» Fue la noche que luchó contra un hombre en el arroyo Jaboc. 


¿Que pasa aquí? Cuando abandonó la tierra para buscar refugio en otro lugar, el sol se pone. La noche le cubre. No hay salida para sus problemas y conflictos. Pero bajo la mano dura de su tío Labán, madura. Crece. Conoce la naturaleza humana a través del trato de su tío Labán que lo engaña y se burla de él. Ahora, años después, regresa y ya es un hombre, padre de familia y esposo. Es cuando "el sol sale en su vida". ¿No les parece interesante el paréntesis que hay en la vida de este hombre que después se convertirá en un patriarca para el pueblo de Israel?  ¿Por qué la Escritura se toma la molestia de mencionar estos dos soles?  ¿Habrá algún misterio a desentrañar en estos detalles?  Creo que sí. 


Uno de mis profesores en el Estudio del Nuevo Testamento me enseñó a leer con ojos nuevos la Biblia. Con ojos nuevos para poder ver ciertos detalles que se nos pasan por alto en una simple lectura. Porque en esos pequeños detalles está el misterio que nos interesa averiguar.


Y es que así  sucede con nosotros los que hemos dejado nuestra tierra, nuestras costumbres, nuestros títulos, nuestros esfuerzos personales.  Los que hemos creído que El Señor es suficiente para proveer para nuestras necesidades y ponemos toda la carne de nuestra fe en el asador, aunque habrá momentos en que parece que la oscuridad nos engulle y nos traga, pero tenemos la esperanza que a nuestro regreso a la Verdad que es Cristo, "nacerá el Sol de Justicia" en nuestras vidas. El sol volverá a brillar con más intensidad porque estaremos preparados para recibir las bendiciones del Eterno sin pensar que es por nuestra fuerza o nuestro intelecto.  Estamos mejor que Jacob, porque él no conoció a Jesus, nosotros sí tenemos esa bendición. 


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