LA BIBLIA Y EL CAMINO

 Juan 14:6  “Jesús le dijo*: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”


Muchas personas leen la Biblia pero no han entendido algo verdaderamente importante: La sola lectura de la Biblia no cambia. No transforma. No salva. Hay muchos que la han leído para discutirla, para ponerla en duda, para tratar de negar sus verdades. La Biblia educa, no transforma. Pero muchos educados están en el infierno. Solo Dios justifica. Solo Dios perdona. Solo Dios nos cambia, solo Dios es quien nos hace nacer de nuevo. Si no hay un cambio del corazón, la lectura de la Biblia no hace que nadie nazca de nuevo. Si usted educa a un ladrón, lo que hará es enseñarle a robar con más educación. 


La Biblia no es el camino, es solamente el mapa que debemos conocer para encontrar el camino que nos lleva a Dios. Dicho en lenguaje actual: La Biblia es el GPS que tenemos a mano para que nos indique qué está mal en nuestro camino. Leer la Biblia es tratar de leer el indicativo que nos lleve a la Verdad. En sus páginas está no solo la historia de los antepasados que fallaron por no haber sabido encontrar el Camino al Señor, pero también tenemos las historias de aquellos que se esmeraron en obedecer sus instrucciones.  Porque la Biblia nos muestra el camino, pero quien tiene que seguir y obedecer sus instrucciones somos nosotros, es usted. Si usted lee la Biblia y no obedece lo que ella le indica, seguirá perdido en sus planes y propósitos.


Es como el GPS que tenemos en nuestros teléfonos: El aparato se conecta con un satélite que está dando vueltas por la tierra y cuando usted le pide una ubicación inmediatamente le da las coordenadas que debe seguir para llegar a su destino. Pero el GPS no lo hará por sí solo. Él solo le muestra las calles y avenidas, pero es usted y soy yo quien debe moverse en esa dirección.  Eso es la Biblia. Es la cartografía que nos muestra el camino hacia la Eternidad con Dios. Por eso no es solo aprender la Biblia, es vivirla. Es ponerla en acción. Es caminar por donde ella nos indica. 


¿Como entendemos esto?: Si la biblia es el mapa, y la vida es el camino, entonces quiere decir que debemos encontrarnos con Jesus porque él dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Y eso es lo que hace la biblia: ella nos lleva a Jesus, él es el Camino. 


Si yo quiero aprender algo de construcción, lo que debo hacer es buscar a alguien que conozca esa área y observarlo, verlo trabajar, ver como maneja el nivel, la plomada, como mezcla los elementos para lograr construir lo que construye. Esa persona se convierte en mi mentor, en mi maestro porque me va guiando paso a paso para aprender su labor.


Eso es Jesus. Jesús es mi modelo. Jesus es quien me enseña como caminar por donde dice la Biblia que debo hacerlo. Sencillamente porque él es el Camino. Si lo sigo, porque él va delante mío, no perderé el rumbo y llegaré a mi destino que tengo diseñado desde antes de nacer.


Quiero contarles algo de mi vida teológica: 


Cuando conocí a Jesus, mi vida cambió por completo. Mis planes que antes yo perseguía fueron cambiados por los planes de él.  Cuando conocí a Jesus, mis paradigmas fueron desarmados y fui llevado a otro sistema de valores.  Cuando conocí a Jesus, mis intereses se fueron al olvido y empezó en mi interior un cambio que fue trasformando la forma en que veía las cosas.  Cuando conocí a Jesus, el valor de las personas que me rodeaban fue elevándose hasta que llegaron a ser más importantes que yo.  Cuando conocí a Jesus, él me enseñó a no ver la parálisis de mis huesos sino me enseñó a ver el futuro, a caminar hacia un destino mucho mejor que el que yo tenía en mente.  Cuando conocí a Jesus, él me dijo que tomara mi lecho y caminara.  Cuando conocí a Jesus, me hizo ver hacia el infinito y no ver mis fracasos y caídas que me avergonzaban.  Cuando conocí a Jesús, aprendí que cada una de mis caídas era una lección de vida para levantarme, sacudirme y caminar con más fuerzas.  Cuando conocí a Jesus ya no hubo más condenación por mis pecados pasados y mis errores de ignorancia.  Cuando conocí a Jesus, aprendí que lo mejor que hay dentro de mi no es el conocimiento ni la ciencia ni la sabiduría, sino el amor que él había puesto en mi corazón.  Cuando conocí a Jesus supe valorar la verdadera riqueza que no es material sino conocer su Palabra, conocer su Verdad y disfrutar de la vida que solo él pudo haberme dado. 


Eso fue lo que hizo la Biblia por mi. Ella fue la cartografía que me indicó como llegar al Camino, la Verdad y la Vida.  Si su vida está en caos, en un túnel sin luz y siente que la oscuridad le está engullendo sus energías y lo está dejando tirado en medio del camino, usted necesita encontrarse con Jesus.  Le garantizo que su vida no volverá a ser la misma. Pruebe y verá.


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