Y TÚ, ¿QUE TIRAS AL RÍO?
Filipenses 3:13 “…pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante…”
Hace unos años fui invitado a predicar a una Iglesia en la ciudad de Newark, N.J. Cuando me llevaron a ese pequeño pueblo en donde estaba el Templo, me di cuenta que un río lo partía en dos.
En uno de los descansos que tuvimos, aproveché para ir al puente que estaba sobre el río y me recosté en la baranda de protección mientras disfrutaba de la corriente un poco violenta del río. Estando en ese sitio, llegaron a mi mente unos versos del poeta y cantante Alberto Cortez, algo que yo había escuchado en mis años juveniles y que han quedado grabados en mi mente algo poética y nostálgica como siempre he sido.
Y, allí, en ese barandal del puente viendo la corriente que corría río abajo y que arrastraba alguna que otra hoja muerta, yo también me puse a pensar con tristeza y un poco de nostalgia en las cosas que yo también he tirado al río…
Y fue cuando recibí la inspiración de preguntarme: ¿Que debo tirar yo al río?
Amistades que se fueron sin decir adiós,
amarguras que laceraron mi alma
personas que no supieron comprender mi amor por ellos,
respuestas que dejaron heridas muy profundas en mi interior…
Decidí tirar al río…
Aplausos hipócritas que elevaron mi ego,
saludos no correspondidos
palabras vanas que endulzaron mis oídos
sonrisas de medio lado cuando entraba a algún lugar…
Decidí tirar al río…
Chismes que dañaron mi autoestima,
besos no devueltos
llamadas no atendidas
mensajes ignorados…
Decidí tirar al río…
La vez que un pastor me dijo que yo estaba “vedado”,
Y lo que otro pastor me dijo que yo le ponía erizo por ser chapín
otra vez que un supervisor de una corporación prohibió que yo fuera invitado
y el dolor de sentir el rechazo de mis propios hermanos de ministerio…
Decidí tirar al río…
Engaños, mentiras y falsedades que fui recogiendo en mi caminar,
invitaciones a predicar que luego fueron canceladas
pretextando que se habían cambiado los horarios
y luego darme cuenta que yo no era agradable a ellos…
Decidí tirar al río…
Palabras venenosas dichas a mi espalda,
la vez que me invitaron a predicar y me dejaron de último sin previo aviso
y el día que me expulsaron de una emisora de radio solo porque yo no pertenecía a su doctrina
y la vez que solicité pertenecer a un grupo pero ignoraron mi petición…
Decidí tirar al río…
La vez que escuché que alguien preguntó en una reunión ¿Y éste de donde salió?
también tiré al río cuando fui hecho a un lado por otro pastor que quería mi lugar
y tiré al río cuando fui traicionado por un miembro de mi congregación
y decidí tirar al río la idea de la venganza, guardar rencor y cerrar mis labio…
Y tú que lees esto… ¿Que tiras al río?
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