ANTES DE LA ENFERMEDAD
Éxodo 8:2 ”Pero si te niegas a dejarlos ir, he aquí, heriré todo tu territorio con ranas” Somos gente de reacción. No hemos sido enseñado a la prevención. Es por eso que muchos de nuestros problemas nos agobian tremendamente y cuando ya sentimos el agua al cuello, es entonces cuando queremos pedir ayuda, oramos, ayunamos y pedimos a nuestros hermanos que nos acompañen en nuestros ruegos al Señor para que nos saque del problema en el que hemos caído. No vemos las señales de la enfermedad sino hasta que ya es enfermedad. Es decir -corrijo-, no le damos importancia a los síntomas de que algo no está bien dentro de nosotros. Hasta que el apéndice está a punto de estallar, hasta que la gastritis ha carcomido nuestro estómago, hasta que la presión arterial anda por las nubes, hasta que la catarata en los ojos no nos deja ver. Hasta entonces vamos al médico. Y empieza un calvario hospitalario. Todo porque no vimos o no quisimos ponerle atención a las señales. Eso le pasó ...