¿POR QUÉ SOLO TROMPETAS?

 Josué 6:4 “Y siete sacerdotes llevarán siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca; y al séptimo día marcharéis alrededor de la ciudad siete veces, y los sacerdotes tocarán las trompetas”


Los israelitas han recibido la orden de parte de su General Josué que den vueltas a los muros de Jericó.  Esa batalla será una de las menos comprendidas de la historia militar. Pero también será una de las más fulminantes. Victoria total sobre los enemigos que han usurpado la tierra que les pertenece por herencia divina.


Pero lo extraño de la orden es: ¡Silencio todos! ¡Nadie hable ni una palabra! ¿Por qué? Dios sabía que si permitía que el pueblo hablara mientras daba las siete vueltas a la ciudad, sus palabras podían desanimar a los que dudaban. Sabía que las palabras que hablamos son semillas y que la tierra más fértil para ellas son el espíritu del hombre.  Es por eso que les dijo: “Nadie hable ni una palabra…”  Pero el séptimo día, cuando escuchen sonar las trompetas, todos griten a todo pulmón. Y se hizo el milagro. Jericó fue derribada y vencida.  Uste conoce la historia.


Pero, ¿Por qué el sonido de trompetas? Sencillamente porque nosotros hoy, estamos dando vueltas por nuestros Jericó, nuestros sueños, deseos y proyectos que el enemigo ha tenido amurallados por tanto tiempo, impidiendo que tomemos posesión de nuestros milagros, de nuestra libertad y de nuestras familias. Es entonces cuando necesitamos estar atentos al sonido de la Trompeta de Dios. Atentos a su Voz única e inconfundible en medio del mundanal ruido, para que nos guíe en el camino que desconocemos, para que nos de la Señal de que vamos bien por ese sendero, que los muros que nos encierran o separan de nuestros seres queridos ya están a punto de caer. La condición entonces fue: Solo los sacerdotes toquen sus trompetas.  Y el pueblo escuchó solo un sonido: el de las trompetas como indicativo de su victoria.  No dos sonidos ni tres. Solo Uno: La Voz de nuestro Dios.


¿Quiere victoria sobre sus problemas entonces? Esté atento a oír la Voz de su Dios. Espero que sea el mismo que yo adoro, respeto y sirvo. Es el Dios Eterno, Inamovible, Perfecto, Bueno y mucho más…


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