DE BARRO ERES
Juan 9:6 (LBLA) “Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la saliva y le untó el barro en los ojos…”
“Si no creen a mis palabras, por lo menos crean a mis obras”, dijo Jesus a los fariseos que no creían que Él era el ungido de Dios. Toda la discusión que ellos tenían era porque Jesus se negaba a confesar abiertamente que Él era el Mesías prometido por los profetas de la antigüedad que iba a llegar a Israel para libertarlo de sus miserias.
Porque siempre hay y habrá personas que aunque vean portentos y maravillas de parte de Dios, siguen diciendo que todo fue porque tuvieron buena suerte, porque estudiaron una buena carrera, porque sus papás les dejaron dinero y muchas excusas más. Lo que importa realmente es negar la divinidad de Jesus. Negar por todos los medios que Él es Dios.
Y Jesus, que tiene recursos infinitos para demostrar quien es, lo hace en esta ocasión en que un ciego de nacimiento anda cerca de él y sus discípulos. Cuando ellos lo ven le hacen la famosa pregunta: ¿Por qué nació ciego? ¿Qué sucedió para que naciera así? ¿Será que sus padres pecaron y el pago a su pecado fue que su hijo naciera ciego? Un sin fin de preguntas para cuestionar la Voluntad de Dios. Y es cuando Jesus hace algo que ya había hecho miles de años antes. Les demuestra que sigue siendo el mismo de ayer, hoy y lo será siempre. Con el acto de darle vista al ciego les muestra que sus obras hablan más alto que sus palabras. Y, en ese momento, se convierte en el Dios de Génesis. Toma lo mismo que usó para formar al hombre: barro. Repitió el milagro de la creación. Hagamos al hombre a nuestra Imagen y Semejanza.
Y como Dios no es ciego, volvió a crearle ojos al hombre para que fuera su Imagen y Semejanza. Paradójicamente, eso enfureció a los incrédulos. No podían creer que Dios estaba en el cuerpo de un carpintero de Galilea. ¿Usted que cree?
SOLI DEO GLORIA
Comentarios
Publicar un comentario