LA PODA

 ¿Usted cree que porque se porta bien con su familia, su cónyuge y con sus vecinos no va a tener que sufrir? ¿Le han enseñado que Dios es como fueron sus padres, que cuando se portaba bien le daban un premio y si se portaba mal le dan sus cuerazos?  Le mintieron. 


Dios no es así.


En Juan 15:2 está la respuesta a estas preguntas. Léalo despacio para que se de cuenta que ser cristiano no significa parar de sufrir.  Porque el dolor es un maestro. Veamos: “Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto”


Cualquier padre terrenal que ve que uno de sus hijos saca buenas notas y que es un excelente estudiante que lo honra en la escuela y que es disciplinado para hacer sus deberes, ¿que hace? Le exige màs. En vacaciones lo pone a recibir clases extras, lo inscribe en otros cursos que le puedan servir para su año que sigue, le pone tareas que a otros de sus hijos que no son de ese nivel no les interesa.  No es que no los ama, sencillamente no aprecian la inversión que se hace para que vayan màs allà de donde se encuentra el que sí aprecia lo que se hace por èl.  Eso significa que al mejor portado se le exige que se porte aún mejor. ¿Le pasò eso a usted? Vea hoy su vida profesional, laboral o intelectual. Valió la pena que le exigieran màs que a los demás. No es que usted sea especial (aunque en el Reino de Dios vaya usted a saber), pero en el ámbito familiar, usted, si es el caso, ha descollado con relación a sus hermanos. 


Lógicamente, a usted le prohibieron cosas, juguetes y distracciones que a sus hermanos si les permitieron. Es que a usted lo estaban podando.  Le estaban quitan esos estorbos para que todo el caudal de su inteligencia fuera encausado hacia su rendimiento estudiantil.  Al final, quien fue beneficiado con esos “castigos” fue usted quien ahora disfruta junto a su familia de un bienestar financiero muy diferente al resto.  Ese es su premio a aquellos tiempos de sacrificio. 


Ahora Jesus está hablando del Padre.  Y, como Padre Celestial, es un ejemplo de lo que el padre terrenal debe hacer con sus hijos.  Esto quiere decir que el sarmiento que no da fruto sencillamente lo quita de la tierra, lo ignora, lo quita de su vista, lo quita de sus planes.  Pero aquí viene lo bueno: el que da fruto lo poda. ¿Qué significa esto para nosotros los que vivimos en una sociedad de premios, de títulos y honores por un buen comportamiento?  Que El Señor cuando ve que uno de sus hijos está dando buenos frutos, le quita cosas que lo puedan distraer. Lo poda significa que le va a quitar aquellas cosas que impiden que sea mejor, mejor esposo, mejor esposa y mejor padre o madre. Todo porque “se está portando bien”.  Ah, Yo quiero eso, dice el Padre, que se porte aun mejor todavía. Y fuera las amigas que la llevan al filo de la navaja. Fuera el televisor que le quita tiempo y le mete ideas carnales a su mente. Fuera deportes que lo empujan a hablar palabrotas. 


Eso significa que mientras mejor se porte usted en el Camino de Cristo màs le van a pedir. Porque el Señor estará viendo que usted va creciendo mejor que otros, dando màs frutos dignos de Èl. Y qué mejor que hablen bien del Dios de su vida. Ese es el motivo del por qué “sufrimos”. Eso enseña que sufrir por estas cosas no duele. Duele a la carne pero no al espíritu porque produce un contentamiento de que Dios se agrada de usted. 


Así que no se pregunte por qué a algunos Dios no los poda. Por qué les permite todas sus maldades, vicios y desviaciones. Sencillamente los hizo a un lado para verlo a usted que realmente le interesa mejorar. Así de fácil.  Es triste que esto no se enseñe en la Iglesia.


SOLI DEO GLORIA

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