ALGO PARA PONERNOS A PENSAR
Juan 15:13 “Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos”
El ser humano es complejo. Dice que ama pero causa dolor. Incluso se han escrito frases que grafican muy bien este concepto: “El amor duele”. “Quien te ama te aporrea” son unos pocos ejemplos. Amar no es causar dolor. Amar es evitar que el otro se duela. Amar es esmerarse en evitar que la persona amada sufra. Y en eso, el hombre per sé no conoce lo que significa. No sabemos amar. Lo que sì sabemos es que queremos ser amados. Que me amen a toda costa. Que me eviten llorar, que no me hagan daño. Aunque yo lo cause a quien digo amar.
No hay nada màs doloroso para una mujer que vivir con un hombre que le prometió amarla hasta el fin y luego, al poco tiempo, empieza a olvidar ese juramento y comienza a tratarla mal, ultrajarla e incluso, golpearla. En esto debemos incluir también a algunas mujeres. Se olvidan de lo que prometieron en algún altar. Promesas que se fueron al aire. No sabemos lo que es amar.
Los perros tiene mucho que enseñarnos a nosotros los humanos. Nos enseñan a no causar dolor premeditado. Tienen un sentido que los hace evitar provocar tristeza y dolor a sus dueños. Dicen los veterinarios que cuando un perro siente que se va a morir se aparta a un lugar solitario. Deja de comer y ya no duerme en su mismo lugar sino busca un espacio escondido de la casa para no causar tristeza ni dolor a sus cuidadores. Sabe que les va a doler cuando se muera. Por eso se esconde bajo una cama o un rincón oscuro.
¿Todo por qué? Porque este animal tiene un cierto instinto de amor tan profundo por quienes le han alimentado que no quiere ser estorbo ni causar dolor a quienes le dieron cuidado, amor, alimento y cobijo. Quieren dejarle algo A sus amos. Un buen recuerdo.
Aquí viene una pregunta no a los perros sino a usted que es humano y por consiguiente, superior a la inteligencia del perro. ¿Qué le está dejando A sus hijos y nietos? ¿Les está dejando cosas materiales, una carrera para que se defiendan en la vida, un ejemplo de fracaso espiritual, de carnalidad, de materialismo, de amor por el mundo y sus deleites? ¿Les está exigiendo que antes de adorar a Dios adoren sus figuras, sus cabellos, sus vicios y sus malas costumbres? Usted les está dejando dolor, tristeza, agonía y pérdida de identidad. Lamento mucho decírselo tan temprano.
Pero, por el contrario, si está dejando EN sus hijos un ejemplo de virtud, de amor, respeto, espiritualidad, buenos consejos, solidez matrimonial, solidez de fe, de consagración y santidad, usted va por buen camino. Lo recordarán con mucha gratitud el resto de sus vidas.
Los ricos y poderosos les dejan A sus hijos sus herencias. Los que conocen a Jesus dejan EN sus hijos también su herencia.
No es lo mismo dejar A que dejar EN. Son conceptos antagonistas en sí mismos. Por eso Jesus, el mismo Dios que nos ama, ha dejado un tesoro EN nosotros, aparte de para nosotros.
Amar es negarnos a nosotros mismos. Es no exigir lo que no merecemos. Es evitar en lo posible que mi pareja tenga que hacer cosas por mi cuando está enferma, cuando no está en condiciones de levantarse. Siempre pregunto en mis charlas a los hombres: ¿Qué pierdo con lavar los trastos después de comer? ¿Qué pierdo con decirle a mi esposa que si ya cocinó para mi, después de comer que se vaya a descansar? No pierdo nada, pero sí gano mucho. Posiblemente no sus “gracias”, pero sí mi valentía. Sì gano respeto. Gano admiración. Y sobre todo, gano valor ante mí mismo.
Así como el perro de nuestro ejemplo quiere evitar provocar dolor a sus amos cuando siente que se acerca la hora de su muerte se esconde y no quiere que ellos lo vean sufrir para que no sufran también, así nosotros los humanos debemos ser con nuestros cónyuges. Evitar en lo posible provocarles sufrimientos inútiles y desgastantes. ¿Por qué cuido mi salud? Para evitar que mi esposa tenga que llevarme al médico. Para evitar que ella se aflija y se preocupe por mi. Para evitar que ella tenga que “tronarse los dedos” a la hora de cancelar la cuenta. Por eso me cuido. Por ella. Interesante, ¿verdad?
SOLI DEO GLORIA
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