993-IGNORANCIA ESCRITURAL

Con todo respeto, pastores, debo atreverme a levantar mi voz en contra de lo que algunos de ustedes le están enseñando a los hombres de sus congregaciones...

He oído decirles esto: Si no le alcanza el sueldo, mande a trabajar a su esposa...

¿Què? ¿Acaso la esposa no tiene suficiente trabajo en la casa? Es una ignorancia Escritural lo que hacen estos mensajeros de la Escritura que no la conocen muy bien ya que en ella claramente se ordena que la mujer permanezca en el hogar para cuidarlo, atenderlo y sobre todo, guiar a los hijos.

¿Acaso no dice la Escritura hablando a los hijos: "Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
y no abandones la enseñanza de tu madre..."?

Muy bien, si la Escritura dice esto se da por sentado que la enseñanza que el hijo recibe es de la madre, no de la maestra ni de la abuela ni de la tía que lo cuida mientras ella "sale a trabajar". A la muerte de la mamá de mis hijos tuve que quedarme un año en la casa para atenderla. Allí aprendí lo que hace una mujer en casa. No alcanzan las horas para terminar las tareas... Y cuando digo las tareas estoy hablando del trabajo en el hogar. Eso me cambio el paradigma militar que yo tenía y empecé a valorar más el esfuerzo que una mujer hace atendiendo la casa...

Otra pregunta caballeros pastores que todo lo saben: El Señor ordenó que la cabeza de la esposa es el esposo. Si esto es así, por favor díganme què sucede cuando una mujer casada se emplea en una oficina o en una empresa cualquiera: ¿Quien se convierte en su cabeza? Claro, el jefe. El que paga manda. Eso indica que esta dama tiene dos cabezas. Una, su esposo. Otra, su jefe... Y quiero decirles algo importante: La segunda cabeza es la más peligrosa. Si la dama en cuestión se niega a quedarse trabajando las horas que el jefe le pida, la amenaza con despedirla y entonces el cheque que ella aporta ya no llegará a su flamante esposo que la envió a trabajar. Consecuencia lógica: desplome financiero.  A menos, claro que está, que ella obedezca y se quede trabajando obedeciendo a su segunda cabeza que es su jefe.  Además, como ya estamos en noviembre, empiezan las fiestas de fin de año. ¿En donde se supone que debe andar la esposa del evangèlico que la mandó a trabajar? Organizando fiestas de fin de año, organizando concursos, buscando el menú para la cena de despedida, arreglándose el cabello para una buena presentación social y abandonando más horas el hogar que es donde ella debe estar... Todo por un cheque... ¡Què lastima...!

¿Es esto lo que enseña la Biblia? No.

¿Què hacemos entonces cuando no alcanza el sueldo del proveedor de la casa? Lo que dice la Palabra: Ore. Confíe en Dios. Sométase a sus ordenanzas. Viva en santidad. Consàgrese al Señor. Lea la Biblia. Madrugue para buscar en oración al Señor. Sea sacerdote de su casa. Trate a su esposa como vaso más frágil. Olvídese del lenguaje profano. Cambie su modo de tratar a sus hijos. Llegue temprano a casa. Ayude a su esposa en la cocina. Vea menos televisión. No hable carnalidades. Dè el ejemplo de fe a su familia. Diezme y siembre en el Reino de Dios.  Sea un hombre de Dios... Es la única manera de que el dinero alcance porque si usted hace su parte, Dios hará la suya...

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