SISTEMA DE CREENCIAS

Fil. 4.4 "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos!"

¿Quiere usted estar en paz? Lamento decirle que èsta no existe fuera de Cristo Jesus. Por eso Èl dijo: Mi paz les dejo, mi paz les doy, no como el mundo la da... El mundo no puede dar paz precisamente porque no puede. No tiene. Pregùntele a la gente que vive en el mundo si tiene paz. Le dirá que la paz cada día se aleja más y más de ellos...

Las convicciones que usted tenga es lo que le produce paz. Pablo nos insta insistentemente a gozarnos. A alegrarnos... Pero, ¿puede alguien en el caos que estamos viviendo, alegrarse así nomas? ¿Será que Pablo no sabe lo que nos está pidiendo? ¿O será que él no vivió lo que nosotros estamos viviendo? ¡claro que sí! y multiplicado por diez... Por eso Pablo es explícito: "Alégrense en el Señor" Es porque creemos en el Señor  que tenemos paz, y  seguridad y porque esperamos en el Señor es que podemos, aún en medio del acoso de las pandillas, gozarnos, regocijarnos y estar alegres...

Observe entonces su sistema de creencias. Ellas son su respuesta a las preguntas fundamentales sobre la vida: ¿Existe alguien que controle el universo? ¿Tiene la vida algún propósito? ¿Tengo valor? ¿Todo lo que existe es esta vida?  Su sistema de creencias no tiene nada que ver con el color de su piel, su apariencia, sus talentos o su edad.  A su sistema de creencias no le preocupa el exterior de su vida, sino el interior. Es el conjunto de convicciones (todos ocultos) del que depende su fe.  Si su sistema de creencias es sólido, se mantendrá en pie.  Si es débil, la tormenta le ganará la batalla...

Para cambiar la manera que una persona responde ante la vida, cambie lo que la persona cree sobre la vida.  Lo más importante de usted es su sistema de creencias...

Cuando usted pierde el control de la cosas viene el temor. La percepción de control produce calma. Es por eso que cuando alguien pierde el control de algo, lo que sea que controle, llega el caos. Pierde la calma. Pierde el gozo. Se amarga y entra en pánico. ¿Se puede controlar todo, entonces? Nunca se suba a un avión sin un paracaídas.  Nunca visite un restaurante sin llevar sus propios cubiertos.  Nunca salga de su casa sin una máscara antigás.  Nunca entregue su corazón por miedo a que se lo rompan.  Nunca pise la raya en la acera por miedo a alterar su suerte.  Enfrente el miedo asumiendo el control... ¡Ah, si fuera posible hacerlo!

La seguridad es una impostora. Alguien puede acumular millones de dólares y aún así perderlos en un momento de mala inversión. Un fanático de la salud puede comer solo nueces y vegetales y aun así batallar contra el cáncer.  Un ermitaño puede evitar todo contacto humano y aun así luchar contra el insomnio...

Queremos seguridad, pero lo único seguro es la falta de ella.

Es por eso que los que confían en Jehovà tendrán alas como las águilas. Solo en Èl tenemos paz. Solo en Èl podemos pasar en medio de los valles de sombra de muerte. Solo con Èl podemos caminar en medio de lobos hambrientos. Solo en Jesus tenemos paz. Solo en Èl tenemos salud.

¿Como están sus convicciones entonces...?

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