SÌSIFO
Hay personas que se acostumbran a cargar recuerdos, dolores, angustias del pasado...
Las llevan como una penitencia que se han autoimpuesto para sentir que están cargando con las consecuencias de sus pecados o imprudencias cometidas hace mucho tiempo... Se sienten víctimas de sus propias vidas. Les gusta hacer parecer como que sufren lo "que les toca.."
Nada más lejos de la verdad de Dios...
Jesus dijo: "Echa sobre Mì tu carga y yo te daré descanso".
Pero estas personas creen que Jesus no podrá soportar la carga de sus culpas y errores. Mejor deciden llevarlas ellos mismos y viven encorvados bajo el peso de los amargos recuerdos que cargan sobre sus espaldas...
Si Jesus soportó la Cruz, ¿cómo no soportará mis cargas? El madero fue lo más pesado que Èl llevó sobre sí mismo porque en ese madero estaban todos mis pecados cometidos y los que seguiré cometiendo... Entonces, es una herejía pensar que Èl no puede darme el descanso si echo sobre sus espaldas mis culpas...
Esas personas quieren ser como Sìsifo. El mito de Sìsifo dice que este rey destronado por sus faltas fue castigado con ceguera y condenado a llevar sobre su espalda una roca cuesta arriba y que al llegar, èsta volvía a caer al fondo del abismo y Sìsifo tenía que volver a ponerla sobre sus espaldas y empezar nuevamente a subirla a la cima... Así sucedía perpetuamente...
Pero para algunos cristianos esto no es mitología solamente. Es su diario vivir. Viven perpetuamente recordando las amarguras del pasado. Viven con un sabor perpetuo amargo en la boca por los recuerdos de su niñez abandonados o rechazados. No tuvieron un padre que los amara y los hiciera sentir importantes y ahora vagan, como Sìsifo, llevando ese dolor sobre sus espaldas haciendo que la gente les tolere sus malcriadezas, sus caprichos y sus absurdos deseos...
Hay esposas que fueron dañadas desde su edad infantil por una madre abusadora o por un padre borracho y ahora que están casadas, le cobran al esposo o a los hijos la amargura que cargan constantemente sobre sus lomos haciéndoles la vida imposible de vivirla a su lado...
Sus rocas no les dejan vivir tranquilos. Una y otra vez, como en la historia de Sìsifo, vuelven a tomar sus rocas cada dìa que amanece y se preparan para la dura tarea de llevarla sobre sus propias vidas que están siendo destruidas por una acción que Jesucristo quiere aliviarles...
La ceguera que estas personas tienen, como el mitológico Sìsifo, no les permite ver que hay otro estilo de vida. Hay una Libertad que nos ha sido ofrecida sin tener que pagar nada...
Echa sobre Mì, tus cargas y yo te daré descanso... Ofrece Jesus...
Las llevan como una penitencia que se han autoimpuesto para sentir que están cargando con las consecuencias de sus pecados o imprudencias cometidas hace mucho tiempo... Se sienten víctimas de sus propias vidas. Les gusta hacer parecer como que sufren lo "que les toca.."
Nada más lejos de la verdad de Dios...
Jesus dijo: "Echa sobre Mì tu carga y yo te daré descanso".
Pero estas personas creen que Jesus no podrá soportar la carga de sus culpas y errores. Mejor deciden llevarlas ellos mismos y viven encorvados bajo el peso de los amargos recuerdos que cargan sobre sus espaldas...
Si Jesus soportó la Cruz, ¿cómo no soportará mis cargas? El madero fue lo más pesado que Èl llevó sobre sí mismo porque en ese madero estaban todos mis pecados cometidos y los que seguiré cometiendo... Entonces, es una herejía pensar que Èl no puede darme el descanso si echo sobre sus espaldas mis culpas...
Esas personas quieren ser como Sìsifo. El mito de Sìsifo dice que este rey destronado por sus faltas fue castigado con ceguera y condenado a llevar sobre su espalda una roca cuesta arriba y que al llegar, èsta volvía a caer al fondo del abismo y Sìsifo tenía que volver a ponerla sobre sus espaldas y empezar nuevamente a subirla a la cima... Así sucedía perpetuamente...
Pero para algunos cristianos esto no es mitología solamente. Es su diario vivir. Viven perpetuamente recordando las amarguras del pasado. Viven con un sabor perpetuo amargo en la boca por los recuerdos de su niñez abandonados o rechazados. No tuvieron un padre que los amara y los hiciera sentir importantes y ahora vagan, como Sìsifo, llevando ese dolor sobre sus espaldas haciendo que la gente les tolere sus malcriadezas, sus caprichos y sus absurdos deseos...
Hay esposas que fueron dañadas desde su edad infantil por una madre abusadora o por un padre borracho y ahora que están casadas, le cobran al esposo o a los hijos la amargura que cargan constantemente sobre sus lomos haciéndoles la vida imposible de vivirla a su lado...
Sus rocas no les dejan vivir tranquilos. Una y otra vez, como en la historia de Sìsifo, vuelven a tomar sus rocas cada dìa que amanece y se preparan para la dura tarea de llevarla sobre sus propias vidas que están siendo destruidas por una acción que Jesucristo quiere aliviarles...
La ceguera que estas personas tienen, como el mitológico Sìsifo, no les permite ver que hay otro estilo de vida. Hay una Libertad que nos ha sido ofrecida sin tener que pagar nada...
Echa sobre Mì, tus cargas y yo te daré descanso... Ofrece Jesus...
saludos Pastor!
ResponderEliminarQue grata sorpresa encontrar un escrito, después de varios días de ausencia.
Cada vez Dios nos abre los ojos del entendimiento.
Gracias.