MUERTOS
Lucas 9:59 "A otro dijo: Sígueme. Pero él dijo: Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre. Mas El le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos"
El costo del discipulado es alto... No admite excusas ni pretextos. O se es discípulo o no. No hay términos medios. Tampoco medias tintas...
El problema de la Iglesia evangélica de hoy es que no se enseña sobre estas cosas. Basta con que usted se "convierta" a Cristo y ¡todo esta arreglado! Venga a un par de cultos, lea un poco su Biblia, aprenda el lenguaje evangélico... por lo demás, deje que Jesus haga el resto...
¿Que resto? Me pregunto. Si Èl ya ha hecho lo más duro. Recibió latigazos sin merecerlos. Cargó la cruz sin ninguna razón humana. Lo escupieron en el rostro. ¿Se imagina? Babas ligosas resbalando por sus mejillas sin una razón justa. Lo clavaron en el madero, derramó toda su sangre y lo traspasaron con una lanza... ¿Que resto quiere que Èl haga? ¿No le parece, amable pastor, que hay que enseñarle a la gente a que haga algo? No para ser salvos, por supuesto. La salvación es por Gracia y es de Dios. Hay que hacer algo precisamente porque SOMOS salvos.
Yo lo entiendo fácilmente porque soy extranjero en este paìs. Al ser extranjero debo hacer cosas que no hacen los nacionales. Debo pagar más impuestos. Debo respetar mucho más las leyes de tránsito. Debo obedecer las instrucciones que me exigen ser un buen ciudadano. No debo meterme en política. No debo dar opiniones al respecto. No debo hacer proselitismo por ningún partido político. Debo quedarme callado. ¿Para ser aceptado? ¡No! Porque ustedes, los salvadoreños me han aceptado como uno de ustedes... Es es el fruto de la Salvación. No para que me salven, sino porque me han salvado...
Este muchacho de la historia es muy singular. Tenía miedo a la escasez. Seguramente había visto vivir a Jesus y sus discípulos de una forma que a èl le parecía muy asceta. Si querían almorzar tenían que ir a pescar. Si querían agua tenían que orar. Si querían dormir en algún lugar, había que esperar que alguien se apiadara de ellos. Vivían de limosnas que unas mujeres le daban a Jesus y sus compañeros. Tenían que hacer bien las cuentas para que les alcanzara lo que recibían...
Por eso toma una decisión: Tiene que ir a la casa de su padre que, dicho sea de paso, se encontraba gozando de buena salud. El señor tiene más años de vida que un elefante. Ni vislumbre de que se vaya de este mundo. Se cuida tanto que no se enferma, y si no se enferma, falta mucho para que se muera. Además de eso, no quiere nada con Jesus. Tiene tanto dinero que no le hace falta que le regalen nada, incluyendo la salvación. Esta muerto en vida. Si no tiene la Vida, está muerto...
Y su hijo espera recibir su herencia. Claro, hay que esperar a que papi se muera para que le den su parte de riqueza. Pero para que se la den, tiene que vivir con el viejito... Ya sabe usted como son las cosas con eso del dinero... Así que cuando Jesus le dijo "sígueme", el joven hace sus cuentas. Hay dinero pendiente de recibir en su casa. Pero, repito, para recibirlo su papá tiene que irse de este mundo. Lo que significa: "Jesus, permíteme estar con mi padre y cuando se muera y reciba mi herencia entonces te sigo... Así no tengo que vivir de sobras. No tengo que pasar penas como Pedro y los demás. Cuando venga del entierro y con suficientes fondos puedo seguirte a donde vayas... Cuenta desde ya con mis diezmos. Hasta te puedo construir una casa. Te lo prometo..." ¿Le cree usted?
El costo del discipulado es alto... No admite excusas ni pretextos. O se es discípulo o no. No hay términos medios. Tampoco medias tintas...
El problema de la Iglesia evangélica de hoy es que no se enseña sobre estas cosas. Basta con que usted se "convierta" a Cristo y ¡todo esta arreglado! Venga a un par de cultos, lea un poco su Biblia, aprenda el lenguaje evangélico... por lo demás, deje que Jesus haga el resto...
¿Que resto? Me pregunto. Si Èl ya ha hecho lo más duro. Recibió latigazos sin merecerlos. Cargó la cruz sin ninguna razón humana. Lo escupieron en el rostro. ¿Se imagina? Babas ligosas resbalando por sus mejillas sin una razón justa. Lo clavaron en el madero, derramó toda su sangre y lo traspasaron con una lanza... ¿Que resto quiere que Èl haga? ¿No le parece, amable pastor, que hay que enseñarle a la gente a que haga algo? No para ser salvos, por supuesto. La salvación es por Gracia y es de Dios. Hay que hacer algo precisamente porque SOMOS salvos.
Yo lo entiendo fácilmente porque soy extranjero en este paìs. Al ser extranjero debo hacer cosas que no hacen los nacionales. Debo pagar más impuestos. Debo respetar mucho más las leyes de tránsito. Debo obedecer las instrucciones que me exigen ser un buen ciudadano. No debo meterme en política. No debo dar opiniones al respecto. No debo hacer proselitismo por ningún partido político. Debo quedarme callado. ¿Para ser aceptado? ¡No! Porque ustedes, los salvadoreños me han aceptado como uno de ustedes... Es es el fruto de la Salvación. No para que me salven, sino porque me han salvado...
Este muchacho de la historia es muy singular. Tenía miedo a la escasez. Seguramente había visto vivir a Jesus y sus discípulos de una forma que a èl le parecía muy asceta. Si querían almorzar tenían que ir a pescar. Si querían agua tenían que orar. Si querían dormir en algún lugar, había que esperar que alguien se apiadara de ellos. Vivían de limosnas que unas mujeres le daban a Jesus y sus compañeros. Tenían que hacer bien las cuentas para que les alcanzara lo que recibían...
Por eso toma una decisión: Tiene que ir a la casa de su padre que, dicho sea de paso, se encontraba gozando de buena salud. El señor tiene más años de vida que un elefante. Ni vislumbre de que se vaya de este mundo. Se cuida tanto que no se enferma, y si no se enferma, falta mucho para que se muera. Además de eso, no quiere nada con Jesus. Tiene tanto dinero que no le hace falta que le regalen nada, incluyendo la salvación. Esta muerto en vida. Si no tiene la Vida, está muerto...
Y su hijo espera recibir su herencia. Claro, hay que esperar a que papi se muera para que le den su parte de riqueza. Pero para que se la den, tiene que vivir con el viejito... Ya sabe usted como son las cosas con eso del dinero... Así que cuando Jesus le dijo "sígueme", el joven hace sus cuentas. Hay dinero pendiente de recibir en su casa. Pero, repito, para recibirlo su papá tiene que irse de este mundo. Lo que significa: "Jesus, permíteme estar con mi padre y cuando se muera y reciba mi herencia entonces te sigo... Así no tengo que vivir de sobras. No tengo que pasar penas como Pedro y los demás. Cuando venga del entierro y con suficientes fondos puedo seguirte a donde vayas... Cuenta desde ya con mis diezmos. Hasta te puedo construir una casa. Te lo prometo..." ¿Le cree usted?
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