¡CUIDADO, PADRES...!

"El que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Juan 14:9)

 Cuando se acepta a Jesus como Señor y Salvador, hay un segundo acontecimiento que casi nadie ha tomado en cuenta y deja pasar esa perla y se pierde el contexto de la conversión... Es cierto, el primer paso para entrar a una dimensión hasta ese momento desconocido es entregarle las riendas de nuestra vida a Jesus...

Pero Èl hace algo más inmediatamente: Nos lleva al Padre... Otro hijo salvado, Padre. Otro hermano que vuelve a casa, Padre. Pablo dice que a través de Cristo recibimos el espíritu de adopción, que ahora somos hijos de Dios...

Muy bien...

En mis platicas con los hombres, les hago esta pregunta: ¿Por què Jesus, después de aplicarnos su Sangre para limpiarnos de nuestros pecados nos lleva al Padre? ¿Por què no a la playa, o al cine, o a jugar futbol? La respuesta es simple y profunda, queridos lectores: Todos necesitamos conocer al Padre. Tanto las mujeres como los hombres tenemos una vaga idea de lo que es un padre. Esto es así porque nuestros padres (hombres) no fueron todo lo perfectos que nosotros hubiéramos querido... Ya sé, más de alguien estará pensando, pastor Berges, usted está equivocado. Mi padre fue un buen hombre. Me pagó estudios. Me dio consejos. Nunca me faltó nada. Mi padre fue un santo... Se lo acepto. Toda regla tiene su excepción... Pero, ¿puedo preguntarle a su mamá si su perfecto papá fue un perfecto esposo? No porque un hombre fue un buen padre forzosamente fue un buen esposo. ¿Por què los divorcios? O un buen esposo fue un buen padre. Porque no nos engañemos... La mayoría de nosotros los hombres fallamos en algo. Precisamente para necesitar que Jesus nos lleve al Padre, Padre con mayúsculas...

Vaya a un estadio y vea lo que los hijos hacen para animar a sus jugadores: lo mismo que hacen sus padres. Insultan, usan palabras profanas, escupen, hacen pipí en las llantas de los carros, se burlan de otros, menosprecian a los desafortunados... Son la figura de su padre. Aunque la Biblia dice también "Tal la madre, tal la hija", no por eso niega: "Tal el sacerdote, tal el pueblo".

Estoy empeñado desde hace unos doce años que empecé un ministerio de Hombres en mi congregación a instruir y lograr que los hombres que están bajo mi púlpito sean hombres de una sola mujer. ¿Por què? No solo por ellos. Quiero que sus hijos aprendan viendo a su padre tratar cortésmente a su madre. Quiero que sus hijos vean que su padre no fue castrado solo porque lavaba los platos después que su esposa cocinara. Quiero que sus hijas vean la calidad de padre que tienen cuando ven que trata con cariño y ternura a su madre. Porque no hay mejor regalo para un hijo que este vea que su padre respeta, ama y dignifica a su mamá...

Llegará el dìa cuando uno de esos hijos puedan decir: "Lo que ustedes ven en mí, es lo que mi padre fue". Eso se logra solo conociendo al Padre Celestial que nos enseña, nos impulsa y nos invita a verlo a Èl en la persona de su Hijo... ¿Como la ven...?

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