VICTORIAS

1 Cor. 11:25b "haced esto... en memoria de mí".

¿Cómo lograr que al salir a la calle no sea arrastrado por la concupescencia de mis ojos y sentidos? Todos sabemos que la lujuria y a sensualidad es nuestro pan de cada dìa con respecto a las tentaciones...

No hay hombre o mujer que no seamos tentados cada vez que vamos al supermercado o al centro comercial al ver tanta exhibición corporal... Estamos viviendo los últimos tiempos, los tiempos que predijo nuestro Señor que serían como los días de Sodoma y Gomorra: Sexo, lujuria, sensualidad, depravación moral y una pérdida lamentable de la espiritualidad...

Nunca como hoy se han levantado gurùs que ofrecen doctrinas y enseñanzas para relajamiento mental. Abundan las salas de masajes para anular el estrés que está acabando con mucha gente. Hoy es más fácil encontrar  una mesa para masajes orientales para olvidar las penas que una Iglesia que ayude y colabore con la gente para sacarlas de esa miasma que les está ahogando irremisiblemente...

Vea las pocas librerías que aún quedan en nuestra ciudad y encontrará una buena cantidad de libros de relajación mental. Como alcanzar el Nirvana. Como llegar al Paraíso de las Ménades y un largo etcétera... ¡ah! pero encontrará toda clase de inciensos para aromaterapia, musicoterapia, risaterapia y otro montón de terapias...

Nada de eso le dará el resultado que usted espera. Porque el Unico que puede darnos libertad verdadera es Jesus. El problema es que al hablar de Jesus todos se ponen erizos... Se les paran los pelos de los brazos al solo oír ese Nombre... ¿Por què no se erizan cuando escuchan el nombre de Krishna, o Buda, o Mahoma? Porque ninguno de ellos llega al hueso. Ninguno de ellos ofrece lo que ofrece Jesus.

Pero la situación se empeora cuando empezamos a entender que a Jesus no lo podemos engañar. Porque Èl está en todo lugar, en todo momento y en toda situación.

Las victorias, mis queridos lectores, la alcanzaremos única y exclusivamente cuando pensemos lo correcto, lo justo, lo  digno de ser mencionado: Jesus. Por eso el subtítulo de mi artículo: "haced esto  en memoria de mí." Solo cuando caminamos entre el fango de este mundo, cuando nos sentamos a la par de un hijo del Diablo, cuando estamos en lugares tenebrosos, lo que nos pide Jesus es que hagamos todo en memoria de Èl. Es decir, saber y pensar en todo momento que todo lo que hagamos, lo que digamos, lo que pensemos debe estar en concordancia con Èl... ¿Què haría Jesus? debe ser la pregunta que nos debemos hacer antes de iniciar algo.

Hacer todo en memoria de Èl significa tenerlo presente en todas las circunstancias de nuestro diario vivir. Es la única manera de regresar a casa cada noche y decir sus mismas palabras: "Consumado es". "He terminado la carrera". "He vencido"... ¿Difícil? Parece que sí, pero cuando uno se encarrila en esa disciplina ya no serà tanto por cuanto Èl, que está a nuestro lado nos ayudará... No lo dude...

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