TRANSFORMACIÒN
Ver el firmamento por las noches es un espectáculo que hermosea el corazón...
Observar a los lejos las estrellas que titilan enviando un mensaje a la tierra para que hagamos un alto en nuestros afanes y les dediquemos una pequeña mirada... Sus diminutos rayos que reflejan la Mano Poderosa del Señor como utilizando un pincel para poner en su Cielo su sello de creatividad para gozo de los humanos...
Pero estos están tan ocupados en sus afanes y trabajos que no tienen tiempo de ver lo que el Cielo nos dice... "Los cielos declaran su gloria..."
Cuando Dios entra en un corazón no lo puede dejar igual... Cuando usted ha declarado que el Señor serà su Señor de ese momento en adelante, es mejor que se prepare para ser transformado... Claro, quedan exentos aquellos que no saben lo que hacen en el momento de decir "si, acepto al Señor...". Porque lógicamente, si lo hicieron bajo presión, sin saber con claridad su confesión no tengan pena, no pasa nada...
Pero para los que anhelan un verdadero nuevo estilo de vida tienen que estar listos para empezar a ver cambios en su conducta, en su vida y en su intimidad...
Permitir que Dios entre en nuestro corazón es una aventura que nos llevará de nivel en nivel y, sin explicarnos cómo ni cuando, de pronto nos damos cuenta que las cosas que eran importantes para nosotros han perdido su importancia... Porque con su entrada, también trae órdenes, exhortaciones, temores y tragedias. Una vez poseída el alma de una persona se hace el Rey y no queda nadie más que Èl en esa alma.
Pero con sus ordenes y sus leyes trae también amor, deleite espiritual, paz para el alma y luz en las tinieblas... Sin Dios en nuestra vida, tan solo tenemos el mundo, la desilusión, el hombre, el polvo y el dolor de un vacío que no puede ser llenado por el hombre ni por persona ni cosa alguna...
Sin Dios se tiene la muerte, sin el más Santo, bendito sea Su Nombre, se tiene la tragedia, el pesimismo, el llanto y la soledad de una noche sin luz... Sin Dios en nuestra vida solo tenemos lágrimas que no pueden ser consoladas...
Todo el oro del mundo es incapaz de comprar su paz, que sobrepasa todo entendimiento... "El Señor es misericordioso y lleno de compasión, lento para la ira y grande en misericordia. El Señor es justo en todos sus caminos y santo en todas sus obras..."
Sin Dios solo tendremos ansiedad por el mañana. Solo tendremos dudas que nos devoran los sueños y las ilusiones. Sin Dios no tendremos solución a nuestros pecados. No tendremos perdón, consuelo ni una Mano que nos levante cuando caemos...
Sì, es cierto: Nos quita muchas cosas pero con el tiempo nos damos cuenta que estas eran un lastre que no nos dejaban caminar. Eran pesos que nos agobiaban causándonos incertidumbre... Pero ahora que Èl ha llegado todo cambia. La vida cambia. Los sueños se hacen realidad. La paz inunda la vida. El color se disfruta. La sonrisa de un niño ilumina nuestro destino. La crisálida anuncia el nacimiento de una nueva aventura de fe... Sin Dios no hay nada. Con Èl lo tenemos todo...
Observar a los lejos las estrellas que titilan enviando un mensaje a la tierra para que hagamos un alto en nuestros afanes y les dediquemos una pequeña mirada... Sus diminutos rayos que reflejan la Mano Poderosa del Señor como utilizando un pincel para poner en su Cielo su sello de creatividad para gozo de los humanos...
Pero estos están tan ocupados en sus afanes y trabajos que no tienen tiempo de ver lo que el Cielo nos dice... "Los cielos declaran su gloria..."
Cuando Dios entra en un corazón no lo puede dejar igual... Cuando usted ha declarado que el Señor serà su Señor de ese momento en adelante, es mejor que se prepare para ser transformado... Claro, quedan exentos aquellos que no saben lo que hacen en el momento de decir "si, acepto al Señor...". Porque lógicamente, si lo hicieron bajo presión, sin saber con claridad su confesión no tengan pena, no pasa nada...
Pero para los que anhelan un verdadero nuevo estilo de vida tienen que estar listos para empezar a ver cambios en su conducta, en su vida y en su intimidad...
Permitir que Dios entre en nuestro corazón es una aventura que nos llevará de nivel en nivel y, sin explicarnos cómo ni cuando, de pronto nos damos cuenta que las cosas que eran importantes para nosotros han perdido su importancia... Porque con su entrada, también trae órdenes, exhortaciones, temores y tragedias. Una vez poseída el alma de una persona se hace el Rey y no queda nadie más que Èl en esa alma.
Pero con sus ordenes y sus leyes trae también amor, deleite espiritual, paz para el alma y luz en las tinieblas... Sin Dios en nuestra vida, tan solo tenemos el mundo, la desilusión, el hombre, el polvo y el dolor de un vacío que no puede ser llenado por el hombre ni por persona ni cosa alguna...
Sin Dios se tiene la muerte, sin el más Santo, bendito sea Su Nombre, se tiene la tragedia, el pesimismo, el llanto y la soledad de una noche sin luz... Sin Dios en nuestra vida solo tenemos lágrimas que no pueden ser consoladas...
Todo el oro del mundo es incapaz de comprar su paz, que sobrepasa todo entendimiento... "El Señor es misericordioso y lleno de compasión, lento para la ira y grande en misericordia. El Señor es justo en todos sus caminos y santo en todas sus obras..."
Sin Dios solo tendremos ansiedad por el mañana. Solo tendremos dudas que nos devoran los sueños y las ilusiones. Sin Dios no tendremos solución a nuestros pecados. No tendremos perdón, consuelo ni una Mano que nos levante cuando caemos...
Sì, es cierto: Nos quita muchas cosas pero con el tiempo nos damos cuenta que estas eran un lastre que no nos dejaban caminar. Eran pesos que nos agobiaban causándonos incertidumbre... Pero ahora que Èl ha llegado todo cambia. La vida cambia. Los sueños se hacen realidad. La paz inunda la vida. El color se disfruta. La sonrisa de un niño ilumina nuestro destino. La crisálida anuncia el nacimiento de una nueva aventura de fe... Sin Dios no hay nada. Con Èl lo tenemos todo...
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