SI...
Hablar con Dios es a veces una cuestiòn de cuesta arriba... La colina se hace tan empinada que uno no sabe realmente como expresarse ante la Majestad. Puede sentir que le está faltando el respeto al Señor cuando se trata de abrir el corazón. Porque el corazón humano no sabe de reglas. Lo único que desea es paz. Lo único que necesita es sentir que Dios esta escuchando sus lamentos y quejidos...
Es como un niño que necesita la leche de su madre. Clama, llora, gime, se mueve... hasta que siente que le han puesto atención y le dan lo que sacia su hambre o su sed...
Bajo ese parangón, todos somos como niños. Solamente aquellos que nunca han sentido la necesidad de suplir algo que está fuera de su alcance y acude al Señor en busca de ayuda sabe lo que estoy hablando... De lo que angustia. De las fechas que se acercan y hay pagos que cumplir. Cuando el cielo se cierra y no hay respuestas de parte del Señor que ha prometido responder...
Cuando el cáncer agobia la fe. Cuando la metástasis invade el cuerpo. Cuando la refri se vacía. Cuando la billetera no tiene más que papeles doblados y direcciones olvidadas. Cuando la cabeza se dobla como caña cascada y la mirada se pierde en el horizonte esperando, como el profeta, ver si aparece alguna nube que anuncie la lluvia de bendiciones que se espera...
Es cuando le recordamos al Señor todos los "si..."
Si sanaste a la hija de la mujer extranjera, puedes sanar mis finanzas, Señor...
Si resucitaste a Lázaro, también puedes resucitar mi esperanza...
Si sacaste a Pedro del hundimiento que lo amenazaba con ahogarlo, puedes sacarme a mì también...
Si resucitaste a la hija de Jairo, puedes resucitar mi fe...
Si liberaste al gadareno y lo enviaste libre a su casa, lo mismo puedes hacer conmigo...
Si con cinco panes y dos peces alimentaste a cinco mil personas con sus mujeres y sus hijos, puedes hacer ese milagro en mi vida...
¿Que te lo impide, Señor...?
Sin embargo, como David, te seguiré cantando alabanzas. Continuaré levantando mis manos vacías hacia Ti para que pongas un milagro en ellas, para que vivifiques mis sueños y esperanzas y mi fe se levante hasta tu Trono de Gloria...
Porque Tù has prometido estar conmigo todos los días... Hoy es uno de esos días que necesito que estés a mi lado Dios... Hoy... Solo hoy, por favor...
Es como un niño que necesita la leche de su madre. Clama, llora, gime, se mueve... hasta que siente que le han puesto atención y le dan lo que sacia su hambre o su sed...
Bajo ese parangón, todos somos como niños. Solamente aquellos que nunca han sentido la necesidad de suplir algo que está fuera de su alcance y acude al Señor en busca de ayuda sabe lo que estoy hablando... De lo que angustia. De las fechas que se acercan y hay pagos que cumplir. Cuando el cielo se cierra y no hay respuestas de parte del Señor que ha prometido responder...
Cuando el cáncer agobia la fe. Cuando la metástasis invade el cuerpo. Cuando la refri se vacía. Cuando la billetera no tiene más que papeles doblados y direcciones olvidadas. Cuando la cabeza se dobla como caña cascada y la mirada se pierde en el horizonte esperando, como el profeta, ver si aparece alguna nube que anuncie la lluvia de bendiciones que se espera...
Es cuando le recordamos al Señor todos los "si..."
Si sanaste a la hija de la mujer extranjera, puedes sanar mis finanzas, Señor...
Si resucitaste a Lázaro, también puedes resucitar mi esperanza...
Si sacaste a Pedro del hundimiento que lo amenazaba con ahogarlo, puedes sacarme a mì también...
Si resucitaste a la hija de Jairo, puedes resucitar mi fe...
Si liberaste al gadareno y lo enviaste libre a su casa, lo mismo puedes hacer conmigo...
Si con cinco panes y dos peces alimentaste a cinco mil personas con sus mujeres y sus hijos, puedes hacer ese milagro en mi vida...
¿Que te lo impide, Señor...?
Sin embargo, como David, te seguiré cantando alabanzas. Continuaré levantando mis manos vacías hacia Ti para que pongas un milagro en ellas, para que vivifiques mis sueños y esperanzas y mi fe se levante hasta tu Trono de Gloria...
Porque Tù has prometido estar conmigo todos los días... Hoy es uno de esos días que necesito que estés a mi lado Dios... Hoy... Solo hoy, por favor...
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