¿REGALOS O PERDON?

Gen. 33:3-4 "y él se les adelantó, y se inclinó hasta el suelo siete veces hasta que llegó cerca de su hermano. Entonces Esau corrió a su encuentro y lo abrazó, y echándose sobre su cuello lo besó, y lloraron"

Esto va a doler, muchachos...

La historia que narran los capítulos 32 y 33 de Gènesis es apasionante e ilustrativa... Nos ponen entre la espada y la pared. El asunto va así:
Hace casi veintiún años que Jacob abandonó su casa huyendo de su hermano Esau al que le había cambiado su primogenitura por un plato de lentejas. Esau, al darse cuenta del engaño, promete matarlo. Se vengará llegado el tiempo. Jacob al oírlo, salió huyendo hacia la casa de su tío Laban. Este lo hizo trabajar catorce años por sus hijas. No voy a entrar en detalles que todos conocemos. Lea y Raquel. La amada de Jacob era Raquel aunque Lea le dio más hijos que su hermana...

Cuando salió no llevó nada más que su báculo. En Betel se encuentra con Dios y le hace una promesa: "Si tú me prosperas y me permites regresar en paz a mi tierra, tú serás mi Dios y yo te daré mis diezmos..."  Dios acepta el reto y lo bendice mucho. A pesar de sus luchas y tormentos con su tramposo tío, Jacob prospera y es muy bendecido financieramente...

Llegó el tiempo de su regreso.  Durante 20 años todo había ido bien, hasta que se entera de algo espantoso: ¿Ni saben quien lo está esperando al otro lado de la frontera? ¡Adivinaron! Su hermano Esau. Y lo que es peor: tiene cuatrocientos hombres con èl. Lógicamente, Jacob entra en pánico. Sabe que dejó algo pendiente hace años. Sabe que a su hermano no se le ha olvidado la trampa que le hizo con eso de los frijoles. Sabe que le dejó herido el corazón y dañado su valor... Jacob tiene algo que era de Esau y ahora que regresa feliz y contento, se le amarga el viaje de saber que su hermano está esperando y no para darle un ramo de rosas por supuesto... Se queda solo esa noche en el trayecto... Cerca hay un arroyo llamado Jaboc y un ángel se le aparece y lucha con èl... Allí es cambiado el hombre viejo por uno nuevo... Sin embargo no todo ha cambiado en el interior de Jacob porque al dìa siguiente prepara una ofrenda dividida en tres para que Esau se contente con sus regalos...

Èl espera que su hermano, al ver todo el dineral que ha invertido en sus regalos se olvide de lo que pasò hace tiempo. Espera contentarlo con sus regalos. Olvida lo que pasò, hermano, olvídalo y toma mis regalos como muestra de mi arrepentimiento... Solo que no funciona con Esau. Este le dice que èl tiene suficiente dinero como para ser comprado con un par de vacas, ovejas y todo lo demás... Pide algo más. Algo que realmente muestre su arrepentimiento. Cualquier parecido es pura coincidencia...

Mañana muchos caballeros le regalarán rosas a su esposa. Las llevarán a comer fuera de casa. Les darán tarjetas compradas en el súper con leyendas alusivas al dìa de la madre. Envueltos en papel celofán le entregarán algún regalo comprado en Dollar City... Con eso esperan contentar a su esposa... Pero han olvidado algo: Los regalos no sanan. No sanan las lágrimas derramadas durante tanto tiempo. Las angustias de dormir solas muchas noches. No sanan los desayunos a solas porque èl tuvo que salir temprano. No sanan el dolor de haber sido engañadas una y otra vez. Las tarjetas cursis no sanan los celos con los que ha vivido mucho tiempo... No sanan las cicatrices del alma.

Jacob lo entendió porque su hermano se lo enseño: Tienes que reconocer que me fallaste. Tienes que reconocer que me mentiste. Y solo hay una forma de arreglarlo y no es con una porción de pollo... Es humillándote. Es inclinando tu altiva frente y reconocer que tu conducta, querido esposo, no ha sido un modelo de virtud... Guárdate tu regalito de un dólar y hazme sentir que en realidad estás arrepentido... "...y se inclinó hasta el suelo siete veces..." Hasta entonces Esau lo abrazó, lo besó y lloró... ¿Dolió? Ni modo. Antes de comprar el regalo humillese entonces...

Comentarios

  1. saludos Pastor!
    regalos.... arrepentimiento...
    un escrito bastante reflexivo.
    gracias.

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