IMAGEN Y SEMEJANZA

"Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó;..." Gen. 1:27

Bueno, vamos a ser francos... Para empezar no olvidemos que estoy escribiendo como pastor de una preciosa congregación en San Salvador... Y luego, no olvidemos que tengo el privilegio de entregar el Mensaje del Señor en otras congregaciones que no pertenecen a mi cobertura. Pero eso me ha permitido observar la gran cantidad de hombres que viven, actúan y sirven en sus templos en donde se congregan pero que al terminar de predicar, sus esposas muchas veces me atajan en la salida para preguntarme por què sus esposos no reflejan el carácter de Cristo...

Eso me llevó a estudiar el tema del que habla Gènesis...

Fuimos creados por Dios a su imagen y semejanza. Es decir, tenemos que llegar a parecernos a Èl en todas nuestras áreas. Excepto la física por supuesto, tenemos que parecernos a Èl en sus virtudes, su carácter y su forma de ser...

Pero: ¿Què ha sucedido que los hombres no se parecen al Señor en sus acciones? Si el mandamiento dice que debemos amar a nuestras esposas como Cristo amó a su Iglesia, ¿cómo es que incluyendo a muchos pastores, los hombres desprecian y desvaloran a sus esposas? ¿En donde está el fallo? ¿Quién ha evitado que los hombres cristianos tomen la forma y semejanza de Dios?

Les va a doler, muchachos, pero es el padre de familia quien ha fallado. Desde que nace, el niño es enseñado a ser servido por su madre o sus hermanas. Desde que empieza a caminar es enseñado que èl es el rey de la casa. Incluso a los niños se les permiten conductas que no se les aceptan a las niñas. ¿Por què? Porque muchas veces es el padre quien hecha a perder la formación de los hijos varones. En todo esto, ese niño va tomando la "semejanza e imagen de su papá"...

Pòngale veinte años a ese niño que ha tomado la imagen y semejanza de su progenitor biológico y tendremos en la Iglesia a un diácono o un predicador, o un pastor que es un abusador de su esposa. Un pastor o líder que rebaja moralmente a la mujer. Un hombre de púlpito que se atreve a llamar a las mujeres de su congregación de "pécoras" (disculpen pero no conozco su traducción al salvadoreño), hombres de Biblia que menosprecian a las mujeres incluyendo a sus propias esposas...

Hombres que, como Vargas Vila lo expresó en uno de sus libros: "todas las mujeres son malas... pero cuando se recordó que su madre es mujer, corrigió: No, no todas son malas, pero sí baratas..." (Que el Señor reprenda ese pensamiento, por supuesto). Pero a lo que vamos... El problema entonces de tanta violencia familiar en las casas cristianas o evangélicas se debe a que el hombre de la casa no es imagen ni semejanza de Dios. Lo lamento mis estimados, pero no podemos tapar el sol con un dedo... El hombre de la iglesia de hoy es imagen y semejanza de su papito que le enseño a ser "hombre" cuando se toma su par de cervezas. Cuando le mienta la madre a quien se le atraviesa en su lugar. Se es hombre cuando se rebasa a otros en los semáforos y se los pasa en rojo cuando le da la gana. Se es hombre cuando le pega a las mujeres y dice que èl puede adulterar pero ¡cuidado! con que lo haga su esposa... Imagen y Semejanza... ¿De quién, mis estimados evangélicos? ¿De Dios su Creador o de su papi su formador...?

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NIÑERA Y SUS "BUENAS" INTENCIONES... (Parte 1)

DESATADLO Y DEJADLO IR. (Jn. 11:44)

PASAS Y MANZANAS