¿QUÈ HAREMOS...?

Gèn. 2:37

Esta fue la pregunta que hicieron las gentes el dìa de Pentecostés... Fue cuando el Espíritu Santo cayó como lenguas de fuego sobre cada uno de los que estaban reunidos en el aposento alto. Fue una experiencia traumática para muchos de los que escucharon los idiomas, vieron los gestos, observaron la conducta de esa gentuza sin letras, sin cultura ni educación...

Y esta es la misma pregunta que flota en la mente de mucha gente el dìa de hoy... La iglesia que es la mensajera del mensaje de Cristo tiene la obligación de responderla con la verdad. Lamentablemente no lo está haciendo como Jesus nos pidió...

¿qué haremos después de escuchar que si tengo problemas hay Alguien que me puede ayudar?
¿què haremos con nuestro enfermo? ¿Con las deudas que hemos adquirido? ¿Con mi hijo que dice que dentro de su cuerpo hay una mujer? ¿Con mi hija que abandonó la casa por irse con el delincuente de la cuadra? ¿Què haremos, señores evangélicos? ¿Què nos recomiendan hacer para arreglar nuestro matrimonio que va a la deriva? ¿Nos pueden ayudar acaso?

¿Què haremos para sanar el corazón quebrantado de nuestra madre que fue abandonada por nuestro padre, dejándola a cargo de todos sus hijos? ¿Què haremos para quitar la amargura de nuestros corazones y el odio que se empieza a acumular dentro de él?

¿Podrían decirnos que haremos con el futuro incierto que se cierne sobre nuestra familia? ¿Què haremos con los vicios que han entrado a nuestros dormitorios? ¿Què haremos para poder vivir tranquilos, sin el temor de salir a la calle a buscar la farmacia a media noche?

¿La respuesta de la Iglesia de hoy? Congreguese con nosotros. Le ofrecemos una hermosa sala cuna. Una buena cafetería. Un elegante y precioso parqueo para su vehículo. Unos diáconos que son la envidia de cualquier revista de modas. Unas diaconisas que para què le cuento. Un pastor chistoso que lo hará olvidar sus penas. Aire acondicionado. Instalaciones pintadas con colores terapéuticos para la depresión. Un ambiente tranquilo. Con cantos gregorianos. ¡Ah!  sobre todo... mensajes express. Rápidos para no aburrirlos. Le garantizamos que después de nuestras predicas usted dormirá como un angelito.

Ahora leamos la respuesta de Pedro a la famosa pregunta: "¿qué haremos?" Y Pedro les dijo: Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa es para vosotros y para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame.

¡Què diferencia! ¿Verdad? Pedro no los envió a cantar coritos, ni a desayunar al Templo de Jerusalem, ni a sentarse a ser entretenidos por nosotros los pastores... Nada de eso. Todo tal como Jesus lo ordenó...

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NIÑERA Y SUS "BUENAS" INTENCIONES... (Parte 1)

DESATADLO Y DEJADLO IR. (Jn. 11:44)

PASAS Y MANZANAS