FORTALEZA

Una persona es fuerte cuando está unida a otra...

La sabiduría nos indica que debemos actuar en equipo, en conjunto, que sin la ayuda de otro, sin la unión con el otro, no somos realmente fuertes.

Nuestra fuerza no sirve si no tiene una relación con los demás.  Las relaciones personales más fuertes son las que tienen un objetivo común.  Ese es el fundamento de toda relación y nuestra verdadera fuerza.

Nuestra fuerza, en realidad nace de nuestra relaciones personales.  Hay quien cree que la fuerza es un producto individual.  No es así.  La verdadera fuerza me la brindan los demás cuando nos unimos en un proyecto único.  El trabajo en equipo surge cuando tenemos conciencia de nuestra fuerza común.

Soy fuerte cuando comprendo, que, al unirme al otro, soy más fuerte aún.  No soy fuerte en la soledad.  Puedo realizar ciertos trabajos de meditación individual en soledad, puedo lograr vislumbrar mejor mis objetivos, pero mis objetivos deben encontrarse en lìnea con los objetivos de otros.

Si mis objetivos están en contradicción con el mundo tendrè graves problemas para poseer una fuerza real.  El fundamento de mi existencia radica, por una parte, en ayudarme a mí mismo a crear mi proyecto de vida personal, pero por la otra, en ayudar a los otros a consolidar sus respectivos proyectos de vida.

Ese es el objetivo de este blog: Ayudar a quienes andan en busca de una palabra de consuelo, de fortaleza, de fe, de visión, de empatía... Cuando yo escribo, lo hago porque sé que en algún lugar del universo hay un alma sedienta que busca un oasis donde calmar su sed. Y  si yo tengo el agua que necesita... ¿Por què no brindársela? ¡Esa persona me insufla fuerzas para hacer lo que hago!

Cada vez que ayudo a los demás me estoy ayudando a mí mismo a mejorar y viceversa.

Estamos unidos en un proyecto común.  Si mi fuerza no sirve para que otros desarrollen su potencial, mi fuerza es realmente débil, porque se desarrolla en la medida que sirva para fortalecer la fuerza de los demás.  Cuando mi proyecto y sus proyectos se consolidan en un proyecto común, logramos el fundamento real de la fuerza.

Cuando encontramos el sentido de nuestra vida en consonancia con el sentido de la vida de los demás es cuando encontramos esta energía que se convierte en sinergia ya que cuando afecto positivamente la vida de otros, ellos alimentan mi alma y me conceden el deseo de ser mejor cada dìa...

Y ese es el objetivo final de la vida y de las personas: Ayudarnos mutuamente a mejorarnos. Ese es el quid de la cuestión en el matrimonio: Mejorar a la pareja. Mejorarla en su ser interior, en su alma, en su carácter, en sus paradigmas personales...

Por eso dijo Dios: Ya no serán dos, serán una sola carne... Lo que sufre uno debe sufrirlo el otro...

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