ESPERANZA

No se desesperen... No hagan planes... No busquen en sus métodos... No traten de hundirse más en la desesperación... Dios no ha cambiado, no les ha olvidado, no les a abandonado...

Lo que Dios pide de ustedes puede parecer poco razonable.  Èl nos pide que confiemos en Èl aún cuando no nos da una evidencia de estar respondiendo a nuestra oración, cuando la situación parece no tener esperanza y estamos seguros de que todo ha terminado.  "Confía en mí", dice el Señor...

¿Suena ilógico? Sì.  Pero durante siglos el Señor ha demostrado que Èl siempre llega a tiempo nunca permite que Satanàs tenga la última palabra.  Dios siempre llega, en el tiempo perfecto del Espíritu Santo...

Nuestro Padre celestial cuida de ustedes con una mirada firme.  Supervisa cada movimiento.  Guarda cada lágrima. Se identifica con su dolor.  No permitirá que se ahoguen en sus lágrimas.  Èl no permitirá que su dolor deteriore su mente.  Èl promete llegar, justo a tiempo, para enjugar sus lágrimas  darles alegría en vez de dolor...

Quizás estén en una tormenta ahora mismo.  El viento está soplando con fuerza, sacudiéndoles violentamente y piensan que les va a derribar.  Amados, ¡no entren en pánico!  Deben saber que en medio de la tempestad, están echando profundas raíces espirituales.  Dios esta desarrollando en ustedes una humildad cada vez más profunda, un mayor lamento y dolor por el pecado, una creciente hambre por su justicia... Está despertando en ustedes un deseo profundo de santificarse para Èl...

No se preocupen si Dios está diciendo "Si" o "No" a su petición.  No se desanimen si no se vislumbra la respuesta y, por favor, dejen de concentrarse en fórmulas y métodos de fe.  Solo encomienden cada oración a Jesus y continúen con sus cosas con confianza.  Èl les responderá en el momento exacto, y si la respuesta que buscan aún no llega díganle a su corazón: "Èl es todo lo que necesito. Si necesito más, Èl no lo retendrá.  Èl responderá en su tiempo y a su manera.  Y si no cumple con mi pedido, debe tener una razón perfecta para no hacerlo.  No importa lo que suceda, siempre tendré fe en su Fidelidad..."

Queridos lectores, no se atrevan a quedarse despiertos hasta altas horas de la noche preocupándose por su situación.  Sean conscientes y tomen en serio todas las advertencia de Dios al corazón.  Pero después de haber hecho todo lo que puedan, entonces descansen, vayan a dormir y confíen en Dios...

Dios nunca nos ha prometido que no tendremos problemas. Èl nunca nos promete un buen andar en nuestro trabajo o carrera.  Tampoco nos promete que estaremos exentos de la aflicción.  De hecho, Èl dice: "Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehovà" Sal. 34:19.   Este versículo no dice que no tendremos aflicciones pero sí que Dios les librará de todas ellas...

¿Fácil escribir esto? No. No es fácil para mí que también estoy esperando las respuestas que le he presentado ante el Altar de mi oración... Pero una cosa sé: Tengo veintitrés años de vivir en esta tierra como peregrino y extranjero y nunca me ha dejado solo... Y creo que no hay razón para que ahora tampoco me responda. Cambiarán los tiempos, pero no Èl... Esa es mi fe...

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