¡ESE DESCONOCIDO...!
Gèn. 37:17 "Y el hombre respondió: Se han ido de aquí, pues yo les oí decir: "Vamos a Dotán." Entonces José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotan."
La obediencia lleva al éxito... Si usted quiere alcanzar sus sueños y sus metas no haga nada más que obedecer las instrucciones que le den.
No es fácil, por supuesto. Hay que tener determinación. Hay que esperar siempre lo bueno ante cualquier situación. Hay que saber negarse a uno mismo. Y, sobre todo, hay que saber que detrás de una instrucción hay una bendición...
Veamos:
Jacob le dice a su hijo José que en ese tiempo tendría una diez y siete años de edad, que fuera a Siquem a ver como estaban sus hermanos que andaban pastoreando ovejas... El joven se apresura a obedecer la orden. Toma su cayado y empieza a caminar en busca de cumplir lo ordenado. Llega a Siquem y no los encuentra. Pero resulta que un hombre desconocido que estaba por el lugar le pregunta al verlo: ¿Què buscas" Y José responde: "A mis hermanos, ¿los has visto?" Y es cuando empieza a mostrarse una serie de eventos que han de afectar la vida del joven... Pero, tras bambalinas vemos a Dios trabajando... En silencio, pero trabajando...
En este momento debemos hacer un alto y elucubrar: ¿Què haríamos nosotros en ese caso? Lo lógico. No los encontramos pero alguien los vio irse a Dotan. Así que regresamos a la casa con el mandado terminado (según nosotros)."Papá, no encontré a mis hermanos pero un hombre los vio y me dijo que se habían ido a Dotan y que estaban bien. Así que no te preocupes, no tardarán en regresar..." Bueno, eso hubiéramos hecho nosotros... O al menos yo. Ya hice el mandado que me pidieron... Pero no José. José decidió cumplir la orden: "mira como están". No le dijeron que escuchara, o que presupusiera, o que pensara, o que analizara... No. La instrucción fue: "mira como están". Y para verlos, tenía que verlos pues...
Así que allí vemos a José yendo a Dotan... Más lejos, más tiempo, más caminar, más de todo pero no importa. Lo que importa es obedecer. Tenía que "ver a sus hermanos". ¿Què pasò cuando los encontró en Dotan? Génesis 37:18 nos responde: "Cuando ellos lo vieron de lejos, y antes que se les acercara, tramaron contra él para matarlo." Y es aquí en donde empieza una cadena de situaciones dolorosas, vergonzosas y humillantes para José. Usted las conoce. Pero, veamos el resultado:
Si sus hermanos no lo venden, Potifar no lo compra. Si Potifar no lo compra, la esposa no se enamora de él. Si la mañosa de la esposa no se enamora de él, José no va a parar a la càrcel. Si no va a la càrcel no conoce al panadero y al copero. Si no los conoce no hay quien se acuerde de él en el palacio. Si nadie se hubiera acordado de él, Faraón no lo manda a llamar. Si Faraón no lo llama, no le interpreta su sueño. Si no hubiera interpretado el sueño... No hubiera llegado a Ministro de Hacienda. Si no hubiera llegado a ser Ministro de Hacienda, sus hermanos nunca hubieran llegado a buscar comida. Si no hubieran llegado a buscar comida no los hubiera encontrado. Si no los encuentra no los lleva a vivir a Egipto. Si no hubieran llegado a vivir a Egipto nunca se hubieran multiplicado. Si no se multiplican el Faraón no los esclaviza. Si no hubieran sido esclavizados Dios no hubiera provocado un Exodo. Sin Exodo... no hubiera habido Tierra Prometida...
Todo por un desconocido... ¿Quien era? ¿De donde era? ¿Como era? No importa. Lo que importa fue lo que dijo. Lo que le dijo a José definió toda una historia y una nación: Israel... ¡Cómo quisiera ser yo ese desconocido para usted...! Marcarle el camino para que realice su sueño. Sin ese desconocido, José no hubiera visto como las once espigas de su sueño se inclinaban ante él...
La obediencia lleva al éxito... Si usted quiere alcanzar sus sueños y sus metas no haga nada más que obedecer las instrucciones que le den.
No es fácil, por supuesto. Hay que tener determinación. Hay que esperar siempre lo bueno ante cualquier situación. Hay que saber negarse a uno mismo. Y, sobre todo, hay que saber que detrás de una instrucción hay una bendición...
Veamos:
Jacob le dice a su hijo José que en ese tiempo tendría una diez y siete años de edad, que fuera a Siquem a ver como estaban sus hermanos que andaban pastoreando ovejas... El joven se apresura a obedecer la orden. Toma su cayado y empieza a caminar en busca de cumplir lo ordenado. Llega a Siquem y no los encuentra. Pero resulta que un hombre desconocido que estaba por el lugar le pregunta al verlo: ¿Què buscas" Y José responde: "A mis hermanos, ¿los has visto?" Y es cuando empieza a mostrarse una serie de eventos que han de afectar la vida del joven... Pero, tras bambalinas vemos a Dios trabajando... En silencio, pero trabajando...
En este momento debemos hacer un alto y elucubrar: ¿Què haríamos nosotros en ese caso? Lo lógico. No los encontramos pero alguien los vio irse a Dotan. Así que regresamos a la casa con el mandado terminado (según nosotros)."Papá, no encontré a mis hermanos pero un hombre los vio y me dijo que se habían ido a Dotan y que estaban bien. Así que no te preocupes, no tardarán en regresar..." Bueno, eso hubiéramos hecho nosotros... O al menos yo. Ya hice el mandado que me pidieron... Pero no José. José decidió cumplir la orden: "mira como están". No le dijeron que escuchara, o que presupusiera, o que pensara, o que analizara... No. La instrucción fue: "mira como están". Y para verlos, tenía que verlos pues...
Así que allí vemos a José yendo a Dotan... Más lejos, más tiempo, más caminar, más de todo pero no importa. Lo que importa es obedecer. Tenía que "ver a sus hermanos". ¿Què pasò cuando los encontró en Dotan? Génesis 37:18 nos responde: "Cuando ellos lo vieron de lejos, y antes que se les acercara, tramaron contra él para matarlo." Y es aquí en donde empieza una cadena de situaciones dolorosas, vergonzosas y humillantes para José. Usted las conoce. Pero, veamos el resultado:
Si sus hermanos no lo venden, Potifar no lo compra. Si Potifar no lo compra, la esposa no se enamora de él. Si la mañosa de la esposa no se enamora de él, José no va a parar a la càrcel. Si no va a la càrcel no conoce al panadero y al copero. Si no los conoce no hay quien se acuerde de él en el palacio. Si nadie se hubiera acordado de él, Faraón no lo manda a llamar. Si Faraón no lo llama, no le interpreta su sueño. Si no hubiera interpretado el sueño... No hubiera llegado a Ministro de Hacienda. Si no hubiera llegado a ser Ministro de Hacienda, sus hermanos nunca hubieran llegado a buscar comida. Si no hubieran llegado a buscar comida no los hubiera encontrado. Si no los encuentra no los lleva a vivir a Egipto. Si no hubieran llegado a vivir a Egipto nunca se hubieran multiplicado. Si no se multiplican el Faraón no los esclaviza. Si no hubieran sido esclavizados Dios no hubiera provocado un Exodo. Sin Exodo... no hubiera habido Tierra Prometida...
Todo por un desconocido... ¿Quien era? ¿De donde era? ¿Como era? No importa. Lo que importa fue lo que dijo. Lo que le dijo a José definió toda una historia y una nación: Israel... ¡Cómo quisiera ser yo ese desconocido para usted...! Marcarle el camino para que realice su sueño. Sin ese desconocido, José no hubiera visto como las once espigas de su sueño se inclinaban ante él...
Amen! Si no fuera por las circunstancias aparentemente dolorosas. No conoceríamos el propósito de Dios.
ResponderEliminarGracias por su sabiduría.