EL RESPETO
Efe. 5:33 "En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido."
Ya viene el mes de Mayo... Muchos restaurantes estarán llenos. A menos que usted, esposo o hijo, reserve una mesa para llevar a su mamá o a la esposa ese dìa a comer encontrará su lugar. De lo contrario ni lo sueñe...
¿Què es lo que sucede ese mes? Ni más ni menos que el dìa de la madre. Bueno, es un sofisma porque ese dìa debiera ser todos los días, pero dejémoslo así por respeto a la tradición...
En lo que quiero enfocarme en este escrito es para hacer notar algo que no funciona muchas veces en el matrimonio o en la familia: La mujer necesita amor. El hombre necesita respeto...
Aún nosotros los pastores hemos predicado solo la mitad del mensaje. Hemos repetido una y mil veces la frase: "Maridos, amen a sus mujeres como Cristo amó a la Iglesia". Hasta allí hemos llegado. Pero a través de varios años de consejería matrimonial me he encontrado con que las mujeres se quejan de que no se sienten amadas... Y el hombre no se siente respetado...
"Creo que él ya no me ama, pastor" es la queja de ella. "Es que ella no me respeta, pastor" es el argumento de él...
Todo se ha confabulado para crear ese mito. Aunque en realidad no es un mito sino una necesidad, pero debo hablar así porque todo se ha vuelto un problema desde que la misma sociedad se ha encargado de hacer creer a todos que en el matrimonio todo se reduce a "amar a su esposa como Cristo..." ¿Y què del hombre...?
Hagamos una prueba: Vamos a una tienda donde venden tarjetas de felicitación... Las tarjetas nos dan una idea de la mente y necesidades de las mujeres. Los estudios de mercado muestran que, en su inmensa mayoría, en nuestros países, las mujeres son quienes compran y regalan las tarjetas. Las tarjetas son un negocio multimillonario. Los fabricantes no quieren cambiar la mente de nadie, su propósito es hacer dinero, y entonteces producen lo que se vende. Con esto en mente, lo desafío a encontrar una tarjeta de un esposo para una esposa que diga: "Cariño, te respeto de veras". No la encontrará. Esa tarjeta no existe, porque no es lo que una esposa desea escuchar. Las mujeres están encerradas en el amor. El amor es su lengua materna. No critico eso, solo estoy señalando, es la forma en que Dios creó a las mujeres. En efecto, si el amor no fuera el valor más profundo de la mujer, este mundo estaría muy mal. Las mujeres son así, y nosotros los hombres nos alegramos.
Lamentablemente tampoco encontrará ninguna tarjeta que las esposa puedan enviarles a los esposos que diga: "Cariño, de veras te respeto". ¿Por què no? Porque tampoco se venden. Cuando las mujeres compran tarjetas para sus esposos y quieren expresarles su amor por ellos, ni siquiera piensan en el respeto. Y, eso es precisamente lo que el hombre necesita... Tristemente, el anhelo más profundo de los esposos queda insatisfecho, porque las esposas (y los vendedores de tarjetas) están dedicados a transmitir solamente sentimientos de amor... De manera que sería bueno que cuando usted, querida hermana o lectora quiera regalarle una tarjeta a su esposo por cualquier motivo, hágala usted misma y que tal si pusiera: "Amor, te respeto por esto, esto y esto..."
¿Cómo la ven, hermanas...?
Ya viene el mes de Mayo... Muchos restaurantes estarán llenos. A menos que usted, esposo o hijo, reserve una mesa para llevar a su mamá o a la esposa ese dìa a comer encontrará su lugar. De lo contrario ni lo sueñe...
¿Què es lo que sucede ese mes? Ni más ni menos que el dìa de la madre. Bueno, es un sofisma porque ese dìa debiera ser todos los días, pero dejémoslo así por respeto a la tradición...
En lo que quiero enfocarme en este escrito es para hacer notar algo que no funciona muchas veces en el matrimonio o en la familia: La mujer necesita amor. El hombre necesita respeto...
Aún nosotros los pastores hemos predicado solo la mitad del mensaje. Hemos repetido una y mil veces la frase: "Maridos, amen a sus mujeres como Cristo amó a la Iglesia". Hasta allí hemos llegado. Pero a través de varios años de consejería matrimonial me he encontrado con que las mujeres se quejan de que no se sienten amadas... Y el hombre no se siente respetado...
"Creo que él ya no me ama, pastor" es la queja de ella. "Es que ella no me respeta, pastor" es el argumento de él...
Todo se ha confabulado para crear ese mito. Aunque en realidad no es un mito sino una necesidad, pero debo hablar así porque todo se ha vuelto un problema desde que la misma sociedad se ha encargado de hacer creer a todos que en el matrimonio todo se reduce a "amar a su esposa como Cristo..." ¿Y què del hombre...?
Hagamos una prueba: Vamos a una tienda donde venden tarjetas de felicitación... Las tarjetas nos dan una idea de la mente y necesidades de las mujeres. Los estudios de mercado muestran que, en su inmensa mayoría, en nuestros países, las mujeres son quienes compran y regalan las tarjetas. Las tarjetas son un negocio multimillonario. Los fabricantes no quieren cambiar la mente de nadie, su propósito es hacer dinero, y entonteces producen lo que se vende. Con esto en mente, lo desafío a encontrar una tarjeta de un esposo para una esposa que diga: "Cariño, te respeto de veras". No la encontrará. Esa tarjeta no existe, porque no es lo que una esposa desea escuchar. Las mujeres están encerradas en el amor. El amor es su lengua materna. No critico eso, solo estoy señalando, es la forma en que Dios creó a las mujeres. En efecto, si el amor no fuera el valor más profundo de la mujer, este mundo estaría muy mal. Las mujeres son así, y nosotros los hombres nos alegramos.
Lamentablemente tampoco encontrará ninguna tarjeta que las esposa puedan enviarles a los esposos que diga: "Cariño, de veras te respeto". ¿Por què no? Porque tampoco se venden. Cuando las mujeres compran tarjetas para sus esposos y quieren expresarles su amor por ellos, ni siquiera piensan en el respeto. Y, eso es precisamente lo que el hombre necesita... Tristemente, el anhelo más profundo de los esposos queda insatisfecho, porque las esposas (y los vendedores de tarjetas) están dedicados a transmitir solamente sentimientos de amor... De manera que sería bueno que cuando usted, querida hermana o lectora quiera regalarle una tarjeta a su esposo por cualquier motivo, hágala usted misma y que tal si pusiera: "Amor, te respeto por esto, esto y esto..."
¿Cómo la ven, hermanas...?
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