DISCIPLINA

Usted no puede ser disciplinado un dìa sí y un dìa no....

No debemos trabajar disciplinadamente en un momento determinado de nuestra vida para abandonar toda disciplina en otro momento.

Debemos lograr ser disciplinados a lo largo del tiempo.  Debemos analizar si los objetivos de largo plazo que nos hemos propuesto realmente los hemos alcanzado.

¿Somos persistentes en el largo plazo?  ¿O solamente somos disciplinados en el corto plazo?  ¿Podemos lograr ser organizados durante una semana para, finalmente, perder todo tipo de organización?  Algunas personas no pueden sostener una organización durante un periodo determinado, ya que se aburren y a menudo caen la apatía. La apatía los aparta de lograr sus metas. Empiezan un estudio y luego lo dejan por otro y así van por el camino dejando constantemente de hacer cosas que pudieron haber terminado en su tiempo preciso...

¿Podemos lograr, con constancia, que nuestros proyectos lleguen a buen término?

Lanzamos con fuerza un proyecto pero no somos capaces de disfrutarlo a lo largo del tiempo.  Tenemos iniciativa para proyectar, pero no somos constantes. Nos entusiasmamos demasiado al lanzarnos al plan y, conforme transcurre el tiempo, nuestra ilusión se difumina.  ¿Por què razón perdemos la ilusión después de unos años?  La constancia es un elemento fundamental para alcanzar los objetivos propuestos... Ese es el centro de todo: Los cristianos que corren al principio de privilegio en privilegio, sin tomar aire de cuando en cuando, terminan por cansarse de la Iglesia y abandonan al Señor porque se agotan, sin darse cuenta que lo que los cansó fue el privilegio, no Dios.

Si soy perseverante es posible que alcance mis objetivos.  Debo desarrollar adecuadamente mi carácter para tener perseverancia.  Triunfa quien persevera.  Debo ser consciente de que, para obtener la capacidad de la constancia, debo generar metas de acción tipo mesetas.  El amesetamiento o proceso de mesetas, se logra cuando uno ya no avanza más pero no retrocede, sino que resiste.  Es importante el proceso de resistencia en las mesetas porque, desde una posición de fuerza, podemos volver a emprender el esfuerzo para nuestro avance.  A veces un avance permanente nos puede llevar a un cansancio general que nos produce una caída profunda.  Por ese motivo, la idea del amesetamiento no es quedarse estable en una posición, sino consolidar la posición con el objetivo de continuar avanzando.

Un avance permanente puede hacerme daño porque puedo perder los objetivos que deseo alcanzar.  En cambio, dentro del periodo de consolidación trabajo las virtudes que he podido alcanzar para que formen parte de mi personalidad. Debo ser perseverante, a pesar de las caídas y a pesar de no vislumbrar avances reales.  Debo consolidar mi posición actual y mantener una disciplina constante para llegar a los objetivos que me he propuesto...

Cuando logro disciplinar mi alma e ir, como dijo Jesus, paso a paso, sin afanarme por el mañana, lograré crecer en la medida que aprendo a caer y levantarme. Porque caer y levantarse es el secreto de la disciplina. Quedarse tirado a la orilla del camino es la tragedia más grande que una persona puede experimentar. Observe a un niño que está empezando a aprender a caminar: cae, se levanta. Cae, se levanta. Cae se levanta... hasta que lo logra... Ese niño fue usted hace unos años... En asuntos de fe... volvemos a ser niños... Disciplina, mis amados lectores, disciplina...

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