¿POR QUÈ LO HIZO...?
Dar un regalo a quien de verdad se ama es algo muy difícil... No se trata de comprar algo barato y de ultima hora cuando nos recordamos de un cumpleaños. O cuando ya vamos camino a la fiesta y nos detenemos en un almacén "a ver que compramos"... No. No hablo de eso. Hablo de regalos verdaderos. De esos que cuesta tiempo y dinero conseguirlos...
Cada vez que salgo de viaje fuera del paìs y llego a mi lugar de destino, lo primero que busco es un centro comercial para buscarle a mi esposa su regalo. Acabo de llegar al paìs que visito y ya estoy haciendo planes para cuando regrese a casa y entregarle su presente. Es lo primero que busco... su regalo. Y no debe ser algo barato. Tampoco algo que se me muestre en el mostrador. Nada de eso. Tiene que ser bien buscado. Almacén tras almacén. Vitrina tras vitrina. Quizá toda una mañana viendo y volviendo a ver hasta estar seguro que he encontrado lo que creo que le va a gustar. Un diamante, un rubí, un aguamarina. Un collar. Un anillo...
¿Que por qué lo hago? ¡Ah! para ver la expresión de los ojos de mi esposa. Para ver su cara de sorpresa. Para sentir de cerca lo que ella siente al recibir su sorpresa... Solo por eso. Breves instantes que se hacen eternos. Momentos fugaces que llenan mi corazón de gozo y alegría al ver sus gestos infantiles disfrutando su regalo... Solo por eso...
Ahora pregunto: ¿Qué está haciendo nuestro Señor en el cielo? Bastaría con hacernos un ranchito. Pero no. Èl ha escogido hacernos una mansión. Hubieran bastado un par de pájaros blancos y negros, pero no, Èl decidió poner colores brillantes en sus plumas y una inmensa variedad de ellos solo para nuestro deleite. Hubiera bastado un graznido de sus gargantas, pero Èl decidió poner un canto diferente en cada gorrión. Cada trino para cada uno de sus hijos. Hubiera bastado un solo color para los colibrìs, pero Èl decidió poner tornasoles, verdes y rojos bien definidos para que los disfrutemos y nos quedemos con la boca abierta al ver sus brillantes plumajes al sol. O que nos impresionemos al ver el gran tamaño de las ballenas. O la ferocidad y majestuosidad del león, o los temibles colmillos del tigre aunque tenga ojos hermosos...
¿Por qué lo hizo...? No lo hizo para Èl. Èl fue el creador. Lo hizo por usted y por mí. Para mostrarnos de lo que es capaz de hacer con un pincel y la grandeza de su imaginación. Para mostrarnos su diversidad en cómo hacer las cosas. Para que cuando necesitemos un milagro no le preguntemos como lo va a hacer, sino para que creamos que lo va a hacer. Si en su paleta de pintor hay tantos colores, en sus Manos deben haber recursos ilimitados para suplir nuestras necesidades... Si se tomó el tiempo en vestir la aurora de diferentes colores cada mañana, así mismo se tomará el tiempo para darnos el pan de cada día. Si se tomó la molestia de vestir el ocaso de grises y tonos oscuros, así se tomará el tiempo para vestirnos y quitarnos el frío del invierno...
Cuando busco un regalo para traer a casa no lo hago por obligación. Lo hago por amor. Para una persona superespecial que es mi esposa. Así mismo Dios, cuando hace esas bellezas no las hace para las panteras. Las hace para personas superespeciales que somos nosotros: sus hijos y sus hijas... Solo para dejarnos con la boca abierta de emoción... Solo por eso...
Cada vez que salgo de viaje fuera del paìs y llego a mi lugar de destino, lo primero que busco es un centro comercial para buscarle a mi esposa su regalo. Acabo de llegar al paìs que visito y ya estoy haciendo planes para cuando regrese a casa y entregarle su presente. Es lo primero que busco... su regalo. Y no debe ser algo barato. Tampoco algo que se me muestre en el mostrador. Nada de eso. Tiene que ser bien buscado. Almacén tras almacén. Vitrina tras vitrina. Quizá toda una mañana viendo y volviendo a ver hasta estar seguro que he encontrado lo que creo que le va a gustar. Un diamante, un rubí, un aguamarina. Un collar. Un anillo...
¿Que por qué lo hago? ¡Ah! para ver la expresión de los ojos de mi esposa. Para ver su cara de sorpresa. Para sentir de cerca lo que ella siente al recibir su sorpresa... Solo por eso. Breves instantes que se hacen eternos. Momentos fugaces que llenan mi corazón de gozo y alegría al ver sus gestos infantiles disfrutando su regalo... Solo por eso...
Ahora pregunto: ¿Qué está haciendo nuestro Señor en el cielo? Bastaría con hacernos un ranchito. Pero no. Èl ha escogido hacernos una mansión. Hubieran bastado un par de pájaros blancos y negros, pero no, Èl decidió poner colores brillantes en sus plumas y una inmensa variedad de ellos solo para nuestro deleite. Hubiera bastado un graznido de sus gargantas, pero Èl decidió poner un canto diferente en cada gorrión. Cada trino para cada uno de sus hijos. Hubiera bastado un solo color para los colibrìs, pero Èl decidió poner tornasoles, verdes y rojos bien definidos para que los disfrutemos y nos quedemos con la boca abierta al ver sus brillantes plumajes al sol. O que nos impresionemos al ver el gran tamaño de las ballenas. O la ferocidad y majestuosidad del león, o los temibles colmillos del tigre aunque tenga ojos hermosos...
¿Por qué lo hizo...? No lo hizo para Èl. Èl fue el creador. Lo hizo por usted y por mí. Para mostrarnos de lo que es capaz de hacer con un pincel y la grandeza de su imaginación. Para mostrarnos su diversidad en cómo hacer las cosas. Para que cuando necesitemos un milagro no le preguntemos como lo va a hacer, sino para que creamos que lo va a hacer. Si en su paleta de pintor hay tantos colores, en sus Manos deben haber recursos ilimitados para suplir nuestras necesidades... Si se tomó el tiempo en vestir la aurora de diferentes colores cada mañana, así mismo se tomará el tiempo para darnos el pan de cada día. Si se tomó la molestia de vestir el ocaso de grises y tonos oscuros, así se tomará el tiempo para vestirnos y quitarnos el frío del invierno...
Cuando busco un regalo para traer a casa no lo hago por obligación. Lo hago por amor. Para una persona superespecial que es mi esposa. Así mismo Dios, cuando hace esas bellezas no las hace para las panteras. Las hace para personas superespeciales que somos nosotros: sus hijos y sus hijas... Solo para dejarnos con la boca abierta de emoción... Solo por eso...
Comentarios
Publicar un comentario