CURRICULUM

Todos, en algún momento hemos tenido que hacer un currículum Vitae... Creo que aquí en El Salvador le llaman "hoja de vida"...

Ahí ponemos todo lo que hemos estudiado. Los diplomas ganados. Los títulos logrados y los triunfos que hemos obtenido... Creo que nadie ha tenido la brillante idea de poner sus fracasos... sus caídas y sus horribles zonas negras...

Y es que un currículum habla de la mejor manera de nosotros. Es más, algunos hasta se han inventado virtudes que no tienen con tal de impresionar a sus futuros empleadores. Ponemos los mejores trabajos que hemos tenido, no los malos. Incluso, en la línea de "estado civil" nos atrevemos a poner que hemos sido buenos cónyuges. Buenos padres. Cuando hay que poner la vergonzosa palabra "divorciado" pensamos bien como expresarla sin que nos echen la culpa... Lógico: si no he sido capaz de mantener un matrimonio la empresa dudará que pueda mantener su perfil. Y eso pone en peligro mi futuro empleo... Nos gustan más los calificativos positivos. Preferimos poner "viuda" o "soltera" pero no "divorciada..." Eso es peligroso por muchas razones.

Bueno, esto viene a cuenta porque leyendo la historia de David ¡otra vez! me he encontrado con su currículum vitae. Y, lo más impresionante es que la Biblia no lo esconde. Nos lo muestra en toda su crudeza. Creo que actualmente ninguna empresa le daría un puesto de trabajo entre su personal a alguien que presente una hoja de vida como este ex-pastor israelita... Solo Dios puede emplear a personas con un historial como el de este joven que llegó a ser rey de una nación poderosa...

Se los presento...

Lo primero que hay que preguntarse es què vio Dios en él. El muchacho caía tan pronto como se levantaba. Tambaleaba tan a menudo como conquistaba a sus enemigos. Miraba desafiante a los ojos a Goliat, pero se comía con los mismos ojos a Betsabè. Desafiaba a los que se burlaban de Dios en el valle y luego se unía a ellos en el desierto. Un buen peleador un día,  compinche de una camarilla de mañosos en la cueva de Adulam el siguiente. Podía conducir ejércitos, pero no podía dirigir una familia. Supo gobernar un paìs pero no supo gobernar a sus hijos. Furioso este David. Sollozador al siguiente minuto. Sanguinario. Avido de Dios, pero también ávido de sangre. Ocho esposas. Treinta hijos. Un montón de nietos. Traicionó a su mejor oficial del ejército. No le tembló la mano cuando firmó su sentencia de muerte. Un currículum como para que ningún jefe de personal por muy bondadoso quiera emplearlo... Excepto Dios...

Dios vio a un hombre "conforme su corazón". ¿Cuando? Cuando hizo lo imposible por traer el Arca del Pacto a su casa. Cuando lloró por Saul. Cuando aceptó la muerte de su primogénito. Cuando perdonó al que lo maldijo tirándole piedras e insultos. Cuando se sentó a escribir los Salmos que alabaron el Nombre del Señor. Cuando le quiso construir su Casa a Dios. Cuando dio su mejor ofrenda para la construcción. Cuando le consultó antes de salir a pelear. Cuando le perdonó la vida a Saul cuando éste estaba a su merced... Porque eso es lo que leyó Dios en el currículum de David...

Leyó sus gestos de paciencia. Leyó sus Salmos escritos para Èl. Leyó la bondad de su corazón. Leyó su pasión por Su Presencia. Leyó su amor por el rey que tanto daño le hizo. Leyó su tristeza cuando Dios mató a Uza por tocar el Arca... Eso me llena de esperanza, porque si Dios levantó y usó para Su Gloria a un hombre como David... puede hacerlo conmigo. Y con ustedes, mis amigos queridos...

Entonces, no se avergüence cuando tenga que llenar su currículum vitae. David nos supera a todos y mire lo que hizo Dios con él. En sus lomos estaba el propio Mesìas de Israel: Jesus...

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