ERES

¿Le han tratado mal en algún momento? ¿Han tratado de pisotearle su dignidad porque seguramente no ha estado a la altura de las circunstancias? ¿Sus amigas le han despreciado solo porque las medidas de su cuerpo no son las que ellas tienen? ¿Acaso le han medido por el tamaño de su estatura y el color de su piel?

Piense en esto por un momento: Jesus le ama. No por lo que usted haga. No porque baje de peso o se aumente las medidas de su cuerpo. No porque se estire todas las noches esperando crecer un poco más al amanecer... No. Jesus le ama porque sí. Porque usted es. Por lo que usted es. Solo por eso...

A los ojos del Rey Jesus, usted es hermosa. Usted es guapo. Usted no tiene que hacerse cirugía plástica para arreglar su nariz ni su barbilla, no tiene por qué inyectarse Botox para aumentar el tamaño de sus labios o mejillas... A Èl no le interesa como usted se vea a usted misma, a Èl le interesa como se ve usted ante sus ojos de Èl... Los demás no importan. Solo importan él y usted...

Punto.

Piense en esto por un momento: Usted es valiosa sencillamente porque es.  No por lo que usted hace ni por lo que ha hecho, sino simplemente porque usted es.  Téngalo presente.  Recuérdelo la próxima vez que le dejen tirado por cuenta de ambiciones ajenas.  Recuerde eso la próxima vez que algún tramposo intente poner una etiqueta con precio de ganga sobre su valor personal.  La pròxima  vez que alguien trate de hacerle pasar por una baratija, tan solo piense en la manera como Jesus le honra.. y sonría...

Si el Señor pago un alto precio por su vida, por usted, usted no tiene porque aceptar que otros le rebajen de nivel. Usted no tiene por qué permitir que alguien la vea por sobre el hombro. No tiene por qué sentirse mal cuando alguien hable mal de usted... En el Cielo se conoce su nombre, y su nombre vale mucho. Su vida vale la Sangre del Cordero... No lo olvide.

Sonría ante la adversidad. Sonría ante la depreciación que la gente trate de hacer de usted. Levante la frente con garbo y elegancia y recuerde que Alguien pagò un precio muy alto por su vida... Usted vale mucho, mi amigo. Usted vale mucho mi querida hermana que me lee...

Y usted es amado y amada por eso. Porque usted vive. Porque usted existe. Porque usted es... Solo por eso. Y, como ganancia, por algo mucho más importante: Porque ustedes son hijos de Dios...

Punto.