EL CUERPO
" Respondiendo el Rey, les dirá: "En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis." Mat. 25:40
¿Por qué Jesus dijo que lo que le hacemos a uno de nuestros hermanos se lo hacemos a Èl? Para responder esta pregunta es necesario ver lo que le sucedió a Saulo de Tarso...
Imagine la angustia de Saulo cuando Cristo lo enfrentó cerca de Damasco con una realidad dolorosa. El Señor le dijo Saulo: "Yo soy Jesus, a quien tú persigues". Saulo había pensado que estaba tratando simplemente con personas haciendo el trabajo de Dios para erradicar a los herejes judìos. Saulo fue sacudido con esta verdad: Jesus tiene un cuerpo espiritual. Èl es la cabeza del cuerpo, es decir, nosotros, sus hijos, estamos conectados a la cabeza. Es un solo cuerpo, formado por los creyentes que son carne de su carne y cualquier persona que esté contra uno de ellos está en realidad contra él...
Sabiendo esta verdad, podemos comprender que la lucha no es contra nosotros. No es a nosotros a quienes insultan los choferes cuando nos amenazan con arrollarnos. No es contra nosotros que en el supermercado no nos atienden. No es a nosotros a quienes le suben el precio de la luz y del agua...
No. No es contra nosotros el Cuerpo, es contra nuestra cabeza, Jesus...
¿Por qué Jesus dijo que lo que le hacemos a uno de nuestros hermanos se lo hacemos a Èl? Para responder esta pregunta es necesario ver lo que le sucedió a Saulo de Tarso...
Imagine la angustia de Saulo cuando Cristo lo enfrentó cerca de Damasco con una realidad dolorosa. El Señor le dijo Saulo: "Yo soy Jesus, a quien tú persigues". Saulo había pensado que estaba tratando simplemente con personas haciendo el trabajo de Dios para erradicar a los herejes judìos. Saulo fue sacudido con esta verdad: Jesus tiene un cuerpo espiritual. Èl es la cabeza del cuerpo, es decir, nosotros, sus hijos, estamos conectados a la cabeza. Es un solo cuerpo, formado por los creyentes que son carne de su carne y cualquier persona que esté contra uno de ellos está en realidad contra él...
Sabiendo esta verdad, podemos comprender que la lucha no es contra nosotros. No es a nosotros a quienes insultan los choferes cuando nos amenazan con arrollarnos. No es contra nosotros que en el supermercado no nos atienden. No es a nosotros a quienes le suben el precio de la luz y del agua...
No. No es contra nosotros el Cuerpo, es contra nuestra cabeza, Jesus...
Claro, esto nos pone ante la disyuntiva de saber también que nosotros, como hermanos somos parte del mismo Cuerpo. Eso nos obliga a pensar bien antes de emitir juicios, antes de hacer comentarios contra nuestros hermanos, de levantar chismes y críticas contra los que son del Cuerpo aunque no canten como nosotros, aunque no adoren como nosotros y se vistan como nosotros...
Pero también aquí hay una palabra de consuelo: Si alguien está tratando de hacerle daño a usted, sepa desde hoy que lo que le hagan a usted se lo hacen a Jesus...
Eso significa que ¿Por qué enojarnos cuando nos critican? ¿Por qué molestarnos cuando nos hacen a un lado en la iglesia? ¿Por qué salir enojados solo porque alguien no nos saludo en el templo? Los orientales tienen una forma de anular esas cosas: Usan mantras. Una mantra es una palabra que repiten a menudo en sus oraciones para anular cualquier sentimiento contrario a la ética humana. Claro, quien no sabe de qué estoy hablando creerà que soy hinduìsta o budista, pero no se engañe, soy cristiano por convicción. Pero he aprendido que cuando alguien ha tratado de dañarme moral o físicamente, lo que hago es repetirme: No es a mì. No es contra mì. No es conmigo... Es contra Jesus...
Eso me salva de maldecir, criticar o enojarme y permitir que los otros decidan si vivo con gozo o con amargura.
Jesus me lo dijo: "En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis." Entonces, matrimonios: ¿Cual es el problema...?
Saludos!
ResponderEliminarEs increíble cómo el apóstol Pablo no manifestó en ningún momento sentimiento de culpa por todos los cristianos que murieron por la orden de él, Es una muestra de fe, de gratitud del REAL PERDÓN de Cristo. Y una vez fue perdonado... Ya no vivía él, sino Cristo moraba en él..