¡ASOMBROSO...!
Hay cosas que las damos por sentado. No nos afectan mucho porque las tenemos allí, porque están allí y porque nos acostumbramos a ellas. Ni fu ni fa, como decimos en Guatemala...
Pero hoy quiero darles el valor que tienen en su justa medida. Ya no quiero continuar con la costumbre de no ver lo asombroso que hay detrás de cada gesto, cada sonrisa y cada saludo que la gente me da cuando salgo a caminar en las mañanas... Gentes que no saben mi nombre pero a fuerza de verme todas las mañanas levantan su mano, unos caminando, otros corriendo y me dicen "buenos días"... ¡Asombroso! Ni saben quien soy pero se hermanan conmigo... Pienso que es el Señor quien los invita a decirme que se fijen en mí. Que me vean. Que no soy invisible. ¡Asombroso...!
Después de mis ejercicios, me meto al baño y me doy cuenta que puedo bañarme solo. Que no necesito que nadie me pase el estropajo por la espalda. Que puedo rasurarme y secarme el cuerpo con la toalla y arreglarme el pelo yo solo. Que tengo la dicha de poder verme al espejo y observar el cuerpo que Dios me ha dado. ¡Asombroso! Puedo funcionar totalmente bien. Mi nariz absorbe el olor de mi loción, eso significa que mis glándulas funcionan bien. Que mis manos no sufren de artrosis y mis huesos están sanos. ¡Asombroso! El Señor me ha premiado con una buena salud todos estos años...
Luego me siento a la mesa a desayunar y me doy cuenta que puedo tragar sin problemas. Que puedo disfrutar de una buena comida y que mis jugos gástricos están en su lugar esperando deshacer todo lo que ingiera. ¡Asombroso! Mientras otros no pueden comer lo que desean sino lo que les dicen sus médicos, yo puedo hacerlo sin restricciones excepto las normales para no dañar mi organismo... Le doy gracias al Señor por ese ¡asombroso! regalo...
Después de ayudar a mi esposa a lavar los trastos del desayuno, (qué bueno soy), me siento ante la computadora y escribo mi blog diario. ¡Asombroso! Me alegro de tener mis neuronas en buen estado y no escribir tonteras (creo yo), ya que mi mente funciona a maravillas. Una sonrisa aflora a mis labios mientras escribo y escribo hasta que la inspiración del Cielo se suspende y me dice: "basta por hoy, seguiremos mañana". ¡Asombroso! cuando leo lo escrito me gozo y disfruto pensando cuanta gente será bendecida hoy por lo que lean y se unirán a mi escrito diciendo también: ¡Asombroso!, como Dios puede ser tan bueno y darnos el dulce privilegio de compartir estas lineas que glorifiquen Su Nombre...
Ya caída la noche, voy y me acurruco en la cama con una mujer muchìsimo más sabia que yo... una mujer que merece a un hombre mucho más guapo que yo, pero una mujer que no estará de acuerdo conmigo en esto, sino que desde lo profundo de su corazón me dirá que yo soy lo mejor que pudo haberle pasado... ¡Asombroso! Después de pensar en la esposa que tengo, y cuando pienso que la tengo para toda la vida, muevo la cabeza y doy gracias al Señor por este privilegio, y digo, ¡asombroso!
Mañana lo harè de nuevo. Saldré a hacer mi caminata por las mismas calles, usaré el mismo baño, la misma loción, tomaré mi desayuno, escribiré ante la misma computadora y me volveré a acostar con la misma mujer... pero estoy aprendiendo a no tomar a la ligera estos milagros de todos los días que son... ¡Asombrosos...!
Algo más: es ¡asombroso! que usted esté esperando abrir su compu, iPad o celular para leerme... ¡Asombroso!. Gracias. Es todo lo que puedo decir. Gracias otra vez. Son ustedes... ¡Asombrosos!
Pero hoy quiero darles el valor que tienen en su justa medida. Ya no quiero continuar con la costumbre de no ver lo asombroso que hay detrás de cada gesto, cada sonrisa y cada saludo que la gente me da cuando salgo a caminar en las mañanas... Gentes que no saben mi nombre pero a fuerza de verme todas las mañanas levantan su mano, unos caminando, otros corriendo y me dicen "buenos días"... ¡Asombroso! Ni saben quien soy pero se hermanan conmigo... Pienso que es el Señor quien los invita a decirme que se fijen en mí. Que me vean. Que no soy invisible. ¡Asombroso...!
Después de mis ejercicios, me meto al baño y me doy cuenta que puedo bañarme solo. Que no necesito que nadie me pase el estropajo por la espalda. Que puedo rasurarme y secarme el cuerpo con la toalla y arreglarme el pelo yo solo. Que tengo la dicha de poder verme al espejo y observar el cuerpo que Dios me ha dado. ¡Asombroso! Puedo funcionar totalmente bien. Mi nariz absorbe el olor de mi loción, eso significa que mis glándulas funcionan bien. Que mis manos no sufren de artrosis y mis huesos están sanos. ¡Asombroso! El Señor me ha premiado con una buena salud todos estos años...
Luego me siento a la mesa a desayunar y me doy cuenta que puedo tragar sin problemas. Que puedo disfrutar de una buena comida y que mis jugos gástricos están en su lugar esperando deshacer todo lo que ingiera. ¡Asombroso! Mientras otros no pueden comer lo que desean sino lo que les dicen sus médicos, yo puedo hacerlo sin restricciones excepto las normales para no dañar mi organismo... Le doy gracias al Señor por ese ¡asombroso! regalo...
Después de ayudar a mi esposa a lavar los trastos del desayuno, (qué bueno soy), me siento ante la computadora y escribo mi blog diario. ¡Asombroso! Me alegro de tener mis neuronas en buen estado y no escribir tonteras (creo yo), ya que mi mente funciona a maravillas. Una sonrisa aflora a mis labios mientras escribo y escribo hasta que la inspiración del Cielo se suspende y me dice: "basta por hoy, seguiremos mañana". ¡Asombroso! cuando leo lo escrito me gozo y disfruto pensando cuanta gente será bendecida hoy por lo que lean y se unirán a mi escrito diciendo también: ¡Asombroso!, como Dios puede ser tan bueno y darnos el dulce privilegio de compartir estas lineas que glorifiquen Su Nombre...
Ya caída la noche, voy y me acurruco en la cama con una mujer muchìsimo más sabia que yo... una mujer que merece a un hombre mucho más guapo que yo, pero una mujer que no estará de acuerdo conmigo en esto, sino que desde lo profundo de su corazón me dirá que yo soy lo mejor que pudo haberle pasado... ¡Asombroso! Después de pensar en la esposa que tengo, y cuando pienso que la tengo para toda la vida, muevo la cabeza y doy gracias al Señor por este privilegio, y digo, ¡asombroso!
Mañana lo harè de nuevo. Saldré a hacer mi caminata por las mismas calles, usaré el mismo baño, la misma loción, tomaré mi desayuno, escribiré ante la misma computadora y me volveré a acostar con la misma mujer... pero estoy aprendiendo a no tomar a la ligera estos milagros de todos los días que son... ¡Asombrosos...!
Algo más: es ¡asombroso! que usted esté esperando abrir su compu, iPad o celular para leerme... ¡Asombroso!. Gracias. Es todo lo que puedo decir. Gracias otra vez. Son ustedes... ¡Asombrosos!
Gracias a Dios x su blog. Gracias x recordarnos del fiel cuidado de Dios a nuestras vidas. De no perder la sensibilidad de sorprendernos por los milagros que cada dia recibimos. Gracias x mostrarnos los pequeños gigantes detalles que pasamos desapercibidos por el afán. Gracias x enseñarnos tanto y reconocer la grandeza de Dios y poder disfrutar de ese hermoso reino que nos ha sido dado. Gracias papá.
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