DIGANLE
Marcos 16:7 "Pero id, decid a sus discípulos y a Pedro: "El va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, tal como os dijo."
Lo voy a poner en cursivas: "...y a Pedro"¿Qué tiene que ver Pedro en este aviso? ¿No será que la Biblia tiene un mensaje encriptado para nosotros también?
Creo que aquí hay una perla escondida...
Se trata de Pedro, el traidor. El que negó a su maestro. El que habló malas palabras cuando la sirvienta lo confrontó. El mismo que había acompañado a su mentor caminar en el agua y ahora, a pocas horas de su muerte lo está negando... Pedro. Carlos. Juana. Vìctor. Esther... Ponga su nombre y verá la sorpresa que hay más adelante en la historia...
Es como si todo el cielo hubiera sido testigo de la caída de Pedro, y ahora todo el cielo quisiera ayudarlo a ponerse de pie otra vez. "Mujeres, asegùrense de decirle a Pedro que no ha quedado fuera de mis planes. Díganle que un fracaso no es el fin".
Las segundas oportunidades no abundan. Hoy día se trata más bien de "ahora o nunca". Aquí no se tolera la ineptitud. Hay que ser duro para progresar. No hay mucho espacio en la cima. Solo unos pocos pueden llegar a ella. Tres intentos y estas fuera. Es la ley de todos contra todos. O eres ganador o perdedor. Casada o abandonada. Divorciada o en orden. Madre soltera o madre casada. No hay términos medios. Negro o blanco. Bueno o malo. Se acabó. Caput...
No existen muchas segundas oportunidades en el mundo actual. Solo pregùntele al muchacho que no hizo sus estudios superiores a ver si encuentra un buen trabajo. O al tipo que recibió la carta de despido, o a la madre de tres a quien abandonaron por otra mujer. O al doctor que falló en la cirugía y el paciente se le murió en sus manos...
Pero Jesus tiene la respuesta para nuestra manìa masoquista. ¿Es la ley de todos contra todos? Entonces, -diría Jesus-, no vivas entre los "todos". Eso tiene sentido, ¿no le parece? ¿Por qué permitir que un montón de fracasados le digan cuán fracasado es usted?
Porque con Jesus todos tenemos una segunda oportunidad. Y Èl nos la dará cueste lo que cueste. No importa cuantas veces caigamos. No importan cuantas veces seamos débiles. No importa cuantas veces seamos arrastrados por la corriente del mundo. Èl siempre nos levantará. Siempre nos dará su Mano para ayudarnos a seguir caminando hacia la meta del supremo llamamiento...
Otra vez, ¡qué necio soy! ponga su nombre en esta historia: "Diganle a..." que voy a buscarlo y levantarlo y ponerlo a cargo de uno de mis privilegios... "Díganle a..." que tengo una misión para él o para ella. Que en mi Reino hacen falta personas como ustedes que saben lo que es caer y levantarse. Que en mi Reino hacen falta personas que saben llorar, que saben caer y que saben levantarse...
Lo voy a poner en cursivas: "...y a Pedro"¿Qué tiene que ver Pedro en este aviso? ¿No será que la Biblia tiene un mensaje encriptado para nosotros también?
Creo que aquí hay una perla escondida...
Se trata de Pedro, el traidor. El que negó a su maestro. El que habló malas palabras cuando la sirvienta lo confrontó. El mismo que había acompañado a su mentor caminar en el agua y ahora, a pocas horas de su muerte lo está negando... Pedro. Carlos. Juana. Vìctor. Esther... Ponga su nombre y verá la sorpresa que hay más adelante en la historia...
Es como si todo el cielo hubiera sido testigo de la caída de Pedro, y ahora todo el cielo quisiera ayudarlo a ponerse de pie otra vez. "Mujeres, asegùrense de decirle a Pedro que no ha quedado fuera de mis planes. Díganle que un fracaso no es el fin".
Las segundas oportunidades no abundan. Hoy día se trata más bien de "ahora o nunca". Aquí no se tolera la ineptitud. Hay que ser duro para progresar. No hay mucho espacio en la cima. Solo unos pocos pueden llegar a ella. Tres intentos y estas fuera. Es la ley de todos contra todos. O eres ganador o perdedor. Casada o abandonada. Divorciada o en orden. Madre soltera o madre casada. No hay términos medios. Negro o blanco. Bueno o malo. Se acabó. Caput...
No existen muchas segundas oportunidades en el mundo actual. Solo pregùntele al muchacho que no hizo sus estudios superiores a ver si encuentra un buen trabajo. O al tipo que recibió la carta de despido, o a la madre de tres a quien abandonaron por otra mujer. O al doctor que falló en la cirugía y el paciente se le murió en sus manos...
Pero Jesus tiene la respuesta para nuestra manìa masoquista. ¿Es la ley de todos contra todos? Entonces, -diría Jesus-, no vivas entre los "todos". Eso tiene sentido, ¿no le parece? ¿Por qué permitir que un montón de fracasados le digan cuán fracasado es usted?
Porque con Jesus todos tenemos una segunda oportunidad. Y Èl nos la dará cueste lo que cueste. No importa cuantas veces caigamos. No importan cuantas veces seamos débiles. No importa cuantas veces seamos arrastrados por la corriente del mundo. Èl siempre nos levantará. Siempre nos dará su Mano para ayudarnos a seguir caminando hacia la meta del supremo llamamiento...
Otra vez, ¡qué necio soy! ponga su nombre en esta historia: "Diganle a..." que voy a buscarlo y levantarlo y ponerlo a cargo de uno de mis privilegios... "Díganle a..." que tengo una misión para él o para ella. Que en mi Reino hacen falta personas como ustedes que saben lo que es caer y levantarse. Que en mi Reino hacen falta personas que saben llorar, que saben caer y que saben levantarse...
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