MAGDALENA

En Guatemala, las mamás han inventado una forma barata de celebrar cumpleaños entre sus hijos. Fuimos enseñados, desde pequeños, a esperar el turno para poder disfrutar nuestro pedazo de sorpresa: La Magdalena. La Magdalena es el pastel de cumpleaños de los pobres. Al no tener suficientes fondos para comprar o hacer un pastel elaborado, las mamás chapinas se especializan en hacer una Magdalena para que salga barata la celebración, además de que alcanza para todos...

Fuimos diez hermanos. ¿Se imagina? Trate de sentar en una misma mesa a cinco niñas y cinco niños, todos haciendo escándalo e impacientes cuando uno de ellos cumplìa años... Nuestra mamá tratando de calmarnos a todos, ordenando que estuviéramos quietos y pacientes hasta que ella partiera el pedazo de pastel de Magdalena que acababa de hornear para el cumpleañero de ese día...

Ese momento era esperado por todos durante el año. Casi podría decir que todos los meses había Magdalena en nuestra mesa.

Pero a veces mi mamá horneaba su famosa "Magdalena" que no era para ninguno de nosotros sino para otra persona.  Entonces nos quedábamos sin esperanza de probarla. Nos lamíamos los labios, nos acercábamos, tratábamos de meter los dedos en el molde lleno de la deliciosa magdalena, disfrutábamos el delicioso olor que despedía, pero inmediatamente escuchábamos la orden: ¡Cuidado! No la toquen. No se atrevan a tocarla. Ni se acerquen... ¿Por qué, mamá? Porque no es para ustedes. Es para fulano de tal... La de ustedes será otro día...Y nos retirábamos con una tristeza indecible por no poder tener ese delicioso pastel en nuestras porcelanas...

Ahora imagínese ese dolor tan grande. Tener una Magdalena al alcance de la mano y no poder darle ni un mordisco... Era algo sumamente doloroso...

Pero cuando era día de cumpleaños, sentíamos el delicioso olor a vainilla o esencia de naranja y veíamos a mi mamá preparando las porcelanas y los tenedores en la mesa, ya sabíamos: Había Magdalena... Y, la infantil pregunta era: ¿Para quién es mamá? Y su respuesta era aún más hermosa: "Para el que quiera..."

Eso dice Juan 3:16... "Porque de tal manera amó Dios al mundo, para que TODO AQUEL QUE EN EL CREA, no se pierda..." (Mayúsculas mías). ¡Qué dicha!. Eso me incluye a mí. Espero que usted también lo quiera. No la Magdalena, sino a Dios. Ninguna clase social es demasiado baja para él. Ninguna hora es demasiado avanzada. Ningún lugar es demasiado lejos. Como sea. Cuando sea. Donde sea. Quien sea. Mi amigo, todo aquel, le incluye a usted también... Para siempre...

Dios nos promete que la Salvación, la Bendición y el Reino del Cielo es para todo aquel que quiera. Para todo el que acepte. Para todo aquel que necesite... Es para todo aquel que quiera...

Mi esposa también hace una Magdalena tan deliciosa que para qué le cuento.  (¿Verdad Sheyla?) Pero Dios ha hecho algo mucho más hermoso: Hizo la Salvación para todos los que queramos...

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