MATEO 5... ( y 9)
"Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí..."
Llegamos al final de las bienaventuranzas. Han sido nueve escritos para darle rienda suelta a nuestra imaginación sobre lo que enseño Jesus en el Monte llamado de las Bienaventuranzas. Palabras de aliento, de consuelo, de apoyo... Palabras que han dado fuerzas al pàbilo que estaba a punto de apagarse. Palabras que enderezaron la caña que estaba cascada.
Cascadas por el abandono de un padre que no hizo presencia en la vida de la niña que ahora es mujer y no sabe qué esperar del hombre que duerme a su lado...
Cañas cascadas por el dolor de un divorcio.
Pabilos humeantes a punto de extinguir su fe, su esperanza y su amor a la vida por el abuso que sufrió desde niño o desde niña y que dejó huellas imborrables de rencor y cólera en su alma...
Cañas cascadas, a punto de quedar tiradas en medio del camino de la vida, olvidadas por todo y por todos a causa de los sufrimientos a que ha sido sometida su alma...
Esos son a los que hoy Jesus les promete que serán tres veces dichosos porque han sido insultados, ultrajados y rebajados a un nivel menos que humano. Perseguidos por el infortunio, perseguidos por las lenguas viperinas que les han cambiado el nombre por un apelativo fruto de los accidentes del camino...
Allí viene la adúltera. Ah, sí, la señora abandonada. Oh, ¿usted me habla del divorciado? ¿A quien se refiere? ¿a la madre soltera? ¿Al que hizo trampas en contabilidad? ¿Al que fue sospechoso de embarazar a su hija? ¿Habla del que acaban de despedir del trabajo por borracho...?
Esos son unos pocos ejemplos de lo que la sociedad hace y dice de los cascados. De los que ya no encuentran un lugar donde reposar su cabeza para descansar por un momento. Víctimas de injurias, desprecios y candidatos a que les pongan un letrero humillante en su espalda... "Allí va..."
Pero ¿Todo por qué? ¿Porque abandonó la religión de su abuelita? ¿Porque un día se le ocurrió entrar a una iglesia evangélica a buscar reposo a su alma adolorida? ¿Porque una noche entró al culto a buscar algo diferente, algo que le hiciera sentir viva?
Lean bien el párrafo: "... y digan todo género de mal contra vosotros falsamente..." Todo género de mal. Toda palabra engañosa. Toda mentira que trate de rebajar su dignidad. Todo lo que enlode su nombre. Todo lo que lo haga sentir humillado. Todo lo que le digan y que le hagan bajar los ojos... Todo eso abonará para que usted sea bienaventurado en el Señor... Porque si eso hicieron con el leño verde, qué no harán con el seco... No se defienda. Deje que lo defienda el Señor. Èl sabe como hacerlo mejor que nosotros...
Llegamos al final de las bienaventuranzas. Han sido nueve escritos para darle rienda suelta a nuestra imaginación sobre lo que enseño Jesus en el Monte llamado de las Bienaventuranzas. Palabras de aliento, de consuelo, de apoyo... Palabras que han dado fuerzas al pàbilo que estaba a punto de apagarse. Palabras que enderezaron la caña que estaba cascada.
Cascadas por el abandono de un padre que no hizo presencia en la vida de la niña que ahora es mujer y no sabe qué esperar del hombre que duerme a su lado...
Cañas cascadas por el dolor de un divorcio.
Pabilos humeantes a punto de extinguir su fe, su esperanza y su amor a la vida por el abuso que sufrió desde niño o desde niña y que dejó huellas imborrables de rencor y cólera en su alma...
Cañas cascadas, a punto de quedar tiradas en medio del camino de la vida, olvidadas por todo y por todos a causa de los sufrimientos a que ha sido sometida su alma...
Esos son a los que hoy Jesus les promete que serán tres veces dichosos porque han sido insultados, ultrajados y rebajados a un nivel menos que humano. Perseguidos por el infortunio, perseguidos por las lenguas viperinas que les han cambiado el nombre por un apelativo fruto de los accidentes del camino...
Allí viene la adúltera. Ah, sí, la señora abandonada. Oh, ¿usted me habla del divorciado? ¿A quien se refiere? ¿a la madre soltera? ¿Al que hizo trampas en contabilidad? ¿Al que fue sospechoso de embarazar a su hija? ¿Habla del que acaban de despedir del trabajo por borracho...?
Esos son unos pocos ejemplos de lo que la sociedad hace y dice de los cascados. De los que ya no encuentran un lugar donde reposar su cabeza para descansar por un momento. Víctimas de injurias, desprecios y candidatos a que les pongan un letrero humillante en su espalda... "Allí va..."
Pero ¿Todo por qué? ¿Porque abandonó la religión de su abuelita? ¿Porque un día se le ocurrió entrar a una iglesia evangélica a buscar reposo a su alma adolorida? ¿Porque una noche entró al culto a buscar algo diferente, algo que le hiciera sentir viva?
Lean bien el párrafo: "... y digan todo género de mal contra vosotros falsamente..." Todo género de mal. Toda palabra engañosa. Toda mentira que trate de rebajar su dignidad. Todo lo que enlode su nombre. Todo lo que lo haga sentir humillado. Todo lo que le digan y que le hagan bajar los ojos... Todo eso abonará para que usted sea bienaventurado en el Señor... Porque si eso hicieron con el leño verde, qué no harán con el seco... No se defienda. Deje que lo defienda el Señor. Èl sabe como hacerlo mejor que nosotros...
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