CURVAS

¿Ha salido de viaje usted y ha notado que en las carreteras muy pocas veces hay caminos rectos? Si se da cuenta en toda carretera hay curvas ya que los constructores han tenido que seguir el diseño que los cerros y montañas les permiten para hacer sus diseños... Y cuidado de no poner atención a esas curvas porque ya sabe usted lo que sucede... Un total descarrilamiento del vehículo y muchas veces con resultados funestos... Quien maneje debe tener especial cuidado como las toma y en donde está la siguiente curva para prepararse antes de entrar en ella...

Pero hay conductores que no se preocupan por las señales que avisan que más adelante hay una curva y ¡Pum! a veces directo al hospital o al cementerio... Las curvas pueden matar...

Así es la vida. La vida también tiene curvas. Y el problema es que no hay avisos en ese camino. Nos salen al encuentro de pronto, sin previo anuncio en la carretera de la vida... Y eso nos toma por sorpresa a todos. O por lo menos a la mayoría... En Guatemala decimos cuando nos llega un problema repentinamente: "me agarro en curva..." Nosotros los chapines sabemos eso de las curvas...

Un rico terrateniente, habitante de una de las aldeas del Israel antiguo tenía se vida asegurada en su tierra. Esposo amante y responsable de su familia, una linda esposa a su lado para acompañarlo y ayudarle en la administración de la casa y dos preciosos hijos... El nombre del padre era Elimelec. Nombre que significa "Jehovà es Dios". Eso indica que era un hombre de linaje. El nombre de la esposa era Noemí, que significa "Placentera"  Vivían bien. Tenían todo lo necesario. Buenos vecinos, buenos nombres, buenas tierras. Es más, el nombre de su aldea era Belen, "Casa de pan y abundancia"...

Pero en el camino de esta feliz familia empiezan a aparecer curvas... La primera que les tomó por sorpresa es que en Belén, Casa de pan se acaba el pan. Llega el hambre y la desesperación. Hay que buscar otro horizonte y el padre decide salir de su tierra. Se refugian en Moab, una tierra en la que los habitantes siempre les habían tratado mal desde los tiempos de Moisés. Pero deciden ubicarse allí y consiguen sobrevivir un tiempo...

La segunda curva que les llega es que muere el padre de familia. Ahora solo queda Noemí con sus dos hijos quienes se han casado con mujeres moabitas. Ahora hay una viuda que tiene que conseguir el sustento para ella y sus hijos y nueras...

Como si las cosas ya no fueran duras, la vida le presenta otra curva a Noemí. Ambos hijos suyos mueren también. La pesadilla de toda madre es vivir más tiempo que sus hijos, y Noemí no le tuvo que dar sepultura a uno sino a los dos hijos. En un giro de la vida, las curvas de su camino la han llevado de la abundancia y la paz a la tragedia, el dolor y el luto...

Ahora la pregunta del millón: ¿Ha encontrado usted curvas en su camino? ¿Se encontró de pronto con un problema matrimonial que amenaza con descarrilar su familia? ¿Se encontró de pronto con una deuda impagable y ahora le amenazan con un embargo? ¿Le apareció la querida hija embarazada de la noche a la mañana y sin previo aviso? ¿Su esposo resulta recibiendo llamadas al celular y habla quedo y misteriosamente? ¿Apareció una mancha negra en uno de sus senos y el doctor duda del diagnóstico? ¿El cabello, de la noche a la mañana aparece con hebras blancas y brillantes antes de la edad en que debían aparecer? ¿Recibió una carta de la oficina para decirle que ya no tiene trabajo?

Son las curvas de su camino querido lector. Su vida a entrado en una curva sin previo aviso... Y para qué decirle lo que viene... Noemí lo sufrió. Se amargó y regresó a su tierra con una sola expresión: "Me fui llena, pero Jehovà ha dado testimonio contra mí y el Todopoderoso me ha afligido" Rut 1:21.

Pero aún hay esperanza. Si usted lee el libro de Rut encontrará lo que sucedió con esas curvas que fueron trágicas pero al final, la Mano Sabia de Dios las convirtió en un camino recto y lleno de bendiciones... Solo espere. Dios sabe lo que está haciendo con esas curvas...