NOMBRES
Vivimos en una época hedonista...
Nos gustan, atraen y emocionan los nombres rimbombantes. Nunca antes ha habido una generación que antes de su nombre le gusta anteponer iniciales... Algunas ni se sabe qué indican... Por ejemplo:
MBA, MD, TH, Phd, y un largo etcètera...
¿A qué tanta sigla antes del nombre? ¿Qué significan esas letras que han puesto antes del nombre de pila? Algunas las conozco, otras no. Saludé hace algún tiempo a una persona que se acababa de graduar con una licenciatura de no sé qué carrera. Eramos conocidos de mucho tiempo. Cuando nos encontramos, como era lógico, le dije "¿qué tal fulano? y en seguida su nombre... Pero me paró en seco cuando me respondió: "Ahora soy licenciado en tal cosa. Por favor dime Licenciado"...
Bueno. No solo perdió su nombre de pila sino también mi amistad... Lo lamento, no me gusta la gente que cree que por tener un título ya no se les puede decir su nombre... Especialmente si hemos comido juntos en las aceras de la ciudad cuando el hambre ha apretado.
¿Será orgullo, petulancia, arrogancia o simple y llana ignorancia? Creo que es todo eso. Pero no tienen ellos la culpa sino los que los hacen creer que ahora que han alcanzado una pequeña meta educativa (aunque de educativa lo pongo en duda por sus actitudes), les cambian el nombre por un título... Craso error.
El hombre vale por su buen nombre. Eso dice la Biblia: "Más vale un buen nombre que las muchas riquezas". Yo diría: que los muchos títulos. Conocemos gentes con muchos títulos que están en las bartolinas detenidos por delincuentes. Sus títulos no los eximieron de ser apresados y juzgados por las leyes que rigen nuestra conducta...
Por eso me gusta ser amigo de aquellos que no hacen alarde de sus diplomas ni títulos. De aquellos que usan su nombre para ser lo que son. Los que no exigen que se les llame por lo que estudiaron sino por cómo han cuidado su nombre. Su prestigio. Su reputación...
Y, por sobre todo, me gusta el Personaje más famoso de la historia humana y divina. Es Gobernador de facto. A su sola Palabra fueron creadas todas las cosas. Las estrellas obedecen su Voz y el sol y la luna siguen cumpliendo su mandato de alumbrar uno en el día y la otra en la noche. La naturaleza toda le rinde honores. El profeta Isaías revela sus Títulos: Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz...
¿Qué le parecen esos Títulos? Pero asombrese aún más...
El ángel le dijo a José y Maria: Pònganle Jesus... Solo eso. Jesus. Y eso fue lo que dijo Bartimeo: "Jesus, Hijo de David". Eso fue lo que dijo Pedro: "Jesus, sálvame que me ahogo". Eso fue lo que le dijo Marta: "Jesus, si hubieras estado aquí..." Eso fue lo que le dijo el centurión: "Jesus, sana a mi siervo". Y eso fue lo que le dijo el Señor a Pablo: "Yo soy Jesus... al que tú persigues..."
¿No es maravilloso el ejemplo que se convierte en el epítome de la humildad? "Solo llámame Jesus..." Recuerde esto cuando obtenga el título que tanto ha ansiado tener... No pierda su nombre. Vale mucho. Como el de Jesus...
Nos gustan, atraen y emocionan los nombres rimbombantes. Nunca antes ha habido una generación que antes de su nombre le gusta anteponer iniciales... Algunas ni se sabe qué indican... Por ejemplo:
MBA, MD, TH, Phd, y un largo etcètera...
¿A qué tanta sigla antes del nombre? ¿Qué significan esas letras que han puesto antes del nombre de pila? Algunas las conozco, otras no. Saludé hace algún tiempo a una persona que se acababa de graduar con una licenciatura de no sé qué carrera. Eramos conocidos de mucho tiempo. Cuando nos encontramos, como era lógico, le dije "¿qué tal fulano? y en seguida su nombre... Pero me paró en seco cuando me respondió: "Ahora soy licenciado en tal cosa. Por favor dime Licenciado"...
Bueno. No solo perdió su nombre de pila sino también mi amistad... Lo lamento, no me gusta la gente que cree que por tener un título ya no se les puede decir su nombre... Especialmente si hemos comido juntos en las aceras de la ciudad cuando el hambre ha apretado.
¿Será orgullo, petulancia, arrogancia o simple y llana ignorancia? Creo que es todo eso. Pero no tienen ellos la culpa sino los que los hacen creer que ahora que han alcanzado una pequeña meta educativa (aunque de educativa lo pongo en duda por sus actitudes), les cambian el nombre por un título... Craso error.
El hombre vale por su buen nombre. Eso dice la Biblia: "Más vale un buen nombre que las muchas riquezas". Yo diría: que los muchos títulos. Conocemos gentes con muchos títulos que están en las bartolinas detenidos por delincuentes. Sus títulos no los eximieron de ser apresados y juzgados por las leyes que rigen nuestra conducta...
Por eso me gusta ser amigo de aquellos que no hacen alarde de sus diplomas ni títulos. De aquellos que usan su nombre para ser lo que son. Los que no exigen que se les llame por lo que estudiaron sino por cómo han cuidado su nombre. Su prestigio. Su reputación...
Y, por sobre todo, me gusta el Personaje más famoso de la historia humana y divina. Es Gobernador de facto. A su sola Palabra fueron creadas todas las cosas. Las estrellas obedecen su Voz y el sol y la luna siguen cumpliendo su mandato de alumbrar uno en el día y la otra en la noche. La naturaleza toda le rinde honores. El profeta Isaías revela sus Títulos: Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz...
¿Qué le parecen esos Títulos? Pero asombrese aún más...
El ángel le dijo a José y Maria: Pònganle Jesus... Solo eso. Jesus. Y eso fue lo que dijo Bartimeo: "Jesus, Hijo de David". Eso fue lo que dijo Pedro: "Jesus, sálvame que me ahogo". Eso fue lo que le dijo Marta: "Jesus, si hubieras estado aquí..." Eso fue lo que le dijo el centurión: "Jesus, sana a mi siervo". Y eso fue lo que le dijo el Señor a Pablo: "Yo soy Jesus... al que tú persigues..."
¿No es maravilloso el ejemplo que se convierte en el epítome de la humildad? "Solo llámame Jesus..." Recuerde esto cuando obtenga el título que tanto ha ansiado tener... No pierda su nombre. Vale mucho. Como el de Jesus...
Comentarios
Publicar un comentario