MANOS

Las manos son instrumentos tanto de bendición como de maldiciòn. Con la derecha se bendice. Con la izquierda se toma el dinero. "Larga vida hay en su mano derecha y en su izquierda riquezas y honra" dice una versión...

Dios hizo las manos de todos nosotros para que las usáramos para bendecir. Una madre usa sus manos tiernas y suaves para acariciar al bebe que le acaban de poner en el regazo. Otras madres las usan para bañarlo, acariciarlo y secarlo para después acunarlo entre sus brazos. Hay hombres que las usan para dar amor. Para decir sin palabras "te amo"...

Otros usan sus manos para acariciar las mejillas de la persona que ama. No hay toque mas tierno y delicioso que el de las manos de una mujer que nos acaricia la barbilla o la piel de nuestra cara... Es como una caricia del viento sobre nosotros. Es algo refrescante y vivificante.

Hay manos que sirven en los restaurantes. Nos ponen los platos con sumo cuidado para hacernos sentir importantes y necesarios en sus negocios. Manos que sirven, manos que ayudan, manos que bendicen...

Hay personas que usan sus manos para sanar. Manos que inspiran amor, ternura y cobijo. Manos que dan esperanzas cuando nos dan pequeños y hermosos golpes en la espalda para decirnos: "Sigue adelante, no desmayes..."

Lamentablemente hay quienes usan sus manos para golpear. Para dañar. Para dejar moretes alrededor de los ojos. Manos que rompen dientes. Manos que tocan el cuerpo del niño y abusan de él. Manos que acarician con lujuria la piel de la niña que duerme inocente en la cama... Manos que maldicen, manos que quitan la vida, manos que mutilan y hacen daño... Manos que fuerzan a la pequeña a desvestirse y quedar embarazada contra su voluntad. Manos que dan golpes en las mejillas en vez de acariciarlas...

Hubo unas manos que nadie sabe de quien fueron. No aparece el nombre del dueño de esas manos. Son las manos del soldado que clavò las manos de Jesus a la Cruz. Esas manos marcaron el destino de nuestras vidas. Quiso hacer mal al clavar esas seis pulgadas de acero en las Manos Santas y puras del Señor, pero Dios lo volvió para bien. Sin esa mano que dio los martillazos en los clavos nuestra salvación no se hubiera realizado. Dios lo cambio todo. El mal lo convirtió en bien. Nos salvó de la muerte segunda y del infierno...

¿Han usado las manos para burlarse de usted? ¿Alguien ha utilizado sus manos para dejarle herido el corazón? ¿Han habido manos que han recorrido su cuerpo para abusar de su inocencia y confianza? ¿Hay por allí alguien que ensució sus manos al haberla señalado después de haberla usado? ¿Algún jefe abusivo ha usado sus manos para mancillarla con caricias prohibidas? Solo recuerde las manos que clavaron en la Cruz al Señor. Esas manos ayudan. Duele, pero ayudan a entender que sin la esperanza que nos da Jesus al haber soportado los clavos, nosotros tampoco podríamos soportar otra clase de clavos que otras manos han introducido en nuestros corazones... A Jesus lo clavaron de sus manos. A nosotros nos han clavado en el corazón... Sigamos adelante entonces... ¡Ah! Y tratemos de usar nuestras manos para impartir bendición, ternura, amor, calor y cobijo... Nada mas.

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