COMO JESUS

Nos gustan las cosas finas, caras y de buen gusto. Eso es normal. Para una persona que se considera hijo de Dios o consentida por el Señor, tiene que tener buen gusto. Los hijos de los reyes viven bien. Y nuestro Rey, Jesucristo, ganò para nosotros el Reino... Somos hijos del Dios del Reino de los Cielos...

Pero hay un problema.

Aunque es cierto que somos hijos de Dios y tenemos derecho a tener buenas cosas, el ejemplo que nos dejò nuestro Señor es totalmente diferente. Su Reino no es de este mundo, en consecuencia tampoco el nuestro. Y cuando entendemos este principio, tenemos que empezar a vivir de acuerdo a las reglas del juego de nuestro Dios. Y el ejemplo de Jesus fue que Èl no vino a ser servido sino a servir. Y nos ha delegado a nosotros ese deber... Servir. No solo de ejemplo sino de hecho... Servir. Algo que no está de acuerdo a los principios del reino de la tierra a cargo de Satanàs. A este individuo, si se le puede llamar así, no le gusta servir. A èl le gusta que le sirvan.

Pero nosotros no somos de su reino. Por lo tanto, actuamos totalmente diferentes. Nosotros somos como nuestro Maestro que nos enseñò los principios de su Conducta: Servicio. Servicio a toda costa. Es por eso que debemos tener cuidado con nuestro diseño celestial. No debemos descuidar lo que es necesario hacer a cambio de lo que nos gustaría hacer.

El mundo necesita siervos. Gente como Jesus. El escogió para vivir Nazaret en lugar de la elegante Jerusalen, el taller de carpintería de Josè en vez de un palacio de columnas de mármol y treinta años de anonimato en lugar de una vida llena de fama y aplausos...

A Jesus le gustaba más la oración que la cama. El desierto más que el río Jordan. Apóstoles iracundos en vez de ángeles obedientes...

Si a nosotros nos hubiera tocado vivir en su tiempo y en su lugar, hubiéramos escogido ángeles y no pescadores. Hubiéramos puesto en nuestra nómina de ayudantes a Gabriel y Miguel, serafines y querubines como nuestros ayudantes... Pero no Jesus. Èl prefirió rodearse de gente común. Gente enferma. Enferma del hígado y de bilis antes de seres angelicales sin emociones. El optó por escoger a Pedro. ¿Se imagina? Juan, el presumido, Mateo el materialista. Judas el traidor. Felipe el pensador.

Cuando Pedro no tenía para sus impuestos, Jesus lo solucionò. Cuando una tormenta los asustò, El la calmò. Cuando tuvieron hambre, Èl los alimentò. Èl hizo todo lo contrario a lo que nosotros hubiéramos hecho...

Por eso, pertenecer al Reino de Jesus no es tan agradable para muchos, tanto que lo rechazan. No lo entienden. No pueden sentir ese placer de darle una sonrisa a un desconocido que pasa a nuestro lado. Un abrazo a alguien que sufre. Una visita a un enfermo. Un pan al que tiene hambre. Un "te amo" al que nadie quiere. Un "te entiendo" cuando alguien nos insulta... Como Jesus. Solo como Jesus...

Comentarios

  1. Gracias Pastor Berges por estas líneas, me han hecho meditar y ver más como actuaba Jesús en este tema . Bendiciones

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  2. Gracias Pastor Berges por estas líneas, me han hecho meditar y ver más como actuaba Jesús en este tema . Bendiciones

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