TOQUES
Un hombre demacrado està sentado en el suelo con las piernas cruzadas, iluminado a medias por los rayos de sol que entran por la ventana. Con las mejillas hundidas y los labios resecos, se balancea hacia delante y hacia atrás, murmurando una oración...
-¿Cuànto hace que està así? Pregunta Ananìas...
-Tres días. Responden los soldados que lo están cuidando...
Saulo tiene su gran cabeza asentada sobre sus hombros. Su nariz aguileña y sus cejas pobladas. En el suelo està el plato con comida y el vaso con agua que no ha tocado. Sus ojos saltones miran fijamente hacia una ventana abierta. Una costra los cubre. Saulo ni siquiera espanta las moscas de su cara. Ananìas titubea... El miedo recorre su espalda sudorosa por encontrarse ante el hombre que tiene fama de matar cristianos. Hace unas horas escucho una voz que le dijo que fuera a esa casa en donde encontrarìa a Saulo esperándolo para que le devolviera la vista.
No podìa ser cierto. Saulo tiene fama de ser un asesino respaldado por el Sumo Sacerdote de Jerusalen. Y Ananìas duda entre el asombro y el temor. Si la voz que escucho no fue de Dios es hombre muerto. Saulo no se detendrá ante nada por su atrevimiento de tocarlo...
Pero tiene que cumplir su llamado, así que se sienta en el suelo de piedra. Toma la mano del que había sido un terrorista y siente como se estremece. Observa los labios temblorosos de Saulo. Ananìas siente algo extraño. Sabe que Cristo ya ha hecho el trabajo. Saulo ya no es el mismo que èl habìa conocido... "Hermano Saulo..." Palabras dulces que habrán hecho llorar a Saulo cuando las escucho. "Hermano Saulo..." El enemigo acérrimo de los cristianos ahora se llama hermano...
El toque de Ananìas cambiò el rumbo de la vida de Saulo. Nosotros lo conocemos como Pablo. El hombre que tocò a Saulo provocò que este tocara al mundo. Tocò la cultura griega. Tocó a Tomàs de Aquino, Lutero y Calvino. Y me ha tocado a mì. Con sus cartas me ha confrontado, me ha cambiado y me ha transformado. Dios cumpliò lo que le dijo a Ananìas: "Instrumento me es este. Anda y lo tocas..."
Alguien está esperando por un toque de su mano. No se la niegue. Usted puede cambiar a alguien con solo abrazarlo, con acariciarle las mejillas a un niño, con tocarle la barbilla a un anciano, con tocarle el dorso de la mano a un amigo, con ponerle tan siquiera un dedo en la espalda a su compañero de trabajo, con tocarlo con una tierna mirada y una suave sonrisa. No tema. A veces la gente parece ruda y agresiva, pero es que están escondiendo su ternura y su necesidad de un toque... Del toque de una mano como la suya, llena de compasión y amor... Préstele su mano a Jesùs para tocar la vida de alguien. Ese alguien puede trastocar su mundo, y usted, como Ananìas serà recordado o recordada por mucho tiempo...
-¿Cuànto hace que està así? Pregunta Ananìas...
-Tres días. Responden los soldados que lo están cuidando...
Saulo tiene su gran cabeza asentada sobre sus hombros. Su nariz aguileña y sus cejas pobladas. En el suelo està el plato con comida y el vaso con agua que no ha tocado. Sus ojos saltones miran fijamente hacia una ventana abierta. Una costra los cubre. Saulo ni siquiera espanta las moscas de su cara. Ananìas titubea... El miedo recorre su espalda sudorosa por encontrarse ante el hombre que tiene fama de matar cristianos. Hace unas horas escucho una voz que le dijo que fuera a esa casa en donde encontrarìa a Saulo esperándolo para que le devolviera la vista.
No podìa ser cierto. Saulo tiene fama de ser un asesino respaldado por el Sumo Sacerdote de Jerusalen. Y Ananìas duda entre el asombro y el temor. Si la voz que escucho no fue de Dios es hombre muerto. Saulo no se detendrá ante nada por su atrevimiento de tocarlo...
Pero tiene que cumplir su llamado, así que se sienta en el suelo de piedra. Toma la mano del que había sido un terrorista y siente como se estremece. Observa los labios temblorosos de Saulo. Ananìas siente algo extraño. Sabe que Cristo ya ha hecho el trabajo. Saulo ya no es el mismo que èl habìa conocido... "Hermano Saulo..." Palabras dulces que habrán hecho llorar a Saulo cuando las escucho. "Hermano Saulo..." El enemigo acérrimo de los cristianos ahora se llama hermano...
El toque de Ananìas cambiò el rumbo de la vida de Saulo. Nosotros lo conocemos como Pablo. El hombre que tocò a Saulo provocò que este tocara al mundo. Tocò la cultura griega. Tocó a Tomàs de Aquino, Lutero y Calvino. Y me ha tocado a mì. Con sus cartas me ha confrontado, me ha cambiado y me ha transformado. Dios cumpliò lo que le dijo a Ananìas: "Instrumento me es este. Anda y lo tocas..."
Alguien está esperando por un toque de su mano. No se la niegue. Usted puede cambiar a alguien con solo abrazarlo, con acariciarle las mejillas a un niño, con tocarle la barbilla a un anciano, con tocarle el dorso de la mano a un amigo, con ponerle tan siquiera un dedo en la espalda a su compañero de trabajo, con tocarlo con una tierna mirada y una suave sonrisa. No tema. A veces la gente parece ruda y agresiva, pero es que están escondiendo su ternura y su necesidad de un toque... Del toque de una mano como la suya, llena de compasión y amor... Préstele su mano a Jesùs para tocar la vida de alguien. Ese alguien puede trastocar su mundo, y usted, como Ananìas serà recordado o recordada por mucho tiempo...
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