SOBERBIA
"Entonces, respondiendo Jesús, le dijo:Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas. Y su hija quedó sana desde aquel momento" Mat. 15:28
Estamos, según este pasaje de la Biblia, en tiempos en que la soberbia social en el antiguo Israel era palpable. Judìos y gentiles no se mezclaban. Era insólito que un judìos tomara leche ordeñada por un gentil. Era cuestión de castas. Unos eran puros y los otros inmundos. Unos eran de élite y los otros eran perros. Bueno, lo de "eran" es un axioma porque aun hoy todavía existe ese sistema de castas. Se ve en las iglesias y entre los cristianos...
La diferencia entre el antes y el hoy es Jesus. Para Pedro visitar a Cornelio fue un problema que tuvo que enfrentar. Si no hubiera sido porque Jesus le ordena ir a su casa, Cornelio jamás hubiera conocido al Espíritu Santo y experimentado la salvación. Para Pedro eso era inconcebible. Cornelio era un perro. Pedro, por muy malcriado, violento e ignorante, era "puro" por ser judìo...
Hoy la ciencia ha aprendido a manejar la lepra. Pero esta sigue viva entre los evangélicos. Ya no ponemos a la gente en cuarentena, pero ¿hemos acabado con la actitud? ¿O aun vemos a las personas como inferiores? Pregùntele a cualquier cristiano de congregación "grande". El sentimiento de superioridad aun sigue vigente. Todavía está vivito y coleando. "¡Ah! es que ustedes son chiquitos..." me han dicho mas de alguna vez cuando ven el tamaño del edificio donde me congrego. Todavía habemos "leprosos" congregacionales. Medimos la pequeñez o la grandeza de acuerdo a nuestros conceptos. Ignorancia crasa...
Sistema judìo del primer siglo. La gente es propensa a jerarquizar. Nos encana la soberbia. Los niños por encima de las niñas o viceversa. El próspero por encima del indigente. El culto sobre el que ha dejado los estudios. El evangélico sobre el incrédulo...
Los judìos no podían socorrer a una madre gentil en los momentos de necesidad. Los médicos judìos no podían atender los pacientes no judìos. Ningún judìo quería tener nada que ver con un gentil. Eran impuros... Como hoy en el mundo evangélico. Invítelos a una reunión y tienen miedo a contaminarse con usted. Decimos que adoramos al mismo Dios, que cantamos al mismo Creador, que somos salvos por la misma Sangre pero a la hora de confraternizar... eso es otra cosa. "Mi iglesia". "Mi pastor". "Mi congregación". "Mis hermanos"...Es bueno ser fiel a su congregación pero no es bueno jerarquizar a los demás...
Por eso era necesario que viniera un judìo como Jesus. Èl tendió el puente entre "puros" e "impuros". Bueno. Lo tendió hace dos mil años aunque nosotros lo hemos derribado ese mismo tiempo... Eso fue lo que hizo Jesus con la mujer cananea. Ella no era judía, era uno de los perros de aquel entonces. Pero necesita un milagro. Necesita un abrazo. Necesita un "hola" de alguien. Necesita una mirada de compasión. Necesita un mendrugo de pan, un café con una amiga, un instante de amistad... Después de un diálogo social, ella demuestra que no importa la cantidad. Lo que necesita es solucionar su necesidad. Eso fue lo que vio Jesus. Necesidad. No importa tu estatus social. Tu estatura intelectual. Tu posición religiosa. Tus doctorados o ausencia de estudios. Jesus vio la necesidad. Y eso rompió la soberbia cultural que se había levantado entre estas dos culturas. "Grande es tu fe..." Eso es todo. Permitamos que la gente de fe pueda ver milagros. Nosotros podemos hacerlo este día. No los veamos como si van o no a nuestra congregación. Veamos su necesidad. Es es todo. Su necesidad por encima de nuestras creencias, credos o tamaño de nuestros templos...
Estamos, según este pasaje de la Biblia, en tiempos en que la soberbia social en el antiguo Israel era palpable. Judìos y gentiles no se mezclaban. Era insólito que un judìos tomara leche ordeñada por un gentil. Era cuestión de castas. Unos eran puros y los otros inmundos. Unos eran de élite y los otros eran perros. Bueno, lo de "eran" es un axioma porque aun hoy todavía existe ese sistema de castas. Se ve en las iglesias y entre los cristianos...
La diferencia entre el antes y el hoy es Jesus. Para Pedro visitar a Cornelio fue un problema que tuvo que enfrentar. Si no hubiera sido porque Jesus le ordena ir a su casa, Cornelio jamás hubiera conocido al Espíritu Santo y experimentado la salvación. Para Pedro eso era inconcebible. Cornelio era un perro. Pedro, por muy malcriado, violento e ignorante, era "puro" por ser judìo...
Hoy la ciencia ha aprendido a manejar la lepra. Pero esta sigue viva entre los evangélicos. Ya no ponemos a la gente en cuarentena, pero ¿hemos acabado con la actitud? ¿O aun vemos a las personas como inferiores? Pregùntele a cualquier cristiano de congregación "grande". El sentimiento de superioridad aun sigue vigente. Todavía está vivito y coleando. "¡Ah! es que ustedes son chiquitos..." me han dicho mas de alguna vez cuando ven el tamaño del edificio donde me congrego. Todavía habemos "leprosos" congregacionales. Medimos la pequeñez o la grandeza de acuerdo a nuestros conceptos. Ignorancia crasa...
Sistema judìo del primer siglo. La gente es propensa a jerarquizar. Nos encana la soberbia. Los niños por encima de las niñas o viceversa. El próspero por encima del indigente. El culto sobre el que ha dejado los estudios. El evangélico sobre el incrédulo...
Los judìos no podían socorrer a una madre gentil en los momentos de necesidad. Los médicos judìos no podían atender los pacientes no judìos. Ningún judìo quería tener nada que ver con un gentil. Eran impuros... Como hoy en el mundo evangélico. Invítelos a una reunión y tienen miedo a contaminarse con usted. Decimos que adoramos al mismo Dios, que cantamos al mismo Creador, que somos salvos por la misma Sangre pero a la hora de confraternizar... eso es otra cosa. "Mi iglesia". "Mi pastor". "Mi congregación". "Mis hermanos"...Es bueno ser fiel a su congregación pero no es bueno jerarquizar a los demás...
Por eso era necesario que viniera un judìo como Jesus. Èl tendió el puente entre "puros" e "impuros". Bueno. Lo tendió hace dos mil años aunque nosotros lo hemos derribado ese mismo tiempo... Eso fue lo que hizo Jesus con la mujer cananea. Ella no era judía, era uno de los perros de aquel entonces. Pero necesita un milagro. Necesita un abrazo. Necesita un "hola" de alguien. Necesita una mirada de compasión. Necesita un mendrugo de pan, un café con una amiga, un instante de amistad... Después de un diálogo social, ella demuestra que no importa la cantidad. Lo que necesita es solucionar su necesidad. Eso fue lo que vio Jesus. Necesidad. No importa tu estatus social. Tu estatura intelectual. Tu posición religiosa. Tus doctorados o ausencia de estudios. Jesus vio la necesidad. Y eso rompió la soberbia cultural que se había levantado entre estas dos culturas. "Grande es tu fe..." Eso es todo. Permitamos que la gente de fe pueda ver milagros. Nosotros podemos hacerlo este día. No los veamos como si van o no a nuestra congregación. Veamos su necesidad. Es es todo. Su necesidad por encima de nuestras creencias, credos o tamaño de nuestros templos...
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