RESTAURACION
No huele bien. Sus olores corporales asustan a cualquiera que quiera acercarse a él y darle un poco de ternura. Su pelo está desgreñado y sucio. Sus ropas apestan a mugre y su piel muestra el abandono en que la ha tenido por tanto tiempo...
En su rostro muestra el dolor del abandono. Muestra la cólera reprimida largo tiempo. Los callos en sus manos indican que su trabajo es extremadamente duro. Sus uñas están llenas de mugre de tanto recoger basura en su entorno. Tiene un gesto duro de tanto pasar tiempo bajo el sol y la lluvia tratando de sobrevivir con lo poco que encuentra entre la basura...
Su aliento es un mudo testigo del dolor que ha producido el hambre. No tiene amigos. No le quedan parientes. No tiene motivos para ser feliz. En su vida de niño lo tuvo todo pero la vida le jugó una mala pasada... Su niñera se cayó cuando huía de la guerra y él, el niño mimado de aquel entonces quedó invalido para siempre. Incapaz de caminar, tuvo que inventarse un par de muletas para apoyarse en ellas para poder movilizarse...
Ha pasado mucho tiempo desde que probó un vaso de leche y un poco de vigorizante miel. Ahora su comida han sido las sobras que rescata de la basura que llegan a tirar al lugar donde vive. Lo-debar se llama. Es lo único que conoce desde que tiene memoria. Nunca ha estado en la gran ciudad así que no sabe que existen cosas mejores de las que posee. El basurero ha sido su lugar de vivienda y desarrollo. Allí no hay mujeres hermosas. Ni amigos. Solo competencia por alcanzarle al otro y arrebatarle lo que pueda para llevar a su mesa. Es una selva de todos contra todos. Todo es basura. Odio. Rencor. Abandono. Luchar por vivir día a día sin la esperanza de poder salir de allí por los propios medios. Aunque pudiera tener estudios avanzados de nada le sirven en ese entorno oscuro y abandonado de la sociedad en la que vive...
Hasta que llega un cambio. El rey le ha mandado a llamar. Quiere que coma en su mesa. Quiere que viva en su palacio. Que vista con ropas finas y que tenga su baño propio con jabones de olor y fragancias que nunca imaginó que existieran. ¿Comida de rey? ¿Qué es eso? ¿Cubiertos de oro y plata? Nunca ha tenido uno en sus manos... Pero ahora, de la noche a la mañana está conociendo un mundo nuevo... El rey le ha llamado para que esté a su lado...
Ahora ya no es el apestoso a basura. Lo han bañado, rasurado, cortado el cabello y no se reconoce cuando se ve al espejo. Ahora vive en el palacio del rey...
Como Mefi-boset, usted y yo éramos sus pares. Antes que el Rey Jesus nos llamara éramos eso. Recogedores de basura. Un beso por aquí, otro por allá. Vivíamos de la lastima de los demás. De las sobras de otros. Nos daban un abrazo por lastima. Un beso que sobró. Un pedazo de amor porque era nuestro cumpleaños pero solo eso...Hasta el próximo año si era posible...
Pero el Rey nos encontró y nos invitó a estar con Èl. Ahora ya no es usted la divorciada. La abandonada. La inútil y buena para nada. La madre soltera. La que tiene que esquivar a los ingratos que la buscan por su cuerpo. Ahora ya no es usted aquella que abrazaban con lujuria y la veían como trofeo sexual. Ya no es usted el fracasado. El divorciado y abandonado. El que no tuvo estudios superiores. El ignorante. Ya no es usted el recogedor de sobras, ahora come comida celestial.
Nos han restaurado. Y nos han devuelto la dignidad. El valor de ser personas de respeto. Ya no mas lagrimas de odio y rencor. Ya no mas palabras de desprecio. Ahora valemos lo que el Rey dice que valemos. Ya no mas miradas por sobre el hombro. Ahora podemos mirar a los ojos a los demás sin bajar la frente. Ya no mas doblar las rodillas ante el hambre. Ahora estamos saciados. Ahora conocemos el amor limpio y puro de Jesus. Ahora comemos comida de reyes. Ahora todo ha cambiado... porque el Rey nos mandó a buscar...
Y lo mismo quiere hacer con usted. Le está invitando a llegar a su Lado y comer en su mesa. No comerà migajas ni sobras. Hay un plato con su nombre esperando en su lugar. Un lugar que hace años le pertenece. Un lugar en la Mesa del Rey... Acéptelo. Acepte su invitación. Todo será diferente...
En su rostro muestra el dolor del abandono. Muestra la cólera reprimida largo tiempo. Los callos en sus manos indican que su trabajo es extremadamente duro. Sus uñas están llenas de mugre de tanto recoger basura en su entorno. Tiene un gesto duro de tanto pasar tiempo bajo el sol y la lluvia tratando de sobrevivir con lo poco que encuentra entre la basura...
Su aliento es un mudo testigo del dolor que ha producido el hambre. No tiene amigos. No le quedan parientes. No tiene motivos para ser feliz. En su vida de niño lo tuvo todo pero la vida le jugó una mala pasada... Su niñera se cayó cuando huía de la guerra y él, el niño mimado de aquel entonces quedó invalido para siempre. Incapaz de caminar, tuvo que inventarse un par de muletas para apoyarse en ellas para poder movilizarse...
Ha pasado mucho tiempo desde que probó un vaso de leche y un poco de vigorizante miel. Ahora su comida han sido las sobras que rescata de la basura que llegan a tirar al lugar donde vive. Lo-debar se llama. Es lo único que conoce desde que tiene memoria. Nunca ha estado en la gran ciudad así que no sabe que existen cosas mejores de las que posee. El basurero ha sido su lugar de vivienda y desarrollo. Allí no hay mujeres hermosas. Ni amigos. Solo competencia por alcanzarle al otro y arrebatarle lo que pueda para llevar a su mesa. Es una selva de todos contra todos. Todo es basura. Odio. Rencor. Abandono. Luchar por vivir día a día sin la esperanza de poder salir de allí por los propios medios. Aunque pudiera tener estudios avanzados de nada le sirven en ese entorno oscuro y abandonado de la sociedad en la que vive...
Hasta que llega un cambio. El rey le ha mandado a llamar. Quiere que coma en su mesa. Quiere que viva en su palacio. Que vista con ropas finas y que tenga su baño propio con jabones de olor y fragancias que nunca imaginó que existieran. ¿Comida de rey? ¿Qué es eso? ¿Cubiertos de oro y plata? Nunca ha tenido uno en sus manos... Pero ahora, de la noche a la mañana está conociendo un mundo nuevo... El rey le ha llamado para que esté a su lado...
Ahora ya no es el apestoso a basura. Lo han bañado, rasurado, cortado el cabello y no se reconoce cuando se ve al espejo. Ahora vive en el palacio del rey...
Como Mefi-boset, usted y yo éramos sus pares. Antes que el Rey Jesus nos llamara éramos eso. Recogedores de basura. Un beso por aquí, otro por allá. Vivíamos de la lastima de los demás. De las sobras de otros. Nos daban un abrazo por lastima. Un beso que sobró. Un pedazo de amor porque era nuestro cumpleaños pero solo eso...Hasta el próximo año si era posible...
Pero el Rey nos encontró y nos invitó a estar con Èl. Ahora ya no es usted la divorciada. La abandonada. La inútil y buena para nada. La madre soltera. La que tiene que esquivar a los ingratos que la buscan por su cuerpo. Ahora ya no es usted aquella que abrazaban con lujuria y la veían como trofeo sexual. Ya no es usted el fracasado. El divorciado y abandonado. El que no tuvo estudios superiores. El ignorante. Ya no es usted el recogedor de sobras, ahora come comida celestial.
Nos han restaurado. Y nos han devuelto la dignidad. El valor de ser personas de respeto. Ya no mas lagrimas de odio y rencor. Ya no mas palabras de desprecio. Ahora valemos lo que el Rey dice que valemos. Ya no mas miradas por sobre el hombro. Ahora podemos mirar a los ojos a los demás sin bajar la frente. Ya no mas doblar las rodillas ante el hambre. Ahora estamos saciados. Ahora conocemos el amor limpio y puro de Jesus. Ahora comemos comida de reyes. Ahora todo ha cambiado... porque el Rey nos mandó a buscar...
Y lo mismo quiere hacer con usted. Le está invitando a llegar a su Lado y comer en su mesa. No comerà migajas ni sobras. Hay un plato con su nombre esperando en su lugar. Un lugar que hace años le pertenece. Un lugar en la Mesa del Rey... Acéptelo. Acepte su invitación. Todo será diferente...
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