REGALOS
Voy a meterme un poquito en su rutina...
Voy a estar con usted unos momentos durante un día en que usted tiene un compromiso con una persona que ama. Esa persona es muy especial para usted. Es su cumpleaños y usted quiere hacerle un regalo muy especial. Dicen que los regalos hablan. Así que no es un perfume comprado a ultima hora camino a la reunión. No. Este debe ser algo bien buscado, pensado, analizado y comprado al precio que fuera con tal de sentirse usted satisfecho o contenta de haberlo comprado. Su regalo va a decirle a la persona que usted celebrará, lo importante que es para su vida...
Así que le he seguido los pasos por el centro comercial, merodeando de vitrina en vitrina, de almacén en almacén, recorriendo uno y otro para dar con lo que realmente le haga sentir que usted quedará bien. Le he visto ahorrando todo el año los vueltos de las compras y guardándolo celosamente para no tomarlo para otra cosa. Ese dinero no se toca. Está destinado a sorprender a la persona superespecial para darle un regalo superespecial...
¿Cual es su interés en todo este embrollo en que le he visto? ¿A qué tanto afán en buscar por los almacenes hasta dar con lo que le hace "click" en su corazón? ¡Ah! es que quiere que cuando la persona que recibirà el presente se sorprenda. Que se le salgan las lagrimas de alegría. Que le brote una sonrisa espontánea. Que brinque de gozo. Que pegue un grito de sorpresa. Que mueva la cabeza en signo de sorpresa... Eso es lo que usted espera con su regalo. ¡Y lo logra!. No importo el esfuerzo ni la dedicación con tal de ver a su persona amada llevándose la sorpresa del año. Usted se siente satisfecha o contento de haberlo logrado... Solo por eso tanto ahorrar y caminar y buscar...Solo por eso:
Por amor...Y luego su pregunta es: ¿Te gusta? Lo compre para tì...
Ahora pensemos en Dios... ¿Tenía que dar a las aves una canción y colores deslumbrantes? ¿Tenía que ponerle plumas que brillaran con colores tornasoles a los rayos del sol? ¿Sería para que ellas se sintieran presumidas de su ropaje? ¿Por qué les dio un canto tan sublime para que lo trinaran cada mañana al salir el sol? ¿Por qué no hizo la tierra plana, sino que le puso montes, montañas, cerros y asombrosos acantilados? ¿Estaba obligado a ponerle rayas a las cebras y sus jorobas al camello? ¿Tenía la obligación de ponerle a los atardeceres colores naranja, rojizos y azules, en comparación con los amaneceres con destellos rojos granate? ¿Por qué titilan las estrellas y las olas del mar son impresionantes con su espuma blanca? ¿Por qué Dios viste a la creación con tanto esplendor? ¿Por qué pasar tanto trabajo para dar esos regalos...?
Solo hay una respuesta:
Por amor...
¿Ve entonces que usted y todos los que me leen pueden amar como ama Dios? Así como Dios pensó en nosotros, así nosotros pensamos en los que amamos... La diferencia entre el Señor y nosotros es que Èl creo todo para todos. Aunque no lo amen. Aunque no le correspondan a su amor. Aunque no aprecien sus regalos. Aunque le demos la espalda cuando no creemos en Èl, Èl aun insiste en regalarnos esos momentos durante el día para llamarnos la atención y decirnos que Èl está allí. Al alcance un regalo...
Piénselo. Mañana, cuando se levante, abra la cortina de su cuarto y vea el sol. O la lluvia. O escuche el trinar de los pájaros. O sienta vibrar dentro de usted la emoción de un nuevo día, no diga nada. Cierre sus labios y escuche como el Señor pregunta: ¿Te gusta? Lo hice para ti...
Voy a estar con usted unos momentos durante un día en que usted tiene un compromiso con una persona que ama. Esa persona es muy especial para usted. Es su cumpleaños y usted quiere hacerle un regalo muy especial. Dicen que los regalos hablan. Así que no es un perfume comprado a ultima hora camino a la reunión. No. Este debe ser algo bien buscado, pensado, analizado y comprado al precio que fuera con tal de sentirse usted satisfecho o contenta de haberlo comprado. Su regalo va a decirle a la persona que usted celebrará, lo importante que es para su vida...
Así que le he seguido los pasos por el centro comercial, merodeando de vitrina en vitrina, de almacén en almacén, recorriendo uno y otro para dar con lo que realmente le haga sentir que usted quedará bien. Le he visto ahorrando todo el año los vueltos de las compras y guardándolo celosamente para no tomarlo para otra cosa. Ese dinero no se toca. Está destinado a sorprender a la persona superespecial para darle un regalo superespecial...
¿Cual es su interés en todo este embrollo en que le he visto? ¿A qué tanto afán en buscar por los almacenes hasta dar con lo que le hace "click" en su corazón? ¡Ah! es que quiere que cuando la persona que recibirà el presente se sorprenda. Que se le salgan las lagrimas de alegría. Que le brote una sonrisa espontánea. Que brinque de gozo. Que pegue un grito de sorpresa. Que mueva la cabeza en signo de sorpresa... Eso es lo que usted espera con su regalo. ¡Y lo logra!. No importo el esfuerzo ni la dedicación con tal de ver a su persona amada llevándose la sorpresa del año. Usted se siente satisfecha o contento de haberlo logrado... Solo por eso tanto ahorrar y caminar y buscar...Solo por eso:
Por amor...Y luego su pregunta es: ¿Te gusta? Lo compre para tì...
Ahora pensemos en Dios... ¿Tenía que dar a las aves una canción y colores deslumbrantes? ¿Tenía que ponerle plumas que brillaran con colores tornasoles a los rayos del sol? ¿Sería para que ellas se sintieran presumidas de su ropaje? ¿Por qué les dio un canto tan sublime para que lo trinaran cada mañana al salir el sol? ¿Por qué no hizo la tierra plana, sino que le puso montes, montañas, cerros y asombrosos acantilados? ¿Estaba obligado a ponerle rayas a las cebras y sus jorobas al camello? ¿Tenía la obligación de ponerle a los atardeceres colores naranja, rojizos y azules, en comparación con los amaneceres con destellos rojos granate? ¿Por qué titilan las estrellas y las olas del mar son impresionantes con su espuma blanca? ¿Por qué Dios viste a la creación con tanto esplendor? ¿Por qué pasar tanto trabajo para dar esos regalos...?
Solo hay una respuesta:
Por amor...
¿Ve entonces que usted y todos los que me leen pueden amar como ama Dios? Así como Dios pensó en nosotros, así nosotros pensamos en los que amamos... La diferencia entre el Señor y nosotros es que Èl creo todo para todos. Aunque no lo amen. Aunque no le correspondan a su amor. Aunque no aprecien sus regalos. Aunque le demos la espalda cuando no creemos en Èl, Èl aun insiste en regalarnos esos momentos durante el día para llamarnos la atención y decirnos que Èl está allí. Al alcance un regalo...
Piénselo. Mañana, cuando se levante, abra la cortina de su cuarto y vea el sol. O la lluvia. O escuche el trinar de los pájaros. O sienta vibrar dentro de usted la emoción de un nuevo día, no diga nada. Cierre sus labios y escuche como el Señor pregunta: ¿Te gusta? Lo hice para ti...
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