PASADO

Vamos a hablar claro, ¿si? El pasado es el pasado. Los buenos viejos tiempos son exactamente eso: viejos tiempos, cosas que solo podemos ver si miramos hacia atrás o si hojeamos álbumes de fotos.  La vida es una carrera y si no vamos con cuidado, usted y yo alzaremos la vista y nuestra oportunidad en ella ya habrá pasado de largo...

Muchos se han quedado estancados en el pasado...

Viven vidas rutinarias. Opacas por el vidrio empañado del pasado que ya no volverá...

Por ejemplo: Usted ofendió a sus hijos y se fue a trabajaba sin pedirles perdón antes de salir de casa. Al anochecer, cuando regresa dispuesta a hacerlo... "ya pasó, mami, ya pasó..." Pero tristemente quedó un sabor amargo en la boca y un cierto dolor de estomago en la persona que quedó herida. En este caso... sus hijos.

O que tal, usted, amante esposo, que tuvo un altercado con su esposa y salió dando un portazo sin darle el beso de despedida... No le garantizo que pase un buen día en la oficina. ¿La razón? Esa pequeña molestia que le acompañará el resto de su día por no haber perdido un minuto en verla a los ojos y decirle: Lo siento. No puedo irme sin darte un beso. ¿Me perdonas?

Muchos matrimonios se han ido secando a causa del pasado. Hay un dicho que dice que las mujeres no son histéricas sino históricas. Difícilmente olvidan el pasado. Y eso no lo entendemos los hombres. Nosotros funcionamos de diferente manera. Los hombres vivimos el hoy.

Hoy tengo que salir a trabajar. Hoy tengo que conseguir el dinero de la renta. Hoy tengo que hacer esa llamada. Hoy tengo que cumplir con esta agenda. Hoy tengo que levantarme a orar y leer la Biblia. Hoy, hoy, hoy...

La mujer no. Ellas tienen un sentido de pasado mucho mas pesado que nosotros los hombres. Ellas recuerdan exactamente el dolor que les produjo el nacimiento del primer hijo... ¡Y ya va por el tercero! Pregùntele al padre como iba vestido el doctor que la atendió... No lo recuerda. La mujer sí. Ella no olvida el olor del cloroformo, el olor a medicamentos, el color del quirófano,  la voz de la enfermera y el llanto del niño cuando lo sacudieron... No lo olvida. Así es su esposa, querido lector. No trate de meter la cabeza en el olvido como el avestruz. Ellas nunca olvidan nada...

Y eso es bueno en cierta manera porque nos ayudan a mantener nuestras agendas al día. Hay pasados que es importante no olvidar...Porque hay algo que ellas no olvidan...

Su fecha de aniversario. Olvídelo usted, ella no lo olvida. Recuerda perfectamente como iba usted vestido el día de su boda. Nunca olvidará que usted no llevaba ni un centavo para comprarle una gaseosa ese día. Lo recordará para siempre... Por eso, el día de su aniversario cuando usted tranquilamente pasa el día sin hacer nada al respecto, prepàrese para encontrarla llorando en la noche y no piense que está loca. Está triste. Sus lágrimas son de tristeza de ver que el hombre que dice que la ama no recordó una fecha tan importante para ella...

Así que hay dos clases de pasados: Los dulces y los amargos. Los amargos mejor dejémoslos ir. Que se vayan con su amargura a las aguas del olvido. Los dolores, insultos, ultrajes, ofensas y decepciones. Recordemos los dulces. La sonrisa de aquella niña que ahora es una señorita. Sus primeras palabras. Sus primeros pasos. O el primer beso que le dio a su antiguo novio que ahora es su esposo. Recuerdos dulces que adornan nuestros días grises por el otro que insiste en arruinarnos el presente...

No lo permita. Sonría al recordar el pasado hermoso de aquellos momentos alegres de sus primeros años... Aunque hayan sido pocos, sí, pocos, pero hermosos...

Comentarios

  1. Buen día familia Berges ... Esto me recuerda a los muchos consejos de mi madre, uno en específico dice: no quieres odiar, sentir amargura... Recuerda las cosas buenas!!! Ella lo ha hecho con mucho valor toda Su vida con mi padre... El la abandono cuando era yo pequeña, y nunca nos dijo algo negativo de el. Crecí amando a mi padre como el mejor padre aunque el no estuviera con nosotros...

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