HUESOS SECOS
"Hijo de hombre: ¿vivirán estos huesos...? Eze. 37:3
Es una pregunta penetrante. Es una pregunta eterna. Y, por supuesto, es una pregunta que tiene una sola respuesta: Sì. Sì vivirán...
¿Por què es sì? Porque sabemos que para el Señor y para el que cree nada es imposible. Allí es donde todos necesitamos tener confianza y fe en el Señor. A veces, lo confieso, no es fácil, pero cuando pasa la duda, cuando las nubes que la oscurecen se van, viene la certeza de Hebreos once... "Es pues la fe, la certeza..."
¿Será que pueden volver a tener vida los huesos secos de la desesperanza?
¿O los secos huesos del matrimonio que ya esta ajado y oxidado?
¿O los huesos secos de su situación financiera?
¿Podrán encontrarse con Jesus sus hijos que hoy no quieren saber nada de Èl?
¿Cree usted que esto puede suceder? ¿Esta usted apenado por los huesos secos de su vida, de su futuro y de sus sueños?
Pero hay una pregunta un poco mas cáustica: ¿Quiere usted que esto suceda? Si su respuesta es no, el Señor la respetará. Usted esta viviendo en un sequedal, en un cementerio llamado vida mediocre. En donde todo está seco, árido, sin sabor y sin color... Usted vive en un lugar de oscura condición...
Esta fue la pregunta que el Señor le hizo a Ezequiel. Y aquí está la respuesta del profeta: "Señor Jehovà, tú lo sabes" (37:3) Fue una respuesta de confianza. "¿Me estas sugiriendo que estos huesos pueden vivir? ¿Es realmente posible rehacer mi matrimonio? ¿Me estas diciendo que mis hijos se volverán a ti? ¿Me estas dando esperanza que las deudas serán canceladas y el banco ya no me amenazará nunca mas? Es lo que Dios espera oír de nosotros. Luego Dios le dijo al profeta: "Profetiza sobre estos huesos..." Luego que nuestra fe es despertada, nos llama a la acción. Èl nos pide que profeticemos, es decir, que hagamos frente a nuestra situación de huesos secos en fe. Tenemos que hablar vida en nuestras familias, creyendo que Dios da poder a nuestras palabras...
Háblele a su trabajo. Que las ventas lleguen a sus manos. Que su jefe ya no le insulte ni le ultraje. Que le pague hasta el último centavo que le ha negado. Háblele a su salud que se ha secado. Háblele a sus esperanzas y sueños. Que se hagan realidad. Háblele a su vecindario para que no le obliguen a escuchar su música los fines de semana... Háblele a las cucarachas que contaminan su cocina. Háblele al rencor, que se vaya, al infortunio, a los celos, a la desconfianza, al adulterio de su esposo, a la indiferencia de su esposa... Profetice vida. Háblele a esos huesos secos que desordenan su vida y su futuro...
Terminemos: ¿Què sucedió cuando Ezequiel profetizó en fe? " Hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor... Y los huesos se llenaron de vida, de tendones y de piel y cobraron vida..." Hágalo. Atrévase. Pierda el temor al ridìculo. Crea. Luche. Experimente el milagro que espera...
Es una pregunta penetrante. Es una pregunta eterna. Y, por supuesto, es una pregunta que tiene una sola respuesta: Sì. Sì vivirán...
¿Por què es sì? Porque sabemos que para el Señor y para el que cree nada es imposible. Allí es donde todos necesitamos tener confianza y fe en el Señor. A veces, lo confieso, no es fácil, pero cuando pasa la duda, cuando las nubes que la oscurecen se van, viene la certeza de Hebreos once... "Es pues la fe, la certeza..."
¿Será que pueden volver a tener vida los huesos secos de la desesperanza?
¿O los secos huesos del matrimonio que ya esta ajado y oxidado?
¿O los huesos secos de su situación financiera?
¿Podrán encontrarse con Jesus sus hijos que hoy no quieren saber nada de Èl?
¿Cree usted que esto puede suceder? ¿Esta usted apenado por los huesos secos de su vida, de su futuro y de sus sueños?
Pero hay una pregunta un poco mas cáustica: ¿Quiere usted que esto suceda? Si su respuesta es no, el Señor la respetará. Usted esta viviendo en un sequedal, en un cementerio llamado vida mediocre. En donde todo está seco, árido, sin sabor y sin color... Usted vive en un lugar de oscura condición...
Esta fue la pregunta que el Señor le hizo a Ezequiel. Y aquí está la respuesta del profeta: "Señor Jehovà, tú lo sabes" (37:3) Fue una respuesta de confianza. "¿Me estas sugiriendo que estos huesos pueden vivir? ¿Es realmente posible rehacer mi matrimonio? ¿Me estas diciendo que mis hijos se volverán a ti? ¿Me estas dando esperanza que las deudas serán canceladas y el banco ya no me amenazará nunca mas? Es lo que Dios espera oír de nosotros. Luego Dios le dijo al profeta: "Profetiza sobre estos huesos..." Luego que nuestra fe es despertada, nos llama a la acción. Èl nos pide que profeticemos, es decir, que hagamos frente a nuestra situación de huesos secos en fe. Tenemos que hablar vida en nuestras familias, creyendo que Dios da poder a nuestras palabras...
Háblele a su trabajo. Que las ventas lleguen a sus manos. Que su jefe ya no le insulte ni le ultraje. Que le pague hasta el último centavo que le ha negado. Háblele a su salud que se ha secado. Háblele a sus esperanzas y sueños. Que se hagan realidad. Háblele a su vecindario para que no le obliguen a escuchar su música los fines de semana... Háblele a las cucarachas que contaminan su cocina. Háblele al rencor, que se vaya, al infortunio, a los celos, a la desconfianza, al adulterio de su esposo, a la indiferencia de su esposa... Profetice vida. Háblele a esos huesos secos que desordenan su vida y su futuro...
Terminemos: ¿Què sucedió cuando Ezequiel profetizó en fe? " Hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor... Y los huesos se llenaron de vida, de tendones y de piel y cobraron vida..." Hágalo. Atrévase. Pierda el temor al ridìculo. Crea. Luche. Experimente el milagro que espera...
Amén. Pastor Carlos ... Eso mantiene nuestra fe, Su palabra. Su palabra vivificada en la vida de cada uno.
ResponderEliminarSólo tenemos que escuchar cual es el siguiente pasó que Dios quiere que demos... Si es de marcha como el pueblo de Israel en Jerico o de estar pacientes como Ana, Sara estériles pero esperando que el haga el milagro de dar vida...
Bendiciones Pastor.